lunes 24 de junio de
2002 |
n Con el estacionamiento subterráneo, desdén al valor patrimonial, dice la misiva |
Carta de la Unesco a Paredes: el CH, en riesgo de ser catalogado "en peligro" |
Martín Hernández Alcántara n |
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) envió un oficio al presidente municipal de Puebla, Luis Paredes Moctezuma, indicándole que en su proyecto de estacionamientos subterráneos para el Centro Histórico "no se ha tomado en cuenta la necesidad y obligación de proteger las áreas de valor patrimonial ni los efectos negativos para los ciudadanos". |
Además, el
organismo que el 11 de diciembre de 1987 incluyó a la
zona monumental de la Angelópolis en la nómina del
Patrimonio Mundial le sugiere al edil que la
construcción de los aparcamientos colocaría en riesgo
la categoría internacional otorgada al área, pues le
pide que "haga lo posible para no poner al Centro
Histórico de Puebla en la Lista del Patrimonio Mundial
en Peligro...". Asimismo, la Unesco le recuerda al munícipe que, como parte de los convenios internacionales suscritos por México, el Estado debe presentarle al organismo los proyectos y estudios sobre las repercusiones que intervenciones de la magnitud de los estudios previstos en el zócalo de Puebla pudieran tener. Estos estudios también deben mencionar las consecuencias sobre el estado de conservación del bien y el impacto que ocasionaría tanto el marco físico como sobre las actividades regulares e imagen que la población tiene del lugar". También le señala que hasta el momento el ayuntamiento no cuenta con el acuerdo obligatorio que debe hacer con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para poder realizar los aparcamientos. La advertencia El 17 de junio de 2002 Francesco Bandarín, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, envió a Luis Paredes Moctezuma el oficio con la clave de referencia WHC/74/ 220.1/ CN/mgl/127, cuya copia fue proporcionada a este diario por Lorena Gómez Blanco, integrante de la organización civil local Voz y Fuerza Ciudadana. En ese documento el directivo le menciona al edil: "Por información recibida vía el INAH, la Oficina de la Unesco en México, la prensa local y cartas de la Sra. Lorena Gómez Blanco (integrante de Voz y Fuerza Ciudadana) hemos tenido conocimiento de la preocupante situación que afecta al Centro Histórico de Puebla, en particular la Plaza de la Constitución (sic), dado que ciertas partes de este importante monumento han sido destruidas con el fin de construir varios estacionamientos subterráneos". Y añade: "No hay duda que la congestión vehicular urbana es un problema recurrente en los centros históricos donde se requiere decisiones bien fundadas y a veces drásticas. No obstante lo anterior, y en el caso del Centro Histórico de Puebla (basándonos en las recomendaciones del estudio de monitoreo que se llevó a cabo por iniciativa del INAH el pasado mes de mayo), se han tomado decisiones que no toman en consideración todas las alternativas posibles para solucionar este tipo de dificultades. En particular, en vuestra decisión de construir estacionamientos subterráneos, no se ha tomado en cuenta la necesidad (y obligación) de proteger áreas de valor patrimonial ni los efectos negativos para los ciudadanos". Luego, el director del Centro del Patrimonio Mundial le recuerda a Paredes Moctezuma que la plaza pública principal fue incluida junto con el Centro Histórico de Puebla en la Lista del Patrimonio Mundial en 1987, y que el 23 de febrero de 1984 México se adhirió a la Convención del Patrimonio Mundial, asumiendo la obligación de cumplir todas las normas establecidas por ésta. Dice que los artículos 4 al 6 y el 16 de la convención, así como el numeral 68 de las directrices prácticas sobre la ejecución de la Convención para el Patrimonio Mundial, mencionan, entre otros, que uno de los deberes más importantes de las autoridades de los Estados que signan el convenio referido "es el de presentar al Comité del Patrimonio Mundial los proyectos y estudios sobre las repercusiones que intervenciones de la magnitud de los estacionamientos previstos en el Zócalo de Puebla, pudieran tener. Estos estudios también deben mencionar las consecuencias sobre el estado de conservación del bien y el impacto que ocasionaría tanto el marco físico como sobre las actividades regulares e imagen que la población tiene del lugar". Y agrega: "Más aún, el Centro Histórico de Puebla depende de una protección local y federal que impone un acuerdo previo entre la Municipalidad y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, acuerdo que actualmente no existe, ya que tenemos entendido que el INAH prohibió continuar con las obras emprendidas el pasado 3 de junio". En esa lógica de argumentos legales, Franceso Bandarín le externa a Luis Paredes Moctezuma: "La Ley y todas las etapas administrativas, locales, federales e internacionales deben ser respetadas con el fin de preservar bienes de valor para los ciudadanos mexicanos y la Humanidad. Es con ese mismo espíritu que el Centro del Patrimonio Mundial otorgó asistencia a la ciudad de Puebla a raíz del terremoto de 1999 y que nos dirigimos a usted ahora". El directivo se despide del presidente municipal manifestándole: "En la espera de que haga lo posible para que no sea necesario poner al Centro Histórico de Puebla en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, y de contar con su cooperación, quedo a su entera disposición para cualquier información adicional que considere necesaria". Al final del oficio, Francesco Bandarín incluye dos anexos, uno con la transcripción textual de los artículos 4, 5 y 6 de la Convención Sobre la Protección Mundial, Cultural y Natural, y otro con el artículo 68 de las Directrices prácticas sobre la aplicación de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial. Tercera
llamada |