Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 21 de julio de 2002
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Política
Fox no va a tocar al Ejército ni con el pétalo de una rosa; tampoco a Echeverría, asegura

Para qué crear comisiones, si la verdad se encuentra en la PGR: Rosario Ibarra

La impunidad que ha prevalecido hasta nuestros días debe terminar, señala Alvarez Icaza

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Las palabras de Rosario Ibarra de Piedra dejaron helado a un auditorio convencido de las ventajas de las comisiones de la verdad: "Perdónenme el escepticismo, pero para qué tantas comisiones de la verdad, si ésta se encuentra en la PGR. No vamos a apoyar ninguna comisión ni vamos a ir a la fiscalía, porque la verdad se ha vuelto un negocio".

Ante expertos y funcionarios de la Organización de Naciones Unidas, la fundadora del Comité Eureka también lanzó sus críticas contra el organismo internacional: "En la ONU nunca nos hicieron caso y siempre le creyeron al gobierno. Un día me dijeron que iban a resucitar viejos casos. ¡Caray! ¿Quién los hizo viejos, si nosotras nunca dejamos de reclamar la desaparición de nuestros hijos?"

Al sentirse aludido, el representante regional de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Roberto Garretón, respondió que nuestro país "no ha estado tan abandonado" por la ONU, y añadió que "si en México va a haber impunidad o no, eso no le toca a la comunidad internacional resolverlo, aunque sí vigilarlo y preocuparse, pero fundamentalmente es problema de los mexicanos".

De esta manera las palabras de Ibarra de Piedra marcaron un antes y un después en el foro público sobre comisiones de la verdad que se realizó ayer en el museo José Luis Cuevas.

Salvador Martínez della Rocca, ex dirigente estudiantil del 68, resumió el sentir de los asistentes cuando dijo que le costaba mucho trabajo hablar después de la luchadora social.

Posiciones divididas

Y es que en las cuatro horas que duró la discusión afloraron una vez más las divisiones que en México provoca el tema del funcionamiento de la actual fiscalía especial que investiga las violaciones de derechos humanos durante la guerra sucia, y la eventual creación de una comisión de la verdad.

Mientras Alicia de los Ríos, hija de una desaparecida política en los años setenta, pugnó por la creación de una comisión de la verdad que complemente la labor de la fiscalía, Rosario Ibarra fue rotunda: "No queremos comisiones de la verdad, porque sirven a los poderosos".

Después de esas palabras los rostros de desconcierto aparecieron en el presidium conformado por una veintena de conocedores del tema, entre familiares de desaparecidos, defensores de derechos humanos, funcionarios de organismos internacionales, el fiscal Ignacio Carrillo Prieto y académicos, que hasta ese momento parecían no tener voces contrarias.

El primero en defender la creación de una comisión de la verdad fue Emilio Alvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, quien comentó que la solución pacífica de un conflicto implica también reconocer abiertamente el pasado.

Y enumeró las características que debería tener una comisión de este tipo: que analice casos acontecidos en el pasado hasta nuestros días, con autonomía absoluta, con libre acceso a información de los cuerpos de inteligencia del Estado, con facultad para recurrir a expertos, que no se limite con argumentos de obediencia debida o "razón de Estado", y que se base en los conceptos del sistema nacional e internacional.

"La impunidad que ha prevalecido hasta nuestros días debe terminar. Como sociedad no podemos seguir permitiendo que los responsables de los crímenes del pasado sigan sin castigo", aseveró Alvarez Icaza, quien junto con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos del Pueblo de Chile organizó el foro.

En el mismo sentido se expresó Alicia de los Ríos al exponer que los familiares de desaparecidos quieren saber la verdad jurídica e histórica. Una comisión multidisciplinaria, dijo, "puede armar gran parte de este rompecabezas trágico".

El propósito de una comisión de la verdad, insistió, es que también se reconozca nacional e internacionalmente que la política de México fue violatoria de los derechos humanos y que la modernidad no ha llegado al sistema judicial nacional.

Sentada a unos metros del fiscal Carrillo Prieto, De los Ríos también hizo algunas interrogantes acerca del funcionamiento de este organismo. Dijo que el equipo de trabajo investiga la vida personal de los denunciantes y que no hay claridad sobre la protección que se dará a las personas que están presentando sus testimonios.

