Por vez primera ese clásico de las letras
rusas se traduce al español con anotaciones
Versión de Partida a Cantar de las huestes
de Igor
El filólogo mexicano se basó en los estudios
del académico Dimitri Lijachov
ANGEL VARGAS
Por vez primera en la historia del idioma español
se encuentra disponible la traducción, con anotaciones, del Cantar
de las huestes de Igor, considerada la más grandiosa obra de
la literatura rusa antigua.
El hecho ha sido posible gracias al filólogo y
catedrático mexicano Armando Partida Tayzan (1937), luego de una
detallada labor que comenzó en los años ochenta y culminó
en tiempos recientes. Editado por la Facultad de Filosofía y Letras
de la UNAM, el libro incorpora una minuciosa versión de ese poema
épico, traducida de los estudios y ediciones del académico
ruso Dimitri Sierguiéievich Lijachov.
Contiene también una versión libre del canto,
en la cual se rescata la belleza poética del relato de la infortunada
incursión del príncipe Igor en tierras polotvesianas; así
como un estudio preliminar en el que se recorren los orígenes de
la literatura rusa y los primeros libros de que se tiene conocimiento.
Ambos textos son aportación del especialista mexicano.
La finalidad de esta edición -que mañana
será presentada a las 18 horas en el salón de actos I de
Filosofía y Letras- fue poner al alcance del lector en lengua castellana
uno de los monumentos no sólo de la épica y la literatura
rusa primigenia, sino de la literatura universal.
Para el también estudioso y crítico del
arte teatral, la relevancia de Cantar de las huestes de Igor estriba
en que marca un rompimiento con la tradición que prevaleció
en la antigua Rusia hasta el siglo X y que inauguró un nuevo periodo
narrativo, además de su inherente riqueza lírica y de referencias
históricas.
'''En primer lugar se refiere a hechos históricos
muy precisos, definidos, con fechas y trayectos específicamente
señalados", indica. ''También nos muestra la situación
histórica desde una perspectiva crítica, lo cual rompe con
la tradición prevaleciente en esa época de exaltar al héroe
sin importar sus errores, desmanes o equívocos."
Este último hecho es lo que marca su particularidad
con otros cantares épicos no sólo de la antigua Rusia, sino
con los escritos en otros puntos del continente, como la Chanson de
Roland, en Francia, o el Poema del Cid, en España, señala
Partida.
''Ese cantar es un planteamiento ideológico respecto
del estado de cosas que se vivían y las consecuencias que acarrearon
para el pueblo ruso. Sin embargo, nunca fue un texto perseguido. Hubo,
cuando mucho, algunos investigadores del siglo XIX y principios del XX
muy reacios y lo consideraron obra menor.
''Es un texto político ciento por ciento, pero
también está plagado de toda la riqueza de varios géneros
de ese momento de la literatura. Es un texto clave de la literatura rusas,
por sus características literarias e innovaciones, así como
por todas las referencias de carácter histórico, ideológico,
político y social, y de la perspectiva como lo relata el autor anónimo."
La del Cantar de las huestes de Igor no es la primera traducción
que hace del ruso Armando Partida, incluso en 1985 se hizo merecedor de
la Medalla Pushkin por su labor de traductor y divulgador de esa lengua.
Advierte que la suya no es la única versión
en castellano de esa obra, sin embargo sí la primera en nuestro
idioma que se ofrece con anotaciones. Se basó en un texto del siglo
XVIII y decidió traducir la versión anotada del especialista
Lijachov.