Revelan otro caso de abuso del mismo uniformado, con tintes racistas
El adolescente negro golpeado por un policía demanda a las autoridades de Los Angeles
Ordena el procurador Ashcroft una investigación con base en el respeto a los derechos humanos
AFP Y REUTERS
Los Angeles, 10 de julio. El adolescente negro Donovan Jackson, que el sábado pasado fue apaleado por un policía cerca de Los Angeles, en un incidente que fue filmado en video, demandó hoy a las autoridades de esa ciudad californiana, al tiempo que el secretario estadunidense de Justicia, John Ashcroft, informó que su dependencia comenzó una investigación basada en el respeto a los derechos humanos.
La denuncia fue presentada en momentos en que se conoció que Nielson Williams, un hombre negro de 32 años, estuvo hospitalizado varios días en estado de coma, luego que el oficial de policía Jeremy Morse y otros seis uniformados lo golpearon hace dos semanas. Morse es el policía señalado también como responsable de la agresión contra Jackson.
Ashcroft indicó que el Departamento de Justicia también envió a un grupo de especialistas, dirigidos por el fiscal adjunto para Derechos Civiles, Ralph Boyd, para ayudar a calmar las tensiones raciales en Los Angeles tras el incidente del sábado, del cual existe un video. "El rol de los agentes de seguridad en nuestra sociedad es proteger y servir al pueblo estadunidense", dijo el procurador general.
Jeremy Morse, el policía acusado de haberle propinado la golpiza al joven, fue suspendido el lunes en espera de los resultados de una investigación interna sobre el incidente.
Al considerar la actuación de los agentes de policía como una violación de sus derechos civiles, Jackson, de 16 años, y su padre, presentaron una demanda contra la ciudad de Inglewood y el condado de Los Angeles, que podría elevarse a alrededor de un millón de dólares.
"Las reglas locales del tribunal federal nos prohíben pedir una determinada cantidad de dólares, pero creemos que este es un caso de siete cifras", afirmó el abogado de Jackson, John Sweeny.
"Queremos mandar a la ciudad de Inglewood el mensaje de que vamos a perseguirlos en justicia con tanto vigor como ellos fueron rudos al golpear a nuestros clientes", agregó.
En las imágenes grabadas por Mitch Crooks desde la ventana de un hotel cercano se puede ver cómo un oficial blanco de la policía de Inglewood (sur de Los Angeles), identificado después como Jeremy Morse, golpeaba contra un auto a Jackson, tras detenerlo en una gasolinera local.
Este incidente, que despertó la tensión racial en Los Angeles, una ciudad multiétnica, ha recordado a la opinión pública estadunidense e internacional la paliza que recibió en 1991 el afroamericano Rodney King, cuyas imágenes fueron también grabadas en video.
Los policías acusados de golpear a King fueron absueltos en abril de 1992 por un jurado integrado principalmente por blancos, lo que desencadenó 36 horas de violentos disturbios en las calles de Los Angeles.
A causa del incidente del sábado pasado, Morse fue suspendido el lunes en espera de los resultados de una investigación interna sobre el incidente, que desató la furia de la comunidad negra y llevó al alcalde de Inglewood, Roosevelt Dorn, a pedir que se presenten cargos penales contra el agente.
El incidente tuvo lugar cuando seis oficiales de la policía de Inglewood y el condado de Los Angeles arrestaron al muchacho por haber reaccionado de forma violenta después que los agentes detuvieron el auto en el que viajaba junto a su padre.
Los oficiales afirmaron creer que su padre conducía con un permiso suspendido y que su hijo actuó de forma agresiva lastimando a un agente.
Jackson niega dicha versión y sostiene que fue detenido mientras su padre ponía gasolina al auto.
La cinta grabada por el videoaficionado muestra cómo una vez que el muchacho se encontraba esposado, Morse le golpeaba la cabeza contra el auto policial.
Jackson fue liberado tras recibir atención médica.
Morse ya había sido mencionado en otro caso de brutalidad policial denunciado por Nielson Williams, de 32 años, quien afirmó haber sido apaleado tan severamente el mes pasado que entró en coma y pasó varios días hospitalizado.
En otro punto de tensión racial, un grupo de supremacistas blancos dijo que sus miembros y simpatizantes marcharán el fin de semana en la localidad de Gainesville, Georgia, para protestar contra la inmigración de hispanos en el área.