Después llegó el turno de Rosario Ibarra de Piedra. Ataviada con un vestido negro de terciopelo, fue la encargada de romper el consenso en favor de las comisiones de la verdad.

"¿Por qué andan buscando la verdad por otro lado si muchos de esos señores que asesinaron y torturaron a nuestros hijos están vivos? ¿Para qué quieren una comisión de la verdad con gentes notables que van a tardar años para decirnos lo que ya sabemos?", exclamó con voz recia.

En el museo retumbaron los aplausos. En el lugar estaban, además de los expertos y los defensores de derechos humanos, decenas de familiares de desaparecidos. En primera fila estaban siete mujeres vestidas de luto. Asela Ocaña, madre de Hilda Ocaña; Coni Avila, hermana de José de Jesús Avila; Elisa Gutiérrez, mamá de Pedro Cortez, Priscila Chávez, hermana de Juan Chávez Hoyos; Josefina Ramírez, hermana de Rafael Ramírez, y Luz Morales López, hermana de Delia Morales.

Enseguida Ibarra de Piedra se quejó de que los gobiernos han adoptado el calificativo de democráticos para "adornarse", y por eso en vez de usar la fuerza de los ejércitos recurren a estrategias light para neutralizar a sus opositores. Como parte de esa política, explicó, se han impulsado las comisiones de la verdad.

"Se nos hace que dan muchas vueltas para encontrar la verdad. Nosotras, sin tantas estridencias, en la lucha con el pueblo logramos recuperar 148 vivos que salieron de cárceles clandestinas", afirmó.

Asimismo, expresó su desconfianza de que la fiscalía tenga resultados positivos: "Fox no va a tocar al Ejército ni con el pétalo de una rosa, ni tampoco va a tocar a Luis Echeverría. A Augusto Pinochet cuando menos lo arraigaron, pero este señor (el ex presidente Echeverría) se va a reír de todos nosotros".

Después de 30 años de luchar por encontrar a sus familiares, señaló que no aceptan reconciliación ni indemnizaciones. Y formuló una pregunta más al centenar de personas que llenaron el patio del museo. "¿Quién va a valorar la vida de sus hijos? Yo creo que ni todo el oro del Banco Mundial ni del Fondo Monetario Internacional paga una sola vida de nuestros familiares."

Enseguida se escuchó el emblemático grito de los familiares organizados en Eureka: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos".

Entonces tocó el turno a Martínez della Rocca, uno de los cinco miembros del comité ciudadano de apoyo al fiscal especial. Dijo que la postura de Ibarra de Piedra es respetable y comprensible, pero consideró que se debe hacer uso de todos los instrumentos posibles para que se conozca la verdad histórica de lo ocurrido en 1968 y durante la guerra sucia.

Para explicar la importancia de que las nuevas generaciones conozcan la verdad de lo ocurrido en esos años, citó una frase del cineasta estadunidense Steven Spielberg, en el sentido de que "un país que no conoce el pasado no tiene elementos suficientes para programar su futuro".

Defendió su derecho a "soñar" que algún día se va a conocer la verdad del pasado mexicano, y por eso consideró que el número de miembros del comité ciudadano se debe ampliar a diez o 15 para que el organismo se convierta en una especie de comisión de la verdad. Aunque anunció que si éste falla él renunciará y lo va a denunciar.

Luego vinieron las respuestas de Garretón. Aclaró que la ONU no ha abandonado a México, pues en los últimos años misiones de ese organismo han hecho varias visitas al país y han realizado recomendaciones que no le han gustado a los gobiernos.

Garretón, quien fue defensor de derechos humanos durante los 17 años de dictadura de Pinochet, llamó a los familiares de desaparecidos, asesinados y torturados a tener una actitud positiva. "Los animo a no tener esa vocación de perdedores, porque algún día vamos a ganar."

Ibarra no tardó en responder a Garretón. En la sesión de preguntas dijo que no es pesimista ni fatalista, porque el Comité Eureka ha logrado sacar a 148 personas de la cárcel. "No hemos tenido traumas. Tengo 75 años y tengo ganas de vivir 103 para seguir peleando."

Con un tono más conciliador Sofía Macher, presidenta de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Perú, expuso que el presidente Vicente Fox tiene la oportunidad de demostrar a todos los mexicanos que sí hay una verdadera intención y decisión de su gobierno de llegar a la verdad y de que se haga justicia en el país. Si no ocurre así, agregó, este habrá sido un engaño más.

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