En Sao Paulo escaparon reos durante el juego
Espectacular pero poco efectivo, Brasil apenas ganó 2-1 a Turquía
AGENCIAS
Ulsan, Corea del Sur, 3 de junio. Ronaldo y Rivaldo no jugaron ni la mitad de los partidos de la presente temporada, pero recuperaron su brillo estelar para conjugarse hoy en busca del primer triunfo brasileño en el Mundial de Corea-Japón, que llegó con un 2-1 sobre Turquía, con un tanto de cada uno.
El primer partido de los tetracampeones en el Mundial despertó por primera vez la pasión del futbol en la ciudad surcoreana de Ulsan, y atrajo al estadio Mansu a personalidades como el rey Pelé y el presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter.
Los que esperaban ver una victoria espectacular de la mítica verdeamarelha habrán salido decepcionados: Brasil dio espectáculo, pero las jugadas de ataque, algunas de ellas de película, no resultaban en goles.
Brasil empezó arrollador, y en los primeros 10 minutos parecía encaminarse hacia un triunfo por goleada y romper la tradición de enfrentar casi siempre mucha dificultad en su debut en mundiales.
Juninho hizo el primer disparo a gol a los 2 minutos, y Ronaldo lo hizo segundos después. Luego, el debutante madiocampista Gilberto Silva -que ingresó hoy en lugar del lesionado Emerson, excluido del Mundial y sustituido por Ricardinho- casi marcó un gol en la portería brasileña al intentar desviar un tiro libre de Hasan Sas.
Tras el susto, Brasil volvió a presionar y acumuló oportunidades de gol en un promedio de una cada dos minutos, casi todas salidas de los pies de Ronaldo y Rivaldo. Pero a la hora del remate algo siempre iba mal.
En los descuentos de la etapa inicial, Basturk robó la pelota a la defensa brasileña y la entregó con un cruce perfecto a Hasan Sas, que inauguró el marcador en favor de Turquía.
Desde el banquillo, Felipao Scolari gesticulaba y gritaba desesperado, posiblemente recordando la advertencia que había hecho durante toda la semana a sus zagueros: "Si nos roban la pelota en la defensa, estamos muertos".
Pero aún no era así. A los 50 minutos, en uno de los muchos ataques de la doble R, Rivaldo hizo un cruce para Ronaldo, que pese a estar presionado por un marcador, logró meter la pelota en el arco y empatar el partido.
A los 85 minutos el turco Alpay entregó a Brasil la victoria al frenar con una falta fuera del área un ataque de Luizao. El árbitro surcoreano Young Joo Kim pitó penal y expulsó a Alpay. Rivaldo convirtió la pena máxima y Brasil pudo respirar aliviado.
En el último minuto, Rivaldo dio la nota fea del juego: al recibir un disparo débil de Hakan Unsal, simuló una lesión grave y se tiró al suelo. El árbitro le creyó y expulsó al turco.
En Berlín, unos 400 turcos y 60 brasileños, que seguían en directo el partido, se enfrentaron dejando un saldo de un herido y un detenido, mientras en Sao Paulo unos 15 presos aprovecharon la ocasión y escaparon por un túnel que habían cavado; en la calle se apoderaron de un autobús para continuar la fuga. Un policía que viajaba en el autobús extrajo su arma y dominó a uno de los fugitivos, mientras otro intentó reaccionar y fue baleado; murió más tarde. Tres fugitivos fueron capturados antes de que el juego terminara.