Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 4 de junio de 2002
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Economía

Ugo Pipitone

5 de junio, 1898

Ya sé que hay varios temas de interés, pero no puedo esta semana ocuparme de asuntos económicos, para-económicos o para-lo-que-sea. El 5 de junio de 1898 nació en Fuente Vaqueros, a un puñado de kilómetros de Granada, un abuelo nuestro que, de vez en cuando, reaflora a la piel de nuestras vidas. Un caballero andante del romance, la espontaneidad y el exhibicionismo, la transgresión y la fidelidad al pasado. Ese Federico García Lorca, tan maravillosamente fuerte y tan desgarradoramente indefenso. Una de las mejores pruebas de mi siglo (el que pasó) de que podíamos (y debíamos) soñar. Aunque el mundo fuera un

Bisturí de cuatro filos,

garganta rota y olvido

Y él, sin poder contener su urgencia de consuelo:

Cógeme la mano, amor,

que vengo muy malherido

Pienso en García Lorca y pienso en Omar Khayam, en esos individuos libres en medio de culturas sofocantes, intransigentes y, de vez en cuando, asesinas. Sin embargo, el Khayam astrónomo-poeta, en el medio del hacerse y deshacerse de imperios, y dejando una estela de cuartetas impertinentes, vivió más de 80 años. Federico no llegó a los 40. Nos queda un consuelo: los hombres que lo mataron lo entregaron al mundo con una intensidad dramática que traspasará los siglos. Consuelo para nosotros, que no para él, que transpiraba ganas de estar vivo por los cinco costados. Una aureola de laica santidad rodea ahora esa sonrisa de juglar risueño. Y ahí se quedará, como un signo del diferente, el otro, el desarmado, víctima de gorilas de la fe y la respetabilidad burguesas. Y él que, por instinto está con los últimos, los ignorados, los diversos. Apenas desembarcado en Nueva York se siente atraído por la cultura negra de Estados Unidos. Como en su país, por la gitana.

El protagonista de las obras de García Lorca, en palabras de Salvador Novo, es: "(alguien) en aptitud de erguir su propio ideal, defenderlo o atacar, medir sus fuerzas contra quien o quienes o lo que, se le oponga". Eso fue Federico. Y también otra cosa, más, mucho más, antigua: la conciencia de las trampas humanas sin salida. Aquello que, profana y reductivamente, llamamos destino. Muchas culturas se entrecruzan en el alma (o como se diga) de Federico del Sagrado Corazón de Jesús y toman formas de ritmos, de palabras, de juegos. Un cruce de culturas donde conviven trazos árabes, gitanos, griegos.

Sigue Novo: "El conflicto deja así de tener un solo desenlace posible, para abrirse a muchos potenciales y no dictados por los dioses". Sin haber leído a Prigogine, Novo nos anticipa aquí la disolución de la "verdad", que exige todas las luces para sí, aunque nade en un mar de posibilidades moleculares diferentes. Federico dirigía sus antenas a lo que la Cultura oficial dejaba en la sombra, a sonidos, cadencias y rimas de la cultura popular. Y lo hacía sin condescendencias; con amor y genialidad. Y es por eso que la derrota de Federico sigue siendo nuestra, la derrota de lo mejor de lo que fuimos, o pudimos ser. El, la primera víctima simbólica de la carnicería desatada por una obsesión de orden, denominada fascismo.

ƑCómo podía encajar García Lorca en ese delirio paranoico que (en la versión franquista) congelaba el tiempo en una isla de mojigata virtud medieval dentro de la edad moderna? Ese mismo Federico que era encarnación andaluza de Epicuro y Lucrecio: átomos que van por el mundo en un frenesí incansable, experimentando todo lo que está a su alcance. La verdad de Federico es simple: los muros se abaten a golpes de imaginación y no sólo de consignas. Aunque el muro pueda caer sobre el albañil.

ƑPor qué no estuvimos ahí para protegerlo, para consolarlo? No estuvimos. Recordemos, por lo menos, que ese nuestro abuelo nació el 5 de junio, o sea, mañana. Si hay alguien ahí, šsalud, compañeros!

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