Difundieron documentación que acredita la violación a la suspensión expropiatoria
Entregan labriegos a retenidos; reiteran su demanda de respeto a tierras y costumbres
O revisan su caso o conocerán al México bronco, advierten a los promotores del nuevo aeropuerto Rechaza el Poder Judicial calificar si se vulneró la orden del juez
MARIA RIVERA Y JAVIER SALINAS REPORTERA Y CORRESPONSAL
Atenco es un polvorín. Los campesinos del movimiento de resistencia al proyecto del nuevo aeropuerto lanzaron una advertencia a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a los funcionario: o atienden el tema del decreto expropiatorio, o el máximo proyecto económico del sexenio deberá enfrentar al México olvidado pero bronco.
El objetivo de la jornada era liberar a las seis personas que tenían retenidas desde el viernes pasado, por realizar trabajos de exploraciones en su territorio, pese a que cuentan con un ordenamiento legal que lo impide. Y lo hicieron. Pero también dejaron en claro que la situación actual que viven es insostenible. Hace siete meses y once días, indicaron, fue dado a conocer el decreto expropiatorio para la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, que afectará a tierras de Atenco, Texcoco y Chimalhuacán sin que nadie les haya ofrecido alguna explicación.
Llevan con precisión la cuenta de los días y los agravios. Es su forma de recordar el olvido en que viven. Relatan que procuraron intercambios con el gobierno los días 4, 11, 18 de marzo y 3 de abril, y no hubo respuesta.
''Nuestro pueblo es un polvorín y estamos a punto de utilizar estas herramientas de trabajo -indica Ignacio del Valle, dirigente del movimiento, señalando los machetes que enarbolan sus compañeros- en contra del gobierno nefasto que nos ha impuesto ese proyecto sin consultarnos. No vamos a permitir que sigan pisoteando la dignidad de nuestros pueblos. Nosotros somos los dueños de la tierra. No nos metemos con nadie ni estamos quitándole nada a nadie, lo único que queremos es que nos dejen en paz, no perder nuestra identidad, nuestra forma de vivir, que hemos conservado por cientos de años".
Los campesinos responden como uno solo. "šLa tierra no se vende/ la tierra no se da/ porque tiene campesinos/ con mucha dignidad!". Lo repiten no sólo frente a la SCJN, también ante el Palacio de Gobierno, ante la Catedral o ante quien se les ponga enfrente, como si quisieran dejar en claro ante toda instancia divina o humana que no están negociando el precio de su ejido, que simple y sencillamente su ejido no está en venta.
En medio del maremágnum, abrumado, con ojos enrojecidos y plena conciencia de no ser más que una pieza menor de quién sabe qué ajedrez, Krassimir Kiriloviankov, seguido de sus trabajadores, fue entregado al magistrado Juan Carlos Cruz Razo, sin apenas emitir declaraciones. "No hemos recibido ningún daño, estamos bien", se limitó a decir.
Por la mañana el empresario de origen búlgaro se mostraba temeroso de su destino. Hablaba sobre las represalias que podría recibir. ƑDe quién? No respondía, pero todos sabían que se refería a los que contraron sus servicios. Del Valle pidió que no se ejerciera ninguna acción en su contra: "Hablamos con el señor (Kiriloviankov) con la verdad, nos dijo que cometió un error, lo aceptó. Nosotros le decimos al gobierno que si hace cualquier cosa en su contra estará ratificando quiénes los enviaron".
Adán Espinoza, Marta Pérez y Lourdes Castro, a nombre de los ejidatarios, entregaron al magistrado Juan Carlos Cruz Razo mapas, reportes de observación de campo y fotografías aéreas de la zona expropiada, como prueba de que la suspensión que los protege fue violada. "Esta es una prueba contundente de que el gobierno no ha respetado el lapso mientras se resuelve el amparo que se ha interpuesto".
