Mafias y explotación

Bicitaxis, fuera del control de las autoridades

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Con más de una década de haber surgido como opción de transporte turístico para el Centro Histórico, hoy los bicitaxis han desbordado a la ciudad. Operan sin control en la mayoría de las delegaciones políticas y amparados en la indiferencia de las autoridades, han dado paso a la formación de mafias, explotación laboral, confrontaciones, alta concentración de unidades, drogadicción y caos vial, además de que los dueños de esas bicicletas adaptadas no aportan un quinto a las arcas públicas por el uso de las vialidades.

Ni la Secretaría de Transporte y Vialidad ni mucho menos las delegaciones conocen con exactitud el número de bicitaxis que recorren las calles de la ciudad, pues no se tienen en todas registros, padrones, autorizaciones. René Torres Bejarano, ex asambleísta y creador en 1991 de estas unidades, menciona, conservadoramente, que en el DF circulan más de 10 mil.

Tan sólo en la Cuauhtémoc, la directora general Jurídica y de Gobierno, Lenia Batres, menciona que tienen datos oficiales de que en su demarcación circulan 300 bicitaxis, pero Juan Villanueva, uno de los "fundadores" de este medio de transporte, considera que "no hay menos de 800 en el Centro Histórico".

Y es que manejar un bicitaxi en las delegaciones donde existen es relativamente fácil. Alejandro Rodríguez, chofer de una unidad en la colonia Prohogar resume: "adaptas una bicicleta y te plantas afuera de cualquier mercado, escuela o donde va mucha gente, y ya. No hay que pedir permiso a nadie ni rendir cuentas a nadie. Bueno, si trabajas para un dueño de bicitaxis, pues hay que pagar la cuenta", que va de 30 a 50 pesos diarios.

Esta situación se explica porque, incluso, hay un grupo de traileros que compraron un lote de bicitaxis y los están explotando en el Centro Histórico, según detalla Villanueva.

Lenia Batres precisa que actualmente "no hay un marco jurídico que regule ese servicio" y por ende tampoco inspectores que obliguen a los propietarios a pagar un impuesto por explotar las vías públicas o impidan a los tripulantes circular en sentido contrario, conducir drogados o incluso cometer algún delito. Asegura que se solicitó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que se incluyan a esas unidades en el Código Financiero, "pero nos dijeron que si no están normados no se les puede cobrar".

Alejandro Flores García, director general Jurídico y de Gobierno en Azcapotzalco, precisa que una de las más complejas en esta materia es la colonia Prohogar, y dice que ahí encabeza al mayor grupo una persona conocida como Superbarrio. Asegura que en ese punto han crecido explosiva y descontroladamente, proceso que ha dado paso a "mafias, a bandas muy fuertes", que se caracterizan porque "defienden con todo sus territorios y por ende su negocio, por el que no pagan nada".

Añade que vecinos se han quejado de que los conductores de esas bicicletas adaptadas manejan bajo el efecto de alguna droga, pero también reconoce que se carece de alguna legislación para meterlos al orden. Por el momento, precisa, "estamos acercándonos con los líderes para tratar de llegar a definir reglas mínimas para su operación".

En Xochimilco, precisa José Luis Reyes, director de Gobierno, se ha visto que es un pequeño grupo el que controla una cantidad importante de bicitaxis, gente relacionada con el PRD y con el PRI, quienes mediante enfrentamientos tratan de que se les reconozcan sus territorios, donde es común ver que circulan en sentido contrario o sin las medidas mínimas de seguridad para los usuarios.

Alejandro Altamirano Dimas, director de Gobierno en la Venustiano Carranza, dice que adolecen de un registro de esas unidades y precisa que tampoco hay indicios de que sus antecesores hayan hecho algo al respecto. Detalla que operan en las cercanías de los mercados, donde cobran cerca de 10 pesos por tramo, pero sin ninguna restricción, por lo que ahora se definen acciones para meterlos al orden.