Economía, sin temor por la desgravación en 2003
Crece la exportación de fruta, pero EU la devuelve
procesada
Destaca el gobierno la
competitividad en hortofruticultura
MATILDE PEREZ U. Y PATRICIA MUÑOZ
México, ¿país de hortofruticultores
por las ventajas comparativas? Sí, dicen con optimismo en las secretarías
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa) y de Economía (SE), y como carta de presentación
alegan que desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) las exportaciones de frutas a Estados Unidos aumentaron
76 por ciento y las de hortalizas 26.
Si bien México ha incrementado hacia ese país
sus exportaciones de frutas frescas y hortalizas, la balanza comercial
agroalimentaria refleja que Estados Unidos las devuelve ya procesadas como
conservas y productos elaborados.
Por ejemplo, entre 1994 y 2000 las importaciones de conservas
vegetales alimenticias tuvieron un incremento de 77 por ciento y las de
frutas conservadas y deshidratadas de 300 por ciento, según la balanza
comercial agropecuaria y agroalimentaria histórica del Banco de
México y la Secretaría de Economía.
Para las dos dependencias, la desgravación de casi
la totalidad de los productos agropecuarios en el contexto del TLCAN no
tendrá efectos tan "graves ni negativos." Pero no dicen que el acelerado
dinamismo de las exportaciones de frutas a Estados Unidos se da por la
ausencia de esquemas especiales de protección y porque los aranceles
más altos que el gobierno de ese país impuso a esos productos
son de 2 por ciento y se aplican sólo a mangos, piña, higo
y dátiles.
Tampoco mencionan que la producción de frutas y
hortalizas para la exportación requiere de muy elevadas inversiones
y de riego, y que en caso de un acelerado crecimiento habría una
rápida saturación de los mercados, y allí ni ventajas
comparativas ni nada frenarían las pérdidas.
Sin embargo, el secretario de Comercio, Luis Ernesto Derbez,
resalta que uno de los componentes más dinámicos del PIB
es el sector agropecuario, y como ejemplo señala que en el intercambio
comercial con Estados Unidos, las exportaciones de frutas y hortalizas
mantienen una tendencia de crecimiento desde 1993. En ese año las
exportaciones fueron por mil millones de dólares y en 2002 superaron
los tres mil millones de dólares.
Destaca que las hortalizas -col, pepino, cebolla, tomate
y espárragos- mantuvieron una participación de entre 70 y
80 por ciento y las frutas -fresa, frambuesa, melón, papayas, mango
y sandía- entre 70 y 90 por ciento en las importaciones realizadas
por Estados Unidos, es decir, "estamos dominando ese mercado". Además,
"somos altamente competitivos en flores, aguacate, tequila, café,
jugo de naranja y carne de cerdo".
Niega que haya temor frente a la desgravación
de 2003, pues mediante el Programa de Mejoramiento de la Comercialización
de Alimentos (Procoma) se están construyendo las cadenas agroalimentarias
para estrechar los vínculos entre los sectores agropecuario e industrial
con el fin de hacer más rentable la producción y abatir la
especulación comercial. Ya están en operación las
de limón, aguacate, mango, arroz, papa, guayaba y ornamentales.
En proceso de organización están: durazno,
uva, manzana, naranja, sandía, pepino, melón, plátano,
jitomate, nuez, cebolla, nopal, tuna, fresa, ajo, brócoli, calabaza,
zanahoria, tomate verde, papaya, chile, piña, frijol y hortalizas
de invernadero.
Se están cumpliendo los plazos de eliminación
gradual de aranceles pactados en el tratado, el cual establece una salvaguarda
especial (acceso preferencial para una cantidad definida que refleje la
importación histórica del producto) para puerco, manzana,
papa y café procesado.
El subsecretario de Agricultura de la Sagarpa, Francisco
López Tostado, advierte que en ese esquema de liberación
comercial habrá productores que quedarán fuera "por no estar
en zonas productivas o porque carecen de un esquema de desarrollo que les
permita ser exitosos".
No habla de ese número de familias o de campesinos
que no recibirán los beneficios del comercio libre pero sí
tendrán que afrontar sus consecuencias. Y precisa: "No digo que
se salgan del campo, sino que deben ser reacomodados en otra actividad.
En eso estamos trabajando".
Asegura: "El libre comercio tiene camino, sólo
que la actitud de autoridades y productores debe ser totalmente diferente;
hay que dejar de ver tres o cuatro campos y hablar de uno solo, darle sinergia
para tener mayor velocidad en las acciones. No vamos por un trato especial,
sino por una intención distinta, acorde a las políticas y
a los esquemas de competencia y competitividad con quienes estamos metidos.
Pugnaremos por una política espejo que nos permita igualdad de condiciones".
Con los agricultores, explica, hay un trabajo intenso
para que tengan claro que los apoyos o subsidios no son un regalo o dádiva
sino parte sustancial de su proyecto; que una de las acciones es la organización
de cadenas agroalimentarias; tener y manejar la información de lo
que pasa en los mercados interno y externo, cuáles son las tendencias.
"Hay que romper las ataduras de la creencia de que ya se sabe qué
producir y el mercado descubierto va a durar toda la vida", expone.
