Deportan a cuatro indocumentados
Llegaron a Michoacán los restos de indígena muerta en desierto de Arizona
ERNESTO M. ELORRIAGA Y JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSALES
Los restos de Guillermina Sánchez Solís, migrante michoacana que falleció deshidratada en el desierto de Arizona el 10 de junio, arribaron a la comunidad indígena de Cherán, su tierra natal.
La Coordinación de Asuntos Migratorios del gobierno del estado informó también que en lo que va del año, ocho michoacanos han muerto en el intento de cruzar la frontera norte.
Las investigaciones señalan que Sánchez Solís intentaba llegar a Estados Unidos donde trabaja su esposo. Iba acompañada por sus tres hijos menores, sin embargo, la falta de agua y las altas temperaturas que se han registrado en aquella zona le ocasionaron una grave deshidratación.
La mujer y sus hijos fueron abandonados por el traficante de indocumentados que los llevaba, y la Patrulla Fronteriza los encontró.
Por otra parte, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos deportó ayer a cuatro migrantes, entre ellos una menor de edad, quienes viajaban en el vehículo que presuntamente balearon efectivos militares el pasado viernes, al poniente de Mexicali.
Claudia Montes Zataráin, de 22 años, y Cindy Garza Zataráin, de seis, ambas oriundas de Baja California; Roxana Benjamín Martínez, chiapaneca de 27 años, y César Ramírez Silva, de 33, originario de Guerrero, fueron deportados la tarde de este martes por la garita internacional de Mexicali, frontera con Calexico, California.
Los migrantes permanecieron cuatro días detenidos, las mujeres en San Diego y Ramírez Silva en El Centro, California, luego de que el viernes anterior los arrestó la Patrulla Fronteriza en la zona semidesértica ubicada en los límites de Mexicali, cerca del cerro El Centinela.
Los migrantes pretendieron internarse en territorio estadunidense junto con 19 salvadoreños el viernes pasado, cuando fueron víctimas de una agresión armada que provocó un accidente, en el cual 11 indocumentados resultaron lesionados.
El cónsul de México en Calexico, Alfredo Benítez Hernández, destacó que los migrantes mexicanos no se quedaron en calidad de testigos para la investigación que realizan las autoridades estadunidenses sobre el incidente del pasado día 14, porque no identificaron quién les disparó.