Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 16 de junio de 2002
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Economía

ENTREVISTA

David Ibarra Muñoz

Las reformas foxistas sólo favorecen a empresas extranjeras

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El conjunto de reformas estructurales promovidas por el actual gobierno está orientado a favorecer los intereses del capital extranjero y deja en un segundo término el fortalecimiento de las empresas nacionales y del mercado interno, en lo que constituye una prolongación de las políticas impuestas al país en las pasadas dos décadas, considera David Ibarra Muñoz, ex secretario de Hacienda.

En entrevista con La Jornada, David Ibarra llama la atención sobre la falta de visión en el diseño de políticas públicas para "encauzar" los flujos de inversión extranjera dentro de una estrategia que permita ampliar la capacidad de producción del país, generar más empleos y vincular esos ingresos hacia la generación de bienes a un comercio exportador dinámico.

"La inversión extranjera en México no ha sido canalizada a producir cosas nuevas, sino a adquirir activos viejos, públicos y privados, esencialmente inclinados a producir bienes no comerciables, es decir, que no son objeto de comercio internacional, como son los bancos, aseguradoras, las administradoras de pensiones y las cadenas comerciales", refiere.

Para David Ibarra, secretario de Hacienda entre 1997 y 1982, la economía mexicana vive un proceso acelerado de "extranjerización", en el que sectores estratégicos para el país, como los servicios financieros, están en manos de inversionistas del exterior. "No es que la extranjerización sea mala, pero todas esas empresas que han adquirido activos en México obedecen a prioridades que no se determinan aquí".

Aquí, señala, se inscribe el renovado esfuerzo del gobierno del presidente Vicente Fox por impulsar una nueva generación de "reformas estructurales" para abrir al capital privado el sector energético, las telecomunicaciones y flexibilizar el mercado laboral. "Uno de los pilares que sostiene ahora mismo la economía es el ahorro forzoso de los trabajadores en las Administradoras de Fondos para el Retiro. Y es a esos trabajadores a los que se quiere apretar con una reforma laboral".

-ƑCómo caracteriza este proceso de extranjerización?

-El proceso es relativamente simple. Se trata de la noción de que el Estado debe salirse de la producción conforme las nuevas reglas que privan en el nuevo orden económico mundial. Junto con eso, está la apertura comercial y financiera. Y enseguida, la orientación que ha venido tomando la inversión foránea.

"La inversión extranjera en América Latina y particularmente en México no nos ha vinculado orgánicamente a las redes trasnacionalizadas de producción y comercio, sino que ha venido centralmente a comprar empresas públicas y privadas de México, esencialmente inclinadas a producir bienes no comercializables. Esta es una de las graves deficiencias de nuestra política: no hemos sabido encauzar la inversión extranjera hacia lo que más importaría en una estrategia de crecimiento hacia fuera. Esto es, vincular a la inversión foránea hacia la producción de bienes que tengan un comercio exportador dinámico", considera el también ex director de Nacional Financiera.

En México, explica, sólo hay dos sectores orientados claramente hacia el mercado externo, el automotriz y las maquiladoras. Pero, señala, ninguno de los dos está vinculado en la medida posible y deseable con el resto de la economía. Ello provoca que el país tenga un sector exportador que no arrastra como locomotora al conjunto de la actividad productiva. "Así, tenemos que el sector exportador puede crecer mucho y el producto interno bruto caer, como ocurrió en 1995. Entonces, la inversión extranjera, como se ha dedicado en gran medida a adquirir empresas públicas o privadas, pues no crea nuevos empleos o nuevas producciones y tampoco jala al resto de la economía. El año pasado México recibió inversión extranjera directa de unos 24 mil 500 millones de dólares, pero la economía cayó 0.3 por ciento. Entonces quiere decir que ni la inversión extranjera ni el sector exportador están jalando como debieran a la economía.

-ƑFue una apuesta fallida permitir tanta apertura a la inversión extranjera en México?

-No ha sido una apuesta fallida, sino una falla de nuestra política económica en dos o tres sentidos. Falla porque no la hemos vinculado a nuevas producciones generadoras de empleo, porque no la hemos vinculado a establecer una producción orgánica trasnacionalizada dinámica, y falla porque la inversión extranjera no la hemos canalizado a producir cosas nuevas, sino adquirir activos viejos públicos y privados.

