Las medidas de seguridad, en conjunto con el EMP
En la terminal aérea del DF, todo listo para recibir al Papa
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) todo está listo, en combinación con el Estado Mayor Presidencial (EMP), para recibir al papa Juan Pablo II, quien arribará procedente de Guatemala el próximo 31 de julio en un vuelo especial de la aerolínea TACA, informó Enrique González, director general de la terminal aérea capitalina.
Puntualizó que para evitar que el jefe de la Iglesia católica haga esfuerzos innecesarios al descender de la aeronave, por instrucciones del EMP se está modificando uno de los montacargas que comúnmente se utiliza para subir o bajar pasajeros minusválidos. Ya en tierra, será trasladado de la terminal aérea a la nunciatura apostólica en el papamóvil.
Sergio Bolio, comandante del AICM y encargado del área de seguridad, explicó algunas medidas que serán reforzadas durante la llegada y la salida del Papa. Dijo que de común acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, el EMP y las corporaciones policiacas destacadas en el aeropuerto, se tienen previstos diversos dispositivos, aunque "lo que más preocupa no es lo que pueda suceder al interior del aeropuerto, donde hay un control, sino en la periferia, donde se reunirán miles de personas que quieren ver al Papa".
González, por su parte, habló de la elaboración de un programa de desplazamiento de las diversas aerolíneas de pasajeros y carga que operan en el AICM y que dentro de cinco años deberán comenzar a trasladarse a la nueva terminal, en los terrenos de Texcoco, que "para entonces deberá tener terminada la primera de las dos fases que comprenderá ese nuevo aeropuerto".
Dijo que desde ahora autoridades del AICM y representantes de las empresas aéreas nacionales y extranjeras llevan a cabo reuniones en las que analizan los aspectos que integrarán un programa de desplazamiento debidamente estructurado hacia el nuevo aeropuerto, el cual se seguirá desarrollando en los años por venir. Se trata, agregó, de un proyecto con suficiente tiempo de antelación para atender los futuros cambios y evitar cualquier desorden o confusión.
De los locales comerciales, bancos, casas de bolsa, restaurantes y toda la gama de negocios que existe en el AICM, González aseguró que no habrá problemas, porque todos los que cuentan con una concesión tienen como meta final de la misma el año 2006.
"Nadie podrá ir más allá en una concesión dentro de las instalaciones de la actual terminal aérea, y mucho menos en torno al nuevo aeropuerto, del cual no podemos hablar nada concreto", expuso.
Respecto al funcionamiento actual del aeropuerto, dijo que a partir de agosto próximo se espera recuperar los niveles que se tenían hasta mediados de 2001 y posiblemente se alcancen las 350 mil operaciones anuales, además de un movimiento de pasajeros de 22 millones.
"Las finanzas del aeropuerto son sanas, trabajamos con números negros", afirmó el funcionario, que espera que se logre un gasto en obras y servicios de aproximadamente 220 millones de pesos, similar a lo que se erogó el año pasado, cuando se terminaron de construir el módulo 11 con ocho puntos de contactos para vuelos internacionales y el nuevo estacionamiento para automóviles con mil 300 cajones.
TRIUNFO ELIZALDE