Tras breves momentos en las oficinas del Poder Judicial de la Federación salieron molestos. "Como decimos nosotros, sigue la mata dando -señaló Espinoza-; somos pobres, humildes, sabemos que estamos apestosos, pero de ahí a que ni a los oficinas nos dejaran pasar, pues no se vale. Nos atendieron en la puerta, como si esto fuera de ellos, cuando también este edificio es del pueblo. Eso nos muestra que todos en este sistema están coludidos, llámese Suprema Corte de Justicia, Procuraduría... Todo es nada más para los ricos, para los pobres la justicia no existe".
El recibimiento volvió a encender los ánimos. Regresó a los ejidatarios al punto de partida: nadie parece interesarse en su caso. Las puertas de todas las dependencias que tocan se les cierran. Se preguntan si no hay operadores políticos que atiendan sus demandas o si los están llevando a un callejón sin salida.
''Queremos decir al gobierno que no dependemos exclusivamente de lo que dictamine esta Suprema Corte -advertía Ignacio del Valle-; lo que va a defender nuestra tierra es la movilización de nuestros pueblos".
Juan Carlos Cruz Razo había explicado momentos antes que las controversias constitucionales que se han presentado ante la máxima instancia de justicia del país han seguido el trámite que marca la ley. "Ustedes ya hicieron lo que consideraron conveniente y el pleno de la Suprema Corte está analizando este problema".
Al final de la jornada, el Poder Judicial de la Federación envió un comunicado de prensa señalando que no es competente para conocer de la denuncia de los campesinos de San Salvador Atenco "sobre la supuesta violación a la suspensión de amparo que les concedió un juez federal", y especificó que no califica la legalidad del acto realizado por los ejidatarios.
El escueto documento también explica que el personal de ese tribunal aceptó recibir a Juan Carlos Jiménez Márquez, José Luis López García, Edmundo Lozada Camps, Timoteo Vicoria Guzmán, Gerardo Galgera Rosas y Krassimir Kiriloviankov por considerar que esto serviría para lograr su libertad.
Justicia, ''hoy, hoy, hoy''
La historia de esta acción de los campesinos en resistencia comenzó el atardecer del pasado viernes, cuando al realizar sus rondines cotidianos retuvieron a los empleados de la empresa Sistemas Avanzados y Proyectos, que entre los ejidos de San Salvador Atenco y Acuexcomac realizaban estudios para los proyectos de construcción de vialidades.
Más tarde, otro de los empleados, José Luis López García, también fue detenido, sólo que en la zona conocida como El Caracol, en Ecatepec.
Al recibir el aviso de los problemas que atravesaba su personal, Kiriloviankov, acompañado de su amigo, acudió a San Salvador Atenco para interceder. Los ejidatarios también los retuvieron y solicitaron los resultados de los estudios realizados en su ejido, a cambio de su liberación.
El sábado Sistemas Avanzados y Proyectos envió mediante el mensajero Timoteo Victoria Guzmán el contrato que firmó con la empresa OHL, para elaborar trabajos del proyecto, así como planos completos de las obras. Sin embargo, estos últimos no llegaron a Atenco, debido a que el mensajero fue interceptado en Texcoco por personal de Gobernación del gobierno del estado de México. Victoria también quedó detenido por los labriegos. Horas antes a Jonathan del Valle Buenrostro se le había permitido retirarse debido su estado de salud.
Ese mismo día personal de la embajada de Bulgaria se comunicó vía telefónica con los campesinos para pedir la liberación de Kiriloviankov; sin embargo, a pesar de que fueron invitados a ir a Atenco para negociar y verificar el estado de salud de su connacional, no acudieron.
En la asamblea dominical los ejidatarios determinaron entregar a los retenidos en un acto simbólico ante la SCJN, sin haber recibido la información requerida a Sistemas Avanzados y Proyectos.
Durante el plantón ante la SCJN, maestros del CNTE y comuneros de Ocumicho, Michoacán, perteneciente al Congreso Nacional Indígena (CNI) se unieron a Atenco en su demanda de justicia. Hablaron de un México común, pobre, olvidado, pero con un nuevo sentido de dignidad, que no otorga plazos perentorios, que demanda justicia, como bromen los ejidatarios: "Hoy, hoy, hoy".