-ƑEsto tiene que ver con la soberanía, o era inevitable que viniera esa inversión?

-Es muy fácil echar la culpa fuera. Pero la verdad, la causa de muchas de estas fallas es nuestra. Ciertamente hemos perdido soberanía económica. Los tratados de libre comercio, la apertura de los mercados, la eliminación de los aranceles al comercio exterior, de la política de financiamiento, todo esto que se ha hecho desaparecer nos resta autonomía económica. Pero la pregunta es por qué algunos países como Irlanda o los del sureste asiático, que han venido creciendo considerablemente más rápido que nosotros estos pasados 20 años de globalización, y que están sujetos a los mismos procesos de integración, han podido seguir políticas diferentes a las nuestras.

-ƑCuáles son esas diferencias?

-Las diferencias sustantivas son muchas. Para sintetizar, nosotros hemos creído ingenuamente que el mercado resuelve todos los problemas, ellos no. Ellos combinaron una apertura hacia fuera con un Estado promotor, que facilitó la consolidación de empresas y conglomerados dentro de estos países. Dos, ellos no renunciaron, como nosotros, a tener una política industrial, de manera que pudieron combinar promoción de exportaciones con sustitución eficiente de compras externas. Tres, ellos limitaron o impidieron que la inversión extranjera se apoderase de las principales empresas nacionales y la obligaron de alguna manera a crear nuevos empleos, que crearan nuevas producciones destinadas a los mercados externos. Eso tampoco lo hemos hecho nosotros.

En la apertura total a la inversión extranjera más que limitación de miras, observa David Ibarra, prevaleció un dogma en el que las autoridades creyeron. "Muchas de estas decisiones se tomaban desde arriba y no hubo ni discusión ni alternativa".

-ƑEl dogma prevalece en este gobierno?

-El dogma prevalece. Por eso quiere privatizar abierta o disfrazadamente el sector eléctrico, parte de Pemex y se pretende seguir en este proceso. Y se siguen vendiendo empresas mexicanas. Por ejemplo, la Aseguradora Hidalgo, que se privatiza aun cuando era la aseguradora más rentable en la economía mexicana y se vende a una empresa extranjera. El año pasado se vende Banamex y así sucesivamente. Entonces se tiene ya que muchos sectores estratégicos para la economía mexicana están completamente extranjerizados. Y no es que la extranjerización sea mala, pero todas estas empresas que han comprado obedecen a prioridades o a enfoques estratégicos que no se hacen aquí.

-ƑCuáles son los riesgos que advierte en el futuro con esta extranjerización?

-Nos va a afectar de 20 mil maneras. Los intereses nacionales van a estar limitados, condicionados o subordinados a una visión diferente. Dos, hay muchas empresas mexicanas que ya habían avanzado tecnológicamente y que ahora los núcleos estratégicos o de pensamiento se han ido para afuera. Como por ejemplo los bancos, la parte moderna de los bancos que tenía que ver con el manejo de todos estos instrumentos que ahora se llaman derivados o emisiones a futuro, etcétera, están migrando hacia las casas matrices. Todo esto hace que nosotros tengamos retrasos en la preparación de nuestra gente. Hay menos empleo porque esa inversión extranjera no está creando empleos.

El ex secretario de Hacienda toma por ejemplo el caso de las grandes cadenas comercializadoras, dominadas por el capital extranjero. Dice que esas empresas están desplazando buena parte del comercio al menudeo. No es que no sean más eficientes, lo son, y venden más barato. Pero están desplazando a una gran cantidad de gente que está en el comercio de menudeo, por eso proliferan las ocupaciones informales.

-ƑEl poder de esas empresas extranjeras asentadas en México influye en las decisiones políticas que toman los gobernantes del país?

