Vigente, el conflicto en Chiapas; que las armas no hablen no es la paz, considera Ituarte
El silencio zapatista responde a la decepción provocada por el gobierno, señala Samuel Ruiz
Presentó la Conai el archivo histórico documental de sus actividades
ROSA ELVIRA VARGAS
Chiapas sigue en guerra y se mantiene sin respuesta la pregunta formulada desde el sexenio pasado sobre quién manda en esa entidad. Tampoco se vislumbra algún escenario de reactivación del diálogo, y ante ello la sociedad civil debe manifestarse en este momento histórico y adoptar posiciones y estrategias propias que configuren un tipo diferente de mediación a la que se dio hasta 1998, alejándose de la antigua idea de que todo depende del presidente de la República.
Samuel Ruiz, obispo emérito de San Cristóbal, expone sin ambages y tiene muy claro que el gobierno de Vicente Fox, por diversas circunstancias, manifiesta una posición débil comparada con la de los gobiernos anteriores.
En entrevista con La Jornada, acepta que se ha reunido con el presidente Vicente Fox -"alguna vez, pero no fue ayer ni anteayer, no es una cosa reciente''- y analiza las circunstancias de la actual transición política, pero también enfatiza que no obstante encontrarse muy diluido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha cerrado filas y busca encontrar en el nuevo gobierno federal "fallas reales o imaginables para reconquistar el poder''.
Una debilidad de Fox
Así, subraya que la conformación de su gabinete con personas procedentes de diferentes corrientes; el hecho de que el Partido Acción Nacional (PAN) no sea el instituto en el poder, sino sólo uno del cual fue extraído el presidente, y que además el blanquiazul haya tenido que aceptarlo a regañadientes, todo ello "le da una debilidad real, concreta... y tiene consecuencias en la conducción'' del país.
Por lo mismo insiste: "la apuesta tendrá que seguir siendo hacia lo que genere la sociedad'', y ésta no está dormida. Así lo demuestra, subraya, el reciente Foro Nacional por la Paz realizado en Chiapas, convocado por más de 300 organizaciones, y en el que se manifestaron la responsabilidad y la maduración de los movimientos sociales, porque no hubo ahí oposiciones, gente que tuviera intentos de bloquear o de reafirmar su propia posición, y sí una articulación de respeto.
"Eso significa una madurez y al mismo tiempo, en el horizonte, una urgencia de que no estemos ausentes en un momento histórico'' como éste.
El ex presidente de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) presentó ayer el disco compacto que reúne el archivo histórico documental de la labor de mediación que hizo ese organismo entre el gobierno federal y el EZLN a lo largo de cuatro años y medio, en el cual participaron también Pablo González Casanova, los poetas Juan Bañuelos y Oscar Oliva, Concepción Calvillo viuda de Nava y Raymundo Sánchez Barraza, entre otros.
Los actores del conflicto fueron informados de que se haría esa compilación y se buscó que el material se hiciera público cuando no dañara algún proceso hacia el diálogo y, en todo caso, propiciar "nuevas estrategias y acciones que permitan reactivar'' los procesos hacia una solución.
"Claro que cualquier cosa es susceptible de ser manipulada de una forma u otra'', considera el religioso, y precisa que la mayoría de lo que ahí se incluye es conocido, aunque sí existen muchos documentos, como borradores o textos preparatorios de pronunciamientos, que podría considerarse que son inéditos.
En las oficinas de Serapaz (Servicios y Asesoría para la Paz) se encuentran depositados en 15 cajas los originales de aquellos acuerdos, borradores, discursos, actas y demás documentos, en una labor que busca una mejor comprensión del conflicto armado que se inició el primero de enero de 1994, y rescatar y valorar "la riqueza y profundidad de los procesos de negociación y de paz'' que generó.
Lo que resulta incuestionable, y así lo expuso Gonzalo Ituarte, quien junto con Miguel Alvarez fue secretario ejecutivo de la Conai, es que "el gobierno de Vicente Fox no tiene en este momento claridad del conflicto ni de un proceso de paz ni de la problemática indígena y sus causas de fondo''. Admite que en un principio hubo voluntad para reanudar las conversaciones, hoy no se ve disponibilidad de un nuevo esfuerzo y en Chiapas hay polarización y destrucción del tejido social.
La paz de la que habla Fox en sus viajes al extranjero, añadió, pareciera que es sólo la del silencio de las armas, "y no se ha entendido que el conflicto armado está vigente; sigue el Ejército en sus posiciones, el EZLN sigue armado, la declaración de guerra está vigente y se mantiene el problema de los paramilitares". Y mientras los responsables y protectores políticos, económicos y armados de la creación de estos grupos no sean castigados, dijo Ituarte, "difícilmente puede confiarse en condiciones mínimas para un diálogo de paz''.
Ituarte subrayó: en Chiapas no hay paz, como no la hay tampoco en Guerrero, Oaxaca y en muchas partes del país, y no esperemos hasta que se demuestre la desesperación de los movimientos, de las expresiones armadas, la justeza de las demandas; el llamado es a que reconozcamos las causas de esa inconformidad.
A Samuel Ruiz le molesta que alguien pueda hacerse eco de la opinión de que los zapatistas han decidido refugiarse en el silencio. Ahí falla la percepción de la sociedad, dice. "Por ejemplo, en la situación de Montes Azules tenemos pronunciamientos incontables, el pueblo zapatista sigue dando su palabra y por desgracia no se ha percibido que ahí está hablando.''
Concede entonces que la voluntad de la comandancia del EZLN de emitir comunicados se ha suspendido, pero ésta, recalca, se daba en un contexto de expectativas de que en relación con este diálogo se tendría una respuesta de cumplimiento, "pero cuando no ha habido un cumplimiento determinado, qué sentido tiene preguntar que por qué el silencio. Qué estimulo hay para ello''.
Como buena parte de la sociedad y de los promotores de las controversias constitucionales relacionadas con la ley indígena, el obispo emérito mantiene la expectativa de que ese ordenamiento se plantee de nuevo y se formule con el resultado de los acuerdos y la elaboraciones de la Cocopa.
Por todo, la presentación del archivo histórico de la Conai es momento para que Samuel Ruiz pondere como momento central la existencia de una mayor sensibilidad social para impulsar el diálogo de manera diferente, más profunda que la que tuvo en etapas anteriores, que le dé un peso de mayor obligación moral a los acuerdos. "Hay una gama de evidentes cambios de situación que deben configurar un tipo diferente de mediación.''
ƑY él? ƑCómo se ve el religioso a sí mismo? ƑCómo definiría una nueva participación en ese nuevo proceso?
"Voy a seguir trabajando por la paz. Estamos a la expectativa; no hay un escenario -directamente hablando- en el que una de las partes está decidiendo tomar la guerra en lugar del diálogo, y en tal sentido, éste se encuentra abierto. Pero no es (como) mediador el único horizonte para trabajar por la paz. No estoy retirado, no estoy de vacaciones. Nunca fui protagonista. El que cumpla con una tarea que debo llevar a cabo por las circunstancias no es un protagonismo; es una respuesta a una situación histórica...''