''Fuera terceras manos'', advirtió el cardenal
Rechaza Norberto Rivera la presencia de mediadores en el actual conflicto
El cardenal Norberto Rivera Carrera y el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, hicieron un llamado ayer al gobierno federal para evitar el uso de la fuerza en San Salvador Atenco y se intenten ''caminos alternativos de solución''.
Rivera dijo que si bien el diálogo es indispensable para llegar a un arreglo pacífico, reconoció que hay un acuerdo unánime en que los campesinos tienen derecho a manifestarse y recibir pago justo por sus tierras, aunque también están los intereses de quienes buscan construir el nuevo aeropuerto en Texcoco.
Al término de la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el cardenal Rivera se refirió al conflicto que se desarrolla en San Salvador Atenco desde octubre de 2001. ''Afortunadamente, no sólo hay la aceptación del diálogo, sino también otros elementos muy claros en el problema que ayudarán a su resolución.''
Respecto a la presencia de mediadores -los campesinos de San Salvador Atenco propusieron, entre otros, al obispo Samuel Ruiz-, el prelado dijo que el diálogo se debe establecer directamente, entre el gobierno y los campesinos. ''Fuera terceras manos'', advirtió.
Descartó que el conflicto afecte la próxima visita del papa Juan Pablo II: ''Esto no tiene ninguna relación con la visita del pontífice. El no está a favor ni en contra, viene a otra misión, no viene a arreglar aeropuertos ni a estar en contra de aeropuertos'', precisó.
Admitió que en este caso hay ''intereses de quienes ven la necesidad de que se construya el aeropuerto, que por supuesto quieren sacar esto adelante por el bien del país. Hay quien tiene interés de retener la propiedad de su tierra y alguien que también lo tiene de establecer por ahí algún futuro negocio... es de lo más normal que cuando empieza un proyecto haya los más diversos intereses. Yo creo que conforme a la ley tienen que seguir adelante''.
Consideró grave que hubiera intereses ajenos y dijo que ''en esto no se necesitan intermediarios. El gobierno debe atender directamente a los campesinos''.
El problema no saldrá del control del gobierno, indicó, porque se deben tomar precauciones con el fin de que terceras personas no se vean afectadas. Reiteró que debe haber la posibilidad del diálogo para llegar a una solución del problema.
Ahí, al término de la misa, el campesino michoacano Isidro Juan, vestido con manta y cargando unas flores de tela, saltó la valla que impide el acceso a la sacristía y se acercó a Rivera Carrera con la intención de pedir un boleto para la ceremonia de canonización de Juan Diego. El cardenal le dio la bendición y el campesino sólo lo vio alejarse.
Por su parte, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi, externó su preocupación porque en el país se vive un fenómeno de ''violencia incontrolada, que va más allá de los cauces de manifestación de inconformidades''.
Dijo también que se debe respetar la exigencia de justicia de los campesinos, porque ''es injusto e inhumano que se les quiera pagar siete pesos por metro cuadrado de tierra''. Eso a todas luces es ''injusto'' y con ese trato no se puede transigir, subrayó.
En conferencia de prensa al término de su misa dominical, Arizmendi hizo un llamado también a analizar ''otras alternativas'' para la construcción del nuevo aeropuerto metropolitano.
A su vez, agrupaciones civiles de Nuevo León solicitaron al presidente Vicente Fox que privilegie el diálogo sobre la represión al atender el problema en San Salvador Atenco, porque ello podría convertirse ''en su 2 de octubre o 10 de junio''.
Ignacio Zapata Narváez, integrante del Grupo Nuevo León, dijo que hay gran preocupación por los acontecimientos y la presencia de efectivos armados. Al mismo tiempo, adelantó la realización de manifestaciones de protesta de miembros de la sociedad civil neoleonesa y no descartó que incluso algunos contingentes vayan al estado de México a apoyar a los ejidatarios que se oponen a la construcción del aeropuerto metropolitano
ANGELICA ENCISO; ELIO HENRIQUEZ
Y DAVID CARRIZALES, CORRESPONSALES