lunes 1 de julio de 2002 |
Editorial Consulta poco confiable |
Este domingo se realizó la
consulta que organizaron los ayuntamientos panistas de
Puebla y San Andrés Cholula para que la población que
vive en la franja limítrofe que está en disputa entre
ambos gobiernos decida a qué municipio quiere
pertenecer. A los habitantes de esta zona se les hizo
únicamente una pregunta, y según los resultados
oficiales participó alrededor del 50 por ciento de las
más de 10 mil personas que viven en dicha área. Consultar a la población para que un gobierno tome decisiones o lleve a cabo proyectos es una práctica democrática. Sin embargo, el plebiscito que llevaron acabo las administraciones municipales de Puebla y San Andrés Cholula no resultó ser ejercicio democrático, pues hay elementos que así lo hacen suponer. Los motivos para sospechar que no fue un proceso confiable son que no hubo un padrón de los habitantes que podían participar. Además, en el diseño de la metodología y en la organización que se utilizó no se tomó en cuenta ni al Congreso del estado ni al gobierno del estado, que participan en la comisión especial que creó el Poder Legislativo para solucionar el conflicto limítrofe, y donde había el acuerdo de que todas las decisiones que ahí se tomara serían por consenso. Los ayuntamientos panistas en cuestión actuaron unilateralmente, y días previos a la consulta había la sospecha de que todo estaba dispuesto para que ganara la Comuna de San Andrés Cholula -tal como finalmente sucedió-, motivo por el cual no se permitió que una parte neutral interviniera en la realización del plebiscito. La consulta resultó ser muy limitada, ya que se pudo aprovechar para preguntar a la población de los problemas crecientes que hay en la zona limítrofe como resultado de la conurbación que ha habido sin ninguna planeación o regulación. |