López Tostado se dice preocupado por los productores
de granos, cereales y oleaginosas; a partir del próximo año
trigo, arroz, cebada y copra dejarán de tener arancel. "El sector
primario se quedó atrás en la pichada del TLCAN por
la falta de una ejecución coordinada en el desarrollo de habilidades,
de infraestructura, por no tener capacitación; por eso urge la integración
de las cadenas agroalimentarias", indica.
El funcionario refuta a quienes han señalado a
los agricultores como malos empresarios, sin capacidad. "Ellos conocen,
aprenden rápido y tienen experiencia; eso y la tenacidad serán
lo que vamos a empujar para que amplíen su conocimiento de los mercados
y hagan análisis gerenciales antes de tomar decisiones."
Afirma que en ese contexto, los apoyos que
se dan por conducto de los programas de Alianza para el Campo y Procampo
dejarán de utilizarse en esquemas de emergencia, y serán
aplicados para fomentar la capitalización de los productores. "Volverán
a tomar el objetivo para el que fueron creados", prevé.
El asunto ya ha desatado observaciones de los productores
agrícolas de los sectores social y privado. Ambos consideran que
el Procampo -que concluirá en 2008- y otros programas deben alargar
su vigencia, pues de ellos depende la subsistencia de la mayoría
de los productores de granos, principal fuente de ocupación del
sector agrícola; además, la tendencia de los países
desarrollados es mantener e incluso incrementar los apoyos al sector agropecuario.
De acuerdo con un comparativo que sobre subsidios realizó
el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), tomando en cuenta la superficie
agrícola, entre 1998 y 2000 el apoyo por hectárea que los
países de la Unión Europea dieron a sus agricultores fue
de 762 dólares; los de la OCDE 198; Estados Unidos 120, y México
45.
"Mientras la eliminación de subsidios no sea una
realidad en el ámbito mundial, en el país no se puede dejar
de apoyar al sector con esquemas que le permitan una competencia más
justa", resalta el CNA. Y hace una advertencia: "No se perciben avances
de primordial importancia entre los agricultores pequeños y medianos.
En esa área no ha existido el suficiente interés ni equidad
para que se tengan las mismas o semejantes condiciones para la promoción
del desarrollo regional y rural de los dos socios comerciales".
Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria
(Aserca), organismo descentralizado de Sagarpa, indica que en el sector
se ha registrado mayor dinamismo en la preparación de frutas y legumbres,
industria de la cerveza y malta, carnes, lácteos y azúcar.
Desde 1994, hortalizas y frutas han sostenido un crecimiento promedio anual
en sus exportaciones de 7 y 4 por ciento, respectivamente; cada una contribuyó
con 17 por ciento del valor total de la producción, pese a ocupar
superficies muy inferiores a la destinada a la siembra de arroz, maíz
blanco y trigo.
México se suma al círculo de los países
subdesarrollados donde predomina la producción de frutas, flores
y hortalizas, y bienes de consumo complementario; al menos esa es la orientación
que propalan las autoridades.
Producción nacional
Cultivo
|
Toneladas
|
1994
|
2000
|
Naranja |
Producción |
3,191,100 |
3,520,000 |
|
Consumo |
3,337,000 |
3,047,000 |
Piña |
Producción |
228,600 |
504,300 |
|
Consumo |
259,000 |
474,000 |
Uva |
Producción |
536,900 |
482,800 |
|
Consumo |
520,000 |
401,000 |
Papa |
Producción |
1,167,200 |
1,477,300 |
|
Consumo |
1,330,000 |
1,769,000 |
Trigo |
Producción |
4,150,922 |
3,397,768 |
|
Consumo |
5,476,493 |
5,633,904 |
Cebada |
Producción |
307,266 |
739,817 |
|
Consumo |
354,869 |
898,767 |
Cártamo |
Producción |
63,924 |
95,068 |
|
Consumo |
64,591 |
89,187 |
Fuentes: Sagarpa y Consejo Nacional Agropecuario
Arroz
-En 1994, 87.7 mil hectáreas eran destinadas al
cultivo del cereal; en 2001 sólo 43 mil hectáreas.
-Producción nacional a pique: en 1994, 370 mil
toneladas; 2001, 300 mil toneladas.
-Desaparecieron 52 molinos, 8.5 millones de jornales y
33 mil empleos directos e indirectos.
-Consumo interno: un millón de toneladas.
-Estados Unidos es el único abastecedor del cereal
al país.
-En siete años, las importaciones casi se duplicaron
y rebasan ya las 600 mil toneladas.
-Los productores estadunidenses reciben subsidios por
69 por ciento del costo de producción. En México sólo
tienen los 875 pesos por hectárea del Procampo.
Manzana
Este es uno de los frutos de mayor consumo nacional. Su
situación desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte es la siguiente:
-Las importaciones aumentaron 17 por ciento y en 2001
alcanzaron las 274 mil toneladas.
-Se cultiva en 23 estados y abarca una superficie aproximada
de 60 mil hectáreas.
-Rendimiento promedio nacional de 7.4 toneladas por hectárea.
-Los productores mexicanos enfrentan una agresiva incursión
de Estados Unidos en el mercado con las variedades gala y fuji, a precios
subsidiados.
Las preferencias del consumidor siguen siendo por las
manzanas rojas, oro y roma.