jueves 11 de julio de
2002 |
Hasta adentro Popularte n Marko Castillo |
Qué es lo que se puede llamar arte
popular? Se habla, discute y pocas veces nos podemos
poner de acuerdo en este punto. Cuando mucho el arte
popular aspira a la artesanía. El Gran Arte pierde su
rango cuando se vuelve utilitario, luego entonces,
nosotros perdemos la dimensión de las artes (mayores o
menores) cuando por nuestras condiciones no tenemos
acceso al Gran Arte (música, pintura, danza, teatro) y
desdeñamos las artes menores al ser consideradas
artesanías. La cultura popular, desde la medianía de nuestra clase dominante, es algo que determinamos como una forma de vida de "los otros". Sin detenernos a meditar que es una forma de vida global, ya que lo que hablamos, vestimos, comemos, consumimos, gozamos, construimos y desechamos es parte de lo que se llama Cultura Popular. Los utensilios utilitarios de las culturas perdidas, o las llamamos antigüedades y las atesoramos con gusto, o las elevamos a obras de arte y los museos abren sus puertas para guardarlas celosamente y transformarlas en nuestro "pasado histórico". Vemos en las urnas tepalcates que sirvieron para acarrear agua o beberla, mantas que arrebujaron a sus dueños o adornos que realzaron la belleza o la jerarquía de quienes los usaron. El presente se encuentra desdeñado desde que la manufactura de todo lo que usamos se volvió parte de una producción masiva, los tejidos podemos comprarlos en piezas de cincuenta metros, la loza podemos romperla ya que es fácilmente sustituible. Entramos en una era de "desechables" por comodidad y economía. Así, encontramos vasos, platos, ropa, pañales, pañuelos, comida, electrodomésticos y amores que ostentan la etiqueta usar y desechar. Pero algo en nuestro interior aún guarda ese resabio que nos deja el gusto no sólo por el ornato sino por vivir diariamente la sensación de tener algo que va más allá del desecho: el platón de talavera, la talla de una figura decorativa, la cigarrera de plata, el mantel manufacturado en telar de cintura y bordado a mano. Cuando vamos a un museo, generalmente lo que vemos expuesto son piezas que enriquecen nuestro conocimiento del pasado, rara vez encontramos una de estas instituciones dedicadas a ensalzar nuestro presente. En el caso específico de los museos de artesanías o museos populares, lo que encontramos expuesto son objetos antiguos. Muy pocos estudiosos se dedican al estudio de la cultura viva (vamos, de nosotros mismos, la cultura popular), pero hay un museo ahora que abre sus puertas virtuales para que cualquier internauta tenga acceso a la cultura popular y al mundo de las artesanías. El pasado 2 de julio, en el Palacio de Bellas Artes, se presentó, con el padrinazgo de Miguel León Portilla, el Museo Virtual de Arte Popular Popularte, que bajo la Dirección de Natalia Carriazo congrega a una serie de investigadores creativos para lograr este concepto novedoso en el conocimiento y difusión de nuestras raíces mexicanas y de nuestra forma de vida. Popularte, bajo el auspicio del gobierno del estado de Veracruz, aglutina datos referentes a la casa, comida, bebida, juegos, leyendas, artesanías, atuendos, etnias y formas de ver la vida que componen la diversidad del pueblo mexicano; la dirección de popularte en internet es: www.popularte.com. Creo que nuestras autoridades deberían tomar ejemplo de los esfuerzos que hacen otros estados en dar a conocer nuestras raíces. |