Aunque se recortó la agenda, acudirá la misma cantidad de feligreses: subsecretario
Prevé el gobierno local una asistencia de 12 millones de personas durante la visita del Papa
Se darán a indígenas lugares destinados por la nunciatura a funcionarios capitalinos, informa
SUSANA GONZALEZ
El mandatario capitalino, Andrés Manuel López Obrador, no abordará con el papa Juan Pablo II ningún tema en específico, sólo le dará la bienvenida a la ciudad, adelantó el subsecretario de Gobierno, Alejandro Encinas Rodríguez. Asimismo, anunció que los espacios que la nunciatura católica destinó a funcionarios de la administración local serán cedidos a indígenas que quieran presenciar la ceremonia de canonización de Juan Diego, que encabezará el pontífice.
"Es una ceremonia religiosa que merece todo nuestro respeto y no ha de convertirse en un acto político, ni nosotros queremos quitar el espacio a gente que merece estar dentro del atrio o en la Basílica", explicó.
Por otra parte, indicó que pese a que la agenda del Papa para su quinta visita a México fue modificada para acortarla, las autoridades capitalinas descartan que se reduzca el número de feligreses que acudirán a la canonización de Juan Diego en la Basílica de Guadalupe.
Encinas consideró que los cambios en los recorridos del pontífice "van a limitar que lo vea más gente, puesto que se suspende fundamentalmente el recorrido de la nunciatura a la residencia oficial de Los Pinos, pero no esperamos que se reduzca el número de visitantes sino que aumente la concentración de personas en las rutas que se establezcan".
Calculó que unos 12 millones de personas buscarán ver al Papa, y subrayó que el gobierno capitalino brindará todo el apoyo necesario a las actividades del jerarca de la Iglesia católica y para que se encuentre en buenas condiciones.
Encinas manifestó que el Estado Mayor Presidencial tomará posesión del recinto de la nunciatura apostólica, donde se alojará Juan Pablo II, mientras el gobierno capitalino y la delegación Alvaro Obregón pondrán en marcha un dispositivo especial para garantizar los servicios públicos y atender a la gente que se concentre alrededor del inmueble para ver al Papa, aunque recordó que "evidentemente la casa estará aislada para que no haya ningún problema o presión ahí durante la estancia del Papa".