La política antiterrorista de Bush causa
pánico en la mayoría de líderes mundiales, afirma
Impone EU al mundo un "gobierno nazi" e ignora a la
ONU, acusa Castro
El pueblo estadunidense haría lo posible por
impedir un régimen fascista en ese país, asegura
Ante más de 500 mil cubanos culpa a Washington
por el avance de la ultraderecha en Europa
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 8 de junio. Ante una multitud calculada
en más de medio millón de personas el presidente Fidel Castro
acusó hoy a Estados Unidos de imponer al mundo un gobierno nazi
e ignorar a la Organización de Naciones Unidas, y afirmó
que la política antiterrorista del presidente George W. Bush tras
el 11 de septiembre causó pánico y temor en la mayoría
de los líderes mundiales.
El mandatario habló en la habitual Tribuna Abierta
de la Revolución de los sábados, esta vez en Santiago de
Cuba, en el extremo oriental del país, donde hizo un amplio repaso
de la política estadunidense tras los atentados en Nueva York y
Washington del año pasado, y usó imágenes para compararla
con el ascenso del nazi-fascismo antes de la Segunda Guerra Mundial.
Su discurso fue el tercero consecutivo ante concentraciones
masivas en tres semanas, una demostración de apoyo popular que responde
a la hostilidad de la Casa Blanca, renovada por Bush el pasado 20 de mayo.
En
el nuevo escenario mundial, Castro dio a entender que el conflicto de cuatro
décadas con Estados Unidos es ahora más tenso: "Se trata
de un enfrentamiento sin precedentes, en una nueva etapa de la historia,
entre la fuerza de las ideas justas y las ideas genocidas de la fuerza
bruta".
El gobernante anticipó que las organizaciones sociales
cubanas acordarán este lunes una nueva forma de réplica y
que otra más será decidida por la Asamblea Nacional del Poder
Popular (Parlamento), pero de antemano re-chazó las demandas de
Bush sobre cambios políticos en la isla.
"Puede verse en el dilema de rectificar, o intentar barrer
a Cuba del mapa, lo cual no resulta demasiado fácil", afirmó.
Concepciones hitlerianas
Castro dijo que el pueblo estadunidense haría "casi
imposible" que ese país sufriera un "régimen fascista", pero
"son tales las facultades y prerrogativas de un presidente y tan inmensa
la red de poder militar, económico y tecnológico de ese Estado
que, de hecho, en virtud de circunstancias ajenas por completo a la voluntad
del pueblo de Estados Unidos, el mundo está comenzando a ser regido
por métodos y concepciones nazis".
"No está en mi ánimo exagerar ni dramatizar.
Es muy real que la existencia y el papel de la Organización de Naciones
Unidas están siendo cada vez más cuestionados e ignorados",
añadió Castro, y se remontó al discurso de Bush del
20 de septiembre de 2001, cuando el jefe de la Casa Blanca lanzó
la guerra al terrorismo y planteó al mundo el dilema de estar con
él o contra él.
"Desconoció abiertamente las prerrogativas de Naciones
Unidas y asumió, en virtud de su poderío militar, el papel
de amo y gendarme del mundo", dijo Castro.
"Tales concepciones y métodos están reñidos
con la idea de un orden mundial democrático, basado en normas y
principios que ga-ranticen la seguridad y la paz a todos los pueblos",
agregó.
En alusión a un clásico del marxismo, un
giro ya poco frecuente en sus discursos públicos, el mandatario
calificó ese momento co-mo "el dieciocho brumario de W. Bush" (por
El 18 Brumario de Luis Bonaparte, obra de Carlos Marx, de
1852, en la que el pensador alemán describe el golpe de Estado en
Francia del año anterior como "el gobierno desnudo de la espada
sobre la sociedad").
Castro alertó sobre la reacción mundial
ante el arrebato de Bush: "Los historiadores futuros deberán hacer
constar cuál fue la reacción de los líderes políticos
de la inmensa mayoría de los países. El pánico y el
temor se apoderó de la mayoría de ellos".
En contraste, dijo que los cubanos han salido a las plazas
públicas en un "colosal, aguerrido y sólido movimiento político,
como con toda seguridad nunca antes un país tan pequeño tuvo
la entereza y el valor de oponerse a tan poderoso adversario".
El líder cubano criticó el renovado armamentismo
de Estados Unidos y aseguró que el pensamiento militarista de su
actual gobierno ya había arraigado antes del 11 de septiembre.
Citó otro discurso del mandatario estadunidense,
el de la semana pasada en la graduación de cadetes de West Point,
donde Bush dijo que su país tiene que golpear en el exterior antes
que esperar a que crezca la amenaza.
Culto al chovinismo
Fidel Castro dijo que el jefe de la Casa Blanca omitió
ahí toda referencia a los derechos de los pueblos y las normas de
convivencia internacional y puso el acento en las alianzas de poder y la
guerra.
"Todo el discurso envuelto en una melosa exaltación
al chovinismo, a la superioridad de la cultura, la gloria y el poder de
su país. Los miserables insectos que habitan en 60 o más
naciones del mundo, seleccionadas por él, sus íntimos colaboradores,
y en el caso de Cuba por sus amigos de Miami, no importan para nada", añadió
el mandatario, y subrayó que, en el caso de su país, Estados
Unidos añade la falsa acusación de preparar armas biológicas.
"¿En qué se diferencian esta filosofía
y estos métodos de la filosofía y los métodos nazis?
¿Por qué tantos gobiernos tiemblan y callan? No es casual
que en varios países de Europa la derecha fascista incremente sus
fuerzas", señaló Castro.
"Ante tanta cobardía, muchos pueblos del mundo
pondrán sus mayores esperanzas en el propio pueblo estadunidense.
Es el único que puede frenar y poner una camisa de fuerza a los
fanáticos del poder, la arbitrariedad y la guerra", consideró
el jefe de Estado cubano.
Castro aseguró que los ataques del 11 de septiembre
beneficiaron al complejo militar-industrial; al gobierno de Bush ("a los
que necesitaban un hecho que elevara su autoridad, cuestionada por el fraude
electoral") y a "la mafia terrorista de Miami" (el anticastrismo radical).
Errores y complicidades
Descartó que alguien deliberadamente, pudiéndolo
impedir, hu-biera permitido los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono,
pero enumeró lo que a su juicio han sido errores de Bush al manejar
la crisis:
Sembrar el pánico en el pueblo estadunidense, perder
la serenidad, decidir precipitadamente, sin reflexionar sobre otras opciones
quizá de amplio respaldo; declarar enemigos y terroristas a más
de la mitad del Tercer Mundo, propiciar el aumento del fanatismo suicida,
como en el "callejón sin salida visible" del Medio Oriente, y ocultar
informes de inteligencia.
Respecto de su país, criticó de Bush que
en su auditorio el 20 de mayo en Miami hayan estado "conocidos personajes
que han organizado, dirigido y realizado miles de actos terroristas en
Cuba y otros países; de ellos, varios cientos en el propio territorio
de Estados Unidos" .
Agregó que la Fundación Na-cional Cubano
Americana, uno de los principales grupos anticastristas de Florida, "durante
muchos años y hasta el 11 de septiembre financió, organizó
y divulgó in-contables acciones terroristas y planes de asesinato
contra dirigentes cubanos".
Añadió el mandatario: "Hoy fi-nancia la
defensa, protección e impunidad de los peores terroristas, en la
espera de que la revolución sea destruida por Estados Unidos...
tal intimidad con esos terroristas priva al señor Bush de toda autoridad
moral y lo descalifica para dirigir la lucha mundial contra el terrorismo".