Pesaron más los intereses de grupos que
la necesidad de mejorar ese servicio, afirma
Fox incumplió su palabra de descentralizar la
educación básica en el DF: López Obrador
Advierte que insistirá hasta terminar con derroche
y privilegios en el sector
ELIA BALTAZAR
El presidente Vicente Fox no cumplió su palabra
de concretar la descentralización educativa en la ciudad de México,
pues más pesaron los intereses creados de grupos y las componendas,
que la necesidad de que la educación básica se transfiriera
al gobierno local.
Así
lo afirmó ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, durante la clausura del primer congreso de
educación pública en la capital, que se llevó a cabo
en el Museo de la ciudad de México.
Allí, López Obrador recordó que el
DF es la única entidad del país que no es responsable de
la educación básica, a pesar de la petición que en
ese sentido le fue presentada a Fox, apenas comenzada la actual administración
capitalina, en 2000.
Recordó que se le hizo la propuesta de que se le
permitiera proponer al subsecretario de Educación para el DF, con
la idea de que a partir de ello comenzaran los trabajos de desincorporación,
y gradualmente esos servicios pasaran a manos del gobierno local.
Agregó: "hablamos con los integrantes del movimiento
magisterial democrático para ver a qué persona íbamos
a proponer como subsecretario, se hizo una consulta, se eligió a
un maestro y se le presentó la propuesta al Presidente".
Sin embargo, dijo, predominaron las componendas y los
intereses de grupo, y "el Presidente, que había prometido transferir
los servicios básicos, no cumplió su palabra ni con su compromiso".
El jefe de Gobierno advirtió que, sin embargo,
este tema no está agotado y su administración seguirá
insistiendo en el tema, porque lo cierto es que no se concretó la
descentralización por el "desorden" que priva en el manejo de la
educación básica en la Secretaría de Educación
Pública. "Hay mucho derroche, mucha gente que cobra sin trabajar.
Y mientras a los maestros les pagan poco, los de arriba se sirven con la
cuchara grande. Esos son los privilegios que no quieren perder", aseveró
López Obrador.
A pesar de lo anterior, el jefe de Gobierno prometió
que algún día la educación básica va a estar
en manos de maestros democráticos y que una de las reformas que
se llevarán a cabo es precisamente para acabar con los privilegios.
"Hay que aumentar el sueldo a los maestros y bajar el de los altos funcionarios
públicos". Aseguró que en la ciudad, con el mismo presupuesto
que actualmente aplican las autoridades federales, se mejoraría
la calidad de la educación.
López Obrador, además, expresó su
compromiso con la defensa de la educación pública gratuita,
porque "no queremos que sea un privilegio, sino que esté al alcance
de todos. No queremos la privatización de la educación ni
del sector salud, ni de las industrias eléctrica y petrolera".
Más tarde, el jefe de Gobierno se trasladó
a Iztapalapa para reunirse con los integrantes de las coordinaciones territoriales
de seguridad de aquella demarcación, donde criticó a quienes
utilizan el tema de la inseguridad para golpear a su gobierno, a partir
de encuestas sin fundamento que presentan un panorama sórdido del
DF. "No vamos a permitir que un grupo de notables haga una encuesta que
no tiene fundamento metodológico ni seriedad, que fue pagada por
el gobierno federal y cuyos resultados son distintos de la realidad", advirtió.