Urge modificar la ley órganica y dar autonomía al instituto, señala el director
En las actuales condiciones, el IPN sólo sobrevivirá 10 años, asegura Correa Jasso
Con más presupuesto y recursos autogenerados solucionarían algunas carencias
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 19 de junio. En las actuales condiciones el Instituto Politécnico Nacional (IPN) sólo podrá sobrevivir 10 años, sostuvo su director, Miguel Angel Correa Jasso, y explicó que 84 por ciento del presupuesto de esta institución de educación media superior y superior se destina al pago de sueldos del personal docente y administrativo.
Entrevistado después de la firma de un convenio de colaboración con el gobierno estatal, Correa Jasso explicó que "el futuro del IPN no es nada halagador; urge la reforma jurídica" que implica, como eje central, la aprobación de la autonomía por parte del Consejo General Consultivo y la ratificación por el Congreso de la Unión.
Dijo que el IPN es una institución compleja, con más de 60 unidades académicas donde se atiende a más de 174 mil estudiantes en bachillerato, licenciatura y posgrado, así como a 90 mil profesionistas.
El instituto tiene una planta de docentes e investigadores de 14 mil personas, aproximadamente, e integra una oferta académica variada en los niveles medio superior y superior. De sus aulas egresan cada año alrededor de 25 mil técnicos, profesionales y posgraduados, y existen 11 opciones de titulación, mediante las cuales egresan más de 15 mil alumnos por año, explicó Correa Jasso.
"En este marco se hace necesaria la reforma jurídica, porque en su calidad de organismo desconcentrado (el IPN) está en desventaja respecto de otras instituciones educativas públicas con régimen jurídico autónomo o descentralizado de la Secretaría de Educación Pública", señaló.
Esta desventaja, dijo, se debe a la complejidad de trámites relacionados con la asignación y ejercicio presupuestal que se deben realizar ante diversas dependencias del sector público, independientemente de los costos de oportunidad al no contar con un esquema de gobierno diferente que permita realizar una plena integración de los servicios educativos que ofrece el IPN.
Indicó que ante esta circunstancia se creó una comisión que revisará la Ley Orgánica, lo cual permitirá realizar un sondeo de opinión y el trabajo metodológico para definir las etapas que conducirán a la reforma de dicha ley, donde estará consignada la nueva figura jurídica del IPN, con las características que describe la Constitución, la Ley General de Educación y la Ley para la Coordinación de la Educación Superior.
Correa Jasso aseguró que las "inercias" que se oponen a esta reforma jurídica son "normales", debido a que cuando se intenta terminar con canonjías que han existido por años, los grupos afectados -en este caso el sindicato de trabajadores y ex directores del instituto- "intentan politizar situaciones".
La urgencia para hacerse de mayores recursos se debe a la necesidad de combatir los rezagos. "Los más graves" tienen que ver con la infraestructura del IPN, pues decenas de edificios presentan cuarteaduras provocadas por los sismos de 1985 y se han acentuado con temblores posteriores. También es necesario renovar todas las instalaciones eléctricas, los laboratorios y centros de cómputo, y dar mantenimiento a talleres, aulas y áreas administrativas.
Con más presupuesto y recursos "autogenerados" -que se obtienen con los convenios de trabajo o proyectos con empresas privadas- se solucionarían algunos problemas. Sin embargo, para eso se debe realizar primero una reforma jurídica, dijo.
Durante la firma del convenio de coordinación, la comunidad de egresados del IPN en Chiapas planteó a la institución y al gobernador Pablo Salazar la creación de un centro de educación continua en la entidad, un centro de investigación y la retransmisión por el sistema abierto del Canal 11.
Correa Jasso sostuvo que esto será posible siempre y cuando el gobierno estatal colabore con los recursos necesarios. Por lo pronto, Pablo Salazar ofreció "los terrenos" para iniciar los trabajos.