Un grupo anticorrupción considera incluso emprender acciones contra el propio Bush
Demanda por fraude contra el vicepresidente de EU, Dick Cheney
Se investigan prácticas contables que sobrevaloraron las acciones de la compañía que dirigía
REUTERS, DPA Y AFP
Miami, 10 de julio. Un grupo independiente enfocado a cuestiones legales presentó una demanda este miércoles contra el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, por presuntas prácticas contables fraudulentas durante su gestión al frente de la compañía de servicios petroleros Halliburton, entre 1995 y 2000.
El grupo anticorrupción Judicial Watch anunció que demandó además a 10 integrantes del consejo de administración de la compañía y a la consultora Arthur Andersen, un día después de que el presidente George W. Bush prometiera perseguir y castigar con mayor severidad a los directivos de empresas que cometan delitos.
Judicial Watch considera incluso la posibilidad de tomar acciones contra el propio Bush por su participación en un escándalo financiero que afectó a la ahora desaparecida Herken Energy Corporation.
''La demanda carece de mérito'', sostuvo en Washington el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, después de que la agrupación, que representa a dos accionistas de Halliburton, hiciera el anuncio en Miami, Florida.
Por su parte, el jefe de finanzas de la compañía, Dough Foshee, respondió que ''las acusaciones en este juicio son falsas, sin respaldo e infundadas''.
La demanda contra Cheney y ''otros directores de Halliburton involucrados'' se basa en ''prácticas contables presuntamente fraudulentas que sobrevaloraron las acciones de la compañía, defraudando a inversionistas y a otras personas'', afirmó Larry Klayman, presidente de Judicial Watch. Añadió que Halliburton infló artificialmente su valor accionario en 1998 y exageró sus ingresos en 445 millones de dólares de 1999 hasta 2001, con el fin de inducir a potenciales inversionistas a adquirir acciones.
Klayman dijo que el aumento artificial de la facturación resultó a partir de algunos cambios contables que la empresa nunca hizo públicos y que inflaron el precio de las acciones.
Además, declaró que ''hay gente inocente que se ha visto afectada, gente de escasos recursos. Nosotros los representamos''. Dos accionistas (una pareja de Nuevo México y otro demandante de Indiana) figuran como querellantes en la acción interpuesta en Dallas.
''Cheney está demandado como participante directo, cómplice y conspirador en actos fraudulentos, omisiones y artificios'' contables, indica la querella. Según Klayman el vicepresidente culpó a los contadores de la empresa, rehusando aceptar cualquier implicación en el caso y ''ahora tendrá que asumir su responsabilidad porque está demandado''.
El dirigente manifestó su confianza en que se demostrará que el vicepresidente ''violó la ley'' y ''debe declarar bajo juramento. El asunto está en curso y nadie está por encima de la ley''.
El anuncio de la querella ocurre un día después de las nuevas propuestas de Bush sobre castigos contra responsables de fraudes contables. Klayman calificó de ''cosméticas'' las iniciativas y señaló que Bush ''intenta alejarse a sí mismo y a su vicepresidente del foco de atención''.
Judicial Watch impulsó numerosas demandas en una serie de escándalos vinculados con la administración del ex presidente Bill Clinton y en varios de los casos se obtuvieron documentos que la administración del ex mandatario demócrata no había dado a los investigadores.
Halliburton, gigante de servicios petroleros con sede en Texas, reconoció a fines de mayo que estaba siendo investigada por la comisión de operaciones bursátiles (SEC, por sus siglas en inglés) por sus prácticas contables durante el periodo en que Cheney estuvo al frente de la compañía.
Cerca de 85 mil empleados en más de 100 países laboran para la firma, la cual provee productos y servicios a industrias petroleras y energéticas en exploración, desarrollo, operación, mantenimiento, refinación e infraestructura.
En Washington, el portavoz Fleischer dijo que la SEC desarrollará su investigación de Halliburton ''hasta donde la lleve'', y descartó cualquier sugerencia de que los investigadores podrían resultar presionados para retroceder en caso de que Cheney estuviera implicado en irregularidades.
O'Neill, furioso
El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, declaró que los recientes escándalos en grandes consorcios lo enfurecen, al igual que al presidente Bush, y reiteró que buscarán que los responsables sean castigados.
''Estoy furioso, el presidente Bush está furioso. Y nos aseguraremos de que estos ladrones asuman las consecuencias de sus actos. No van a gastar lo que robaron de los años de pensión (de los pequeños inversionistas) en cálidas islas golpeando pelotitas de golf'', expresó.
''En su codicia y glotonería estos ladrones sacrificaron años de pensiones de maestros, camioneros, enfermeras y granjeros para enriquecerse'', manifestó el funcionario.
Senado aprueba enmienda
En tanto, el Senado aprobó una enmienda contra cualquier ejecutivo corporativo que intencionalmente suministre información falsa a la SEC, que enfrentará hasta cinco años en prisión.
Los senadores aprobaron por unanimidad la enmienda (96 a cero) a una nueva ley de contabilidad que se debate para restaurar la confianza de los inversionistas en los mercados.
Si el acusado es el director ejecutivo, financiero o presidente de la compañía, por suministrar intencionalmente información falsa la penalidad será hasta de un millón de dólares y prisión hasta por 10 años.