''España no aceptará hechos consumados'', dice sobre la ocupación
marroquí
Enfrenta Aznar severas críticas en su quinto
informe
Reivindica la vertebración del país y augura a Ibarretxe
"confrontación y ruptura"
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 15 de julio. El presidente del gobierno
español, el conservador José María Aznar, compareció
hoy ante el Congreso de los Diputados para ofrecer su quinto informe de
gobierno, y reivindicó la ''vertebración de España''
y la lucha contra la inmigración ''ilegal'' como las dos prioridades
de su futura gestión.
El gobernante español fue duramente criticado por
la oposición, que consideró que se ha convertido en un líder
"autoritario" que "no dialoga" y que fomenta la "xenofobia y el racismo"
en el complejo fenómeno de la migración.
Aznar atraviesa por un momento políticamente delicado
marcado por dos cuestiones que alteran el ritmo de la clase política
española: la ocupación marroquí del pequeño
islote de Perejil y la aprobación en el Parlamento vasco de la ponencia
de autogobierno en la que se insta al Ejecutivo a traspasar la integridad
de las competencias pendientes del Estatuto de Gernika y en la que, además,
se convoca a un referendo de autodeterminación, en el que supuestamente
se definirá un ''nuevo marco jurídico-político'' para
el País Vasco.
En relación con el histórico conflicto vasco,
Aznar señaló que el gobierno nacionalista ha "emprendido
un camino sin salida", al tiempo que se mostró inflexible en defender
la "vertebración territorial de España", con lo que advirtió
al gobierno del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe que su
propuesta de "autogobierno" sólo propiciará la "confrontación
y la ruptura".
Tras referirse a la ley de partidos, creada para declarar
ilegal a la coalición nacionalista vasca Batasuna, y al pacto firmado
con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) contra el grupo
armado vasco ETA, Aznar afirmó que en el País Vasco ''hoy
es simplemente imposible seguir sosteniendo que la esperanza de paz radica
en que el agresor quede impune'', por lo que a su juicio la propuesta del
Parlamento vasco es ''una iniciativa grave'' que pone en evidencia, ''una
vez más, la coincidencia de todo el nacionalismo en los fines más
radicales''.
Insistencias del mandatario
El mandatario español también exhortó
a las fuerzas parlamentarias a refrendar sus iniciativas para luchar contra
la inmigración de indocumentados, fenómeno que ocupó
buena parte de su discurso y para el que propuso el endurecimiento de las
leyes migratorias y la incidencia en hacer del Código Penal el marco
para expulsar a los extranjeros que cometan supuestos delitos.
Para Aznar el "mayor error" que se puede cometer con el
"tema de la inmigración" es "no hablar de ello", por lo que reiteró
que una de sus más firmes convicciones es castigar a los países
en vías de desarrollo que no controlen sus fronteras con la suspensión
o, al menos, reducción de los fondos de ayuda al desarrollo procedentes
de la Unión Europea.
Esta propuesta, sin embargo, fue rechazada por la mayoría
de los mandatarios europeos en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno
de la Unión Europea de Sevilla, si bien Aznar mantiene incólume
esta idea que, aceptó, quiere "desarrollar".
El mandatario español también asumió
como otra de sus prioridades la lucha contra la delicuencia la detención
de las supuestas mafias de inmigrantes que entran de "forma ilegal a España
y se dedican a otros menesteres delictivos. El gobierno convocará
entre este año y 2004 un total de 20 mil plazas en la policía
nacional y en la Guardia Civil.''
Aznar también ratificó que no retirará
el decreto de la ley de protección al desempleo, a pesar de que
fue el motivo de la huelga general del pasado 20 de junio.
El líder del PSOE, José Luis Rodríguez
Zapatero, consideró que la gestión de Aznar es un ''fracaso'',
ya que, expuso, el país en este momento tiene muchas cosas pendientes:
el histórico conflicto vasco, la ruptura del diálogo social
con los sindicatos que convocaron a la huelga general, la rebelión
de los estudiantes y rectores ante la ley de reforma universitaria, y las
discrepancias en torno a la supuesta política del "pleno empleo"
emprendida por el Ejecutivo.
