lunes 8 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Estudios geotécnicos descubren fracturas y desplazamientos en la pirámide de Cholula
Las obras de reestructuración de SC e INAH en el santuario de Los Remedios, inservibles, aseguran

Ignacio Juárez Galindo n

Contrario a los informes del INAH y de la Secretaría de Cultura estatal, para los integrantes de la Comisión Diocesana de Arte Sacro (CDAS) en Puebla y varios especialistas, los primeros trabajos de reconstrucción del santuario de la virgen de los Remedios, ubicado sobre la pirámide prehispánica de Cholula y afectada por el sismo del 15 de junio de 1999, "no sirvieron de nada", ya que las reparaciones fueron reducidas sólo al apuntalamiento del templo y "maquillar" los daños, la obra costó varios millones de pesos y no se solucionó los problemas estructurales más graves, además de que la Constructora AMPISA, responsable de la obra, nunca realizó un estudio técnico para dar una solución integral al problema.
Ante esta situación, y después de varios meses de gestiones, la CDAS, encabezada por el párroco de San Pedro Cholula, Rafael Amador, en unión con el Fideicomiso para la Reconstrucción de Monumentos Históricos, Templos y Edificios Públicos, así como varias empresas constructoras, reanudaron los trabajos de reparación y llevaron a cabo un estudio geotécnico tanto de la pirámide como del santuario que sentó las bases para una rehabilitación estructural del inmueble, la cual quedará concluida el 15 de agosto.
Considerado como "un estudio histórico" por los participantes en el plan de rescate del santuario, el análisis geotécnico arrojó nueva información y datos relevante sobre la pirámide, como son las diferentes capas o "contactos estratigráficos" que la conforman, las características de los materiales -adobe y arcilla- y, principalmente, la existencia de fracturas, probables cavidades u oquedades, y la posibilidad de que ocurran desplazamientos en las áreas sur y oriente de la estructura prehispánica.
Las anteriores fueron algunas de las conclusiones dadas a conocer por Amador Tapia, Alberto Isaac Lagunes Torres y Genaro Azomoza, de la empresa Ingeniería Civil en Desarrollo (ICD) -encargada de dicho estudio-, Moisés Morales Arizmendi, integrante de la CDAS, así como Carlos González Espinosa, gerente general de Nabla Ingeniería y Diseño, responsable del proyecto de rehabilitación estructural del santuario de la virgen de Los Remedios.
En entrevista con La Jornada de Oriente, coincidieron en señalar que la detección de las fracturas, cavidades y desplazamientos permiten "una orientación a la prevención de problemas geotécnicos y obligan a las autoridades del INAH a realizar futuras investigaciones arqueológicas". A la par, recomendaron la realización de acciones que coadyuven a la conservación de basamentos piramidales, la inspección de los túneles ya existentes y el estado que guardan los materiales de la "estructura térrea", pero aclararon que la intervención deberá ser especializada, interdisciplinaria, "arqueológicaestructuralgeotécnica".
Reunidos en la parroquia de San Pedro Cholula, los especialistas de ICD y Nabla afirmaron que este trabajo realizado en el santuario de Los Remedios es único en todo el país debido a las características y dimensiones tanto de la pirámide como del santuario. En Oaxaca, agregó Moisés Morales existe un complejo similar pero de menores dimensiones, además de que dicho análisis, consideró, no sólo las condiciones de los inmuebles, sino también el entorno donde están ubicadas.
Para Rafael Amador Tapia a pesar de los informes oficiales del INAH y la SC, los trabajos realizados por AMPISA estuvieron limitadas sólo al apuntalamiento del templo, nunca se terminó la rehabilitación ni se solucionó los principales problemas de la estructura. Esta situación, agregó, permitió a la CDAS seguir luchando por la conclusión de los trabajos del santuario, y con el apoyo del fideicomiso para la reconstrucción, la participación de las estructuras civilesreligiosas de los 10 barrios y pueblos de ese municipio, así como aportaciones económicas de la fundación cultural Volkswagen, se cubrieron los gastos de la obra.
En total, informó, los estudios -topográfico, geotécnico y estructural- tuvieron un costo de 500 mil pesos, y los trabajos de rehabilitación, 2.3 millones de pesos. Las obras iniciaron el 28 de enero pasado, y el compromiso es concluir para el 15 de agosto, 15 días antes de la fiesta de la virgen de Los Remedios. "Fue mucho menos a los millones que se gastó con AMPISA", aseveró.
A decir de los entrevistados, "los principales errores" cometidos en el proceso de reestructuración de la iglesia fue el contratar a una empresa -AMPISA- que "carecía de experiencia" en la consolidación de este tipo de monumentos, lo cual provocó que sólo se pusiera en marcha trabajos de rehabilitación de "maquillaje", no se realizó un estudio general sobre las condiciones del inmueble; no había datos confliables ni reales sobre el reforzamiento que necesitaba la estructura; se "inventó un coeficiente sísmico" del inmueble que no permitía tener datos reales sobre las cargas que el edificio podía resistir en su conjunto.
"La primera intervención no sirvió para nada, pese a los trabajos y lo que trató de hacer, al final se comprobó que no se hizo nada. El proyecto elaborado, y que debe concluir el 15 de agosto, resultó más barato que otro tipo de intervenciones, en las que se presupuesta cantidades innecesarias, el costo es mucho mayor, y al final no sirve para nada", sostuvo Genaro Azomoza.
Los errores cometidos por la empresa, indicó Moisés Morales, fueron muchos, pero la base principal fue no haber considerado al santuario y la pirámide como una sola unidad. Lo que hizo una vez la comisión diocesana que intervino en el santuario, continuó, fue realizar un estudio sobre el sitio o la parte donde está asentada la iglesia, para posteriormente, con base en resultados reales y serios, diseñar un proyecto estructural de rehabilitación.
Para poder efectuar un proyecto de rehabilitación, explicó Alberto Isaac Lagunas Torres, y que éste pudiera resistir todas las cargas de diseño, principalmente las provocadas por sismos, se requería incorporar de manera confiable las condiciones topográficas y geológicas que predominan en el lugar.

La seguridad estructural de cualquier obra debe considerar las características estratigráficas y mecánicas del terreno de cimentación.
El estudio geotécnico, señaló, consistió en la exploración del subsuelo mediante calas a una profundidad de dos metros, un análisis geoeléctrico, con una profundidad de 40 y 50 metros; y otro de "sísmica de refracción", en donde se mide y calcula las ondas sísmicas que afectan al inmueble. A decir del integrante de ICD, los resultados de este sondeo sacaron a la luz información que no se tenía sobre la pirámide y que pueden ser capitales para otros estudios; también sirvió para tener datos científicos sobre los cuales proyectar una estrategia de reestructuración del inmueble.
Entre las conclusiones a las que se llegaron, apuntó, es que la pirámide presenta diferentes "discontinuidades" como son "sistemas de fracturamiento" y una serie de bloques en la estructura térrea, siendo los ubicados en el sur y oriente los que presentan una mayor tendencia a los desplazamientos. Existen probables cavidades u oquedades en el cuerpo de la pirámide. Es necesario una investigación geotécnicaestructuralarqueológica en todo el conjunto prehispánico para sugerir las acciones que "eviten poner en riesgo la seguridad estructural del conjunto".
Las áreas con mayores daños estructurales debido al sismo del 15 de junio de 1999 son las torres y anexos, principalmente el sur, con grietas, fracturas y colapsos. Es necesario llevar a cabo la reparación de muros de contención y contrafuertes en la zona oriente, que presentan "serios daños de intemperismo" y desplazamientos en acabados y en sus elementos de desplante; obras de drenaje complementarias, como contracunetas y lavaderos que capten y canalicen el agua de los escurrimientos fuera de la zona de la pirámide.
Deberá llevarse a cabo, subrayó Lagunas Torres, "la revegetación, no sólo de la superficie del talud en esta zona, sino de toda el área que constituye la última plataforma de la pirámide, de tal forma que se unifique la absorción del agua de la estructura piramidal, manteniendo las condiciones de humedad similares y evitando la erosión de los materiales que constituyen el monumento prehispánico y la regeneración de asentamiento o posibles zonas de desconchamientos o deslizamientos".