-Nosotros, por decisión propia, de nuestros gobiernos, hemos buscado acomodarnos en la globalización y descuidar el acomodo interno de nuestros empresarios, trabajadores y ciudadanos. Ese ha sido centralmente nuestro problema. Todavía no tenemos un problema agudo en que las empresas extranjeras ejerzan una presión verdaderamente indebida. Por supuesto que ejercen presiones, lo hemos visto con la reforma fiscal que quiso instrumentar el gobierno. Sí son intereses, pero no creo que tengan ya un ascendiente decisivo.

"Lo que quiero decir es que nosotros no hemos modulado adecuadamente esos intereses. Estamos permitiendo que venga mucha inversión extranjera a tomar empresas mexicanas, públicas y privadas, y dentro de poco los mexicanos sólo vamos a tener opción de ser empleados de las trasnacionales. Es muy fácil echar la culpa afuera, pero es culpa nuestra porque, insisto, hay otros países en circunstancias bastante análogas a la nuestra que lo han hecho de manera muy distinta y exitosa.

-ƑEl avance de la inversión extranjera se ha traducido en un mejor servicio para los consumidores?

-Bueno, parcialmente se ha traducido en algunos sectores en mejor servicio. En otros definitivamente no. La banca en México sigue sin prestar al sector privado y sigue cobrando tasas de interés activas muy altas. Yo creo que ahí el beneficio para el sector productivo nacional ha sido muy limitado. Yo no digo que Wal-Mart no venda un poco más barato, sí lo hace, pero son beneficios muy limitados frente al desplazamiento que hacen de mano de obra y de empresas mexicanas.

-ƑConsidera que el actual gobierno tiene preferencia por los capitales extranjeros?

-Hemos dado preferencia para que desde las leyes hasta nuestra política económica se acomode a la globalización y al consenso de Washington. Y hemos descuidado tremendamente a nuestra gente, a nuestros empresarios mexicanos, a nuestros trabajadores, al empleo. La mitad de la fuerza de trabajo está en el sector informal, en chambas de bajísima productividad, con gente que no tiene acceso a ninguna protección social, o prácticamente nula, están en el lindero de la delincuencia, porque empiezan a no pagar impuestos, se cuelgan de la luz, etcétera. Hemos descuidado el ajuste interno. Tenemos que olvidarnos de dos cosas: que el mercado resuelve todos los problemas automáticamente y que los intereses extranjeros son almas de la caridad que van a salvarnos, no lo son, ni tienen por qué serlo.

-ƑHacia dónde camina el actual gobierno?

-A más de lo mismo. A Cintra -controladora de Aeroméxico y Mexicana- se la quiere vender por separado, porque se dice que hay un monopolio. Cómo va a haber monopolio si estamos compitiendo con las líneas extranjeras mucho más ricas y poderosas y prácticamente tenemos cielos abiertos. Y las queremos vender por separado. Eso quiere decir venderlas más barato. Con Telmex se declara que es una empresa dominante, Ƒen dónde? ƑEn México, donde está compitiendo con ATT, con MCI? Tenemos una visión trasnochada de lo que es la competencia en un mercado que ya está abierto. Lo que estamos haciendo es forzar a Telmex a que le pase clientes a las empresas extranjeras, a que le pase un pedazo de su mercado y las empresas extranjeras no invierten, es mentira que lo hagan, ha invertido más Telmex. Están confundidos, eso no es defensa de los intereses nacionales. Además, que yo conozca, no hay país alguno que limite a sus grandes empresas.

-ƑEl gobierno acusa falta de visión?

-Es un credo considerar que el mercado resuelve todo,eso no es cierto. Vea la política de Estados Unidos. Cuando viene el receso económico, inmediatamente bajan las tasas de interés, suben el gasto público y cuando hay empresas de ese país amenazadas por la competencia extranjera ponen un arancel al acero aunque revienten de coraje los europeos, aumentan los subsidios a la agricultura y el Congreso declara que no va a permitir que ningún tratado lesione los intereses de la industria estadunidense. Y nosotros al revés.

-Este gobierno ofreció un cambio.

-Ofreció un cambio pero siguen más o menos en lo mismo en materia económica.

-ƑQué se requiere?

-Cambios legislativos. Crear una política industrial; permitir que la banca de desarrollo preste en primer piso, no sólo en segundo, para no depender de la banca comercial.

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