lunes 8 de julio de 2002 |
Editorial El estacionamiento subterráneo y la catedral |
Este domingo el arzobispo de
Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco, en la tradicional rueda
de prensa que ofrece semanalmente, de manera escueta
dejó entrever que está de acuerdo en que el
ayuntamiento de la capital construya un estacionamiento
subterráneo en la calle 3 Oriente, entre la Catedral de
la Angelópolis y el zócalo. Ante esta reacción que tuvo el prelado sería importante hacernos las siguientes preguntas: ¿el arzobispo sabe de la inestabilidad del suelo que se puede provocar y afectar a la Catedral cuando se haga los trabajos de construcción del aparcamiento? ¿Conoce el costo que tendrá dicha obra? ¿Ya supo de todos los detalles del proyecto y sus posibles implicaciones? Tal vez el dirigente católico tiene respuestas a todas estas interrogantes, por lo que sería importante que compartiera con la opinión pública esa información. El problema del estacionamiento va más allá del tema de la conservación de los árboles del zócalo y de la traza histórica de esta plaza -asuntos que además no son menores, ya que es parte de la conservación del Centro Histórico, que es patrimonio cultural de la humanidad-, sino también de la viabilidad de los planes del ayuntamiento de fomentar que haya más coches circulando en las calles céntricas de la ciudad y de que hasta ahora se ignora cómo se respaldará financieramente la construcción de esa obra. Por eso, el aval que al parecer esta dando el arzobispo a la construcción del estacionamiento es preocupante, ya que se ignora cuáles podrían ser las consecuencias para la Catedral, una de las iglesias más importantes de Puebla y del país, y uno de los inmuebles fundamentales del patrimonio cultural de la humanidad. |