Irak, uno de los primeros en la lista, según los consejeros de seguridad de EU
Pide Bush un plan de acción preventiva contra países que fabrican armas de destrucción masiva
El proyecto estratégico estudia otras posibilidades antes de una intervención armada
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 17 de junio. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió a sus consejeros de seguridad que elaboren un plan de acción preventiva contra los países que tratan de desarrollar armas de destrucción masiva, entre ellos Irak, informó este lunes el diario The New York Times.
Al mismo tiempo, Irak minimizó el informe de un plan de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para derrocar al presidente Saddam Hussein, al señalar que no es una política nueva.
Altos funcionarios dijeron al Times que Irak es uno de los primeros países en la lista, y por ello la CIA y el Pentágono han aumentado sus esfuerzos para derrocar a Hussein, esperando evitar una invasión a gran escala. La estrategia será probablemente completada en agosto, informó el diario.
Los consejeros de Bush indicaron que el plan estratégico busca señalar que Estados Unidos posee otras posibilidades antes de una intervención armada. Esas opciones consideran operaciones conjuntas con Rusia y otros países, mientras que los objetivos potenciales incluyen naciones débiles que se han convertido en refugio para grupos terroristas, según el Times.
Este informe salió a la luz pública un día después de que un artículo del Washington Post señaló que Estados Unidos dio luz verde a un programa secreto para derrocar al presidente iraquí Saddam Hussein, que incluye la autorización para usar una fuerza letal.
Por su parte, el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, declaró que Irak se vuelve "cada día" más amenazante, aunque no confirmó si Washington proyecta un ataque preventivo para derrocar a Hussein. "Cada día que pasa su programa madura, sus capacidades en armas de destrucción masiva y su habilidad para lanzarlas evolucionan también", afirmó.
Las declaraciones del Congreso y del presidente Bush en favor de un cambio de régimen en Bagdad "indican que Estados Unidos y una serie de países piensan que el mundo estaría más seguro si hubiera un cambio de régimen", declaró el jefe del Pentágono
El pasado 10 de junio, el diario The Washington Post informó que el gobierno de Estados Unidos diseña una política de "ataques preventivos" que será parte de la "nueva estrategia de seguridad nacional" que se dará a conocer el próximo otoño.
Un funcionario citado por el diario dijo entonces que el borrador de la nueva política menciona "ataques preventivos" y el concepto de "intervención por defensa" como opciones para castigar a las naciones que Washington considera "hostiles", o a grupos que crea decididos a usar armas de exterminio masivo contra Estados Unidos.
En este contexto, Irak restó importancia el lunes a informes de medios estadunidenses en el sentido de que el jefe de la Casa Blanca autorizó a la CIA a poner en marcha operaciones encubiertas para derrocar a Hussein, al decir que no es una política nueva.
"Estados Unidos ha estado conspirando contra Irak durante los últimos 30 años", dijo el canciller iraquí, Naji Sabri, a un grupo de periodistas extranjeros durante las celebraciones del aniversario de la Unión de Periodistas Iraquíes.
"Ese reporte (de ayer del Washington Post) no tiene nada nuevo, pero la política de Estados Unidos es tratar de engañar a la opinión pública mundial de vez en cuando", dijo Sabri.
"Hemos estado confrontando la agresión estadunidense y hemos escuchado muchas de estas amenazas durante los últimos 11 años", dijo, en referencia al inicio de la guerra del Golfo después de la invasión iraquí a Kuwait en 1990. Sabri acusó a Washington de practicar la "ley de la selva" al imponer su voluntad sobre países débiles.
Varios de los principales líderes congresistas de Estados Unidos elogiaron la iniciativa de Bush para derrocar al presidente iraquí, y exhortaron a la realización de otras acciones si fallan estos esfuerzos.
Bush ha considerado a Irak como parte de un "eje del mal", junto con Irán y Corea del Norte, al decir que son países que apoyan el terrorismo internacional y tratan de elaborar armas químicas, biológicas y nucleares.
Por otro lado, el Departamento de Estado dejó en claro este lunes que no está relacionado con los controversiales comentarios de un diplomático que acusó a los medios de comunicación estadunidenses de traición por haber informado sobre la vulnerabilidad de Estados Unidos frente a los ataques terroristas.
El vocero Richard Boucher, en declaraciones a la prensa, también indicó que el Departamento no comparte la posición del diplomático acerca de que esos informes deben ser censurados por el gobierno. "Primero que nada, queda claro que el individuo escribió a título personal y sin ningún respaldo de nosotros", comentó Boucher cuando se le preguntó sobre una columna de opinión del analista del departamento, Dennis Pluchinsky, publicada el domingo en el diario The Washington Post.
"Nunca adoptamos ninguna medida a favor de la censura", afirmó Boucher, y agregó: "nunca tomamos ninguna medida en términos de calificar a periodistas de traidores".
Pluchinsky, identificado por el Post como un alto analista de inteligencia para la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado, indicó que que los informes de la prensa estadunidense sobre la falta de preparación contra ataques terroristas sirven a los extremistas que desean dañar a Estados Unidos.
A todo esto, se informó que el presunto talibán estadunidense John Walker Lindh será juzgado en agosto por cargos de conspiración con terroristas para matar a ciudadanos estadunidenses, luego de que un juez rechazó los pedidos de sus abogados para desechar el caso o cambiar el tribunal del juicio.
La defensa alegó que el joven californiano de 21 años convertido al islamismo no tendría un juicio justo en Alexandria, estado de Virginia, debido a la cercanía geográfica con el Pentágono, donde se estrelló uno de los aviones secuestrados el 11 de septiembre.
Y también en la guerra contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos, soldados estadunidenses fueron blanco de disparos en un bastión de rebeldes musulmanes en el sur de Filipinas, sin que hubiera heridos, informaron fuentes militares. Se trata del primer ataque del que se tiene conocimiento contra las tropas de Estados Unidos que han estado en la isla de Basilán desde febrero pasado.
Las fuerzas estadunidenses entrenan a los soldados filipinos que combaten al grupo guerrillero Abu Sayyaf, al que Washington vincula con Osama Bin Laden y su red Al Qaeda. El incidente ocurrió 11 días después que el misionero estadunidenses Martin Burnham y una enfermera filipina, mantenidos como rehenes de Abu Sayyaf, murieron durante una operación militar de rescate en la selva de Zamboanga del Norte, cerca de Basilán.