jueves 25 de julio de
2002 |
Editorial Anomalías en los gastos de los partidos |
A los ocho partidos políticos que
contendieron en los comicios locales del año pasado les
encontraron irregularidades en la comprobación de los
gastos de campaña que realizaron con recursos públicos
que les concedió el Instituto Estatal Electoral (IEE).
Las anomalías van desde no haber respetado los topes de
gastos a los que tenían derecho, hasta no haber
reportado dinero que recibieron de sus dirigencias
nacionales o no presentar las facturas de compras y
servicios que supuestamente utilizaron en sus actividades
proselitistas. Resulta muy grave que se descubra estas anomalías, que podrían esconder grandes problemas de corrupción, pues según han reconocido consejeros del Instituto Federal Electoral, en México los sistemas de revisión de los gastos de los partidos son insuficientes y deficientes, de tal manera que es imposible saber con precisión el origen de todos los recursos económicos que emplean