Mientras, el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar
Llamazares, sostuvo que el último año de gobierno de Aznar
es la muestra de que el gobierno español se ha situado en "la extrema
derecha" de Europa, pues a su juicio "hace falta voluntad política
para solucionar los problemas de España, de lo contrario terminarán
ustedes cerrando universidades y abriendo escuelas de tauromaquia, pero
señores de la derecha, están ustedes intentando cerrar nuestros
últimos derechos del estado de bienestar, y a pesar de que ya casi
nos rebasan en siete puntos los países europeos. Su modelo procura
cercenar los modelos del Estado", dijo el líder de IU.
Por último, Iñaki Anasagast, vocero del
Partido Nacionalista Vasco (PNV), afirmó: "no es lógico que
uno de los periodistas de su régimen tengan más derecho a
preguntarle a usted que un diputado del PNV, pues hemos visto cómo
el presidente (mexicano Vicente) Fox no visita a sus familiares o que el
primer ministro canadiense (Jean Chrétien) no visite el País
Vasco por sus directrices, ya que su estrategia es quitarle todo el oxígeno
al nacionalismo democrático para que, según usted se radicalice,
aunque para ello haya que romper todos los consensos de la transición''.
La mesa del Parlamento vasco negó la petición
de amparo pedido por el grupo Araba Bizkaia eta Gipuzkoako Sozialista Abertzaleak
-antes Batasuna-, para evitar la aplicación del embargo dictado
por el juez Baltasar Garzón.
Batasuna presentó un escrito solicitando el amparo
de la mesa por estimar que fueron conculcados sus derechos de actividad
parlamentaria. El parlamento paga a Batasuna el salario de los parlamentarios,
y una asignación por escaño y como grupo.
Según Juan María Atutxa, presidente del
parlamento vasco, ''tras un exhausrtivo análisis'' de la petición,
la mesa tuvo en cuenta que no hay una actuación judicial frente
a Batasuna ''en lo que se refiere al ámbito parlamentario, por lo
que no procede el amparo''.
AFP, REUTERS Y DPA
Madrid,
15 de julio. El presidente del gobierno español, José
María Aznar, sostuvo este lunes que España ''no aceptará
hechos consumados'', al referirse a la instalación de un puesto
de vigilancia militar marroquí en el islote de Perejil (Leila como
lo llama Marruecos), cuya ocupación, el pasado jueves, desató
una nueva crisis entre ambos países.
Al iniciar el debate parlamentario sobre el estado de
la nación en el Congreso de los Diputados, Aznar declaró
que ''España no aceptará hechos consumados'' y afirmó
que ''es imprescindible volver al status quo anterior a la ocupación
de la isla'', y apuntó que se están haciendo ''todos los
esfuerzos diplomáticos'' para ''restaurar la legalidad internacional''.
''Hemos comunicado al gobierno marroquí que deseamos
mantener relaciones diplomáticas fluidas que sólo pueden
basarse en el respeto mutuo'', dijo Aznar en sus primeras palabras durante
su intervención en el debate sobre el estado de la nación.
El secretario de Estado para la Seguridad de España,
Pedro Morenés, advirtió a Marruecos que su gobierno ''no
renuncia a ningún tipo de medida legítima que pudiese hacer
falta en cualquier momento'' para solucionar el conflicto de la ocupación
marroquí en Perejil.
España actuará ''como tienen que actuar
los países que tienen una larga tadición de derecho internacional
y de pertenecer al espacio de los países civilizados'', indicó
Morenés, quien añadió que el gobierno español
seguirá la vía diplomática para solucionar el conflicto.
Sin embargo, Marruecos dijo el lunes que no tiene intención
de retirar sus tropas del disputado islote. ''Marruecos no se retirará
por el momento del puesto de observación de la isla de Leila (nombre
marroquí de Perejil)'', dijo el ministro de Exteriores Mohamed Benaissa
en conferencia de prensa en lo que fueron sus primeras declaraciones oficiales
desde el pasado jueves.
Benaissa señaló que su gobierno quiere ''utilizar
todos los canales diplomáticos para resolver la disputa'', aunque
citando documentos históricos que datan de 1860 señaló
que el ''islote Leila siempre ha sido una parte integral del territorio
de Marruecos''.
Por su parte, la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) se mantuvo este lunes firme en su apoyo a España en
el conflicto de la isla de Perejil y pidió a Marruecos que retire
sus tropas del deshabitado islote.
Un portavoz dijo que la OTAN no ha recibido hasta el momento
ninguna petición de ayuda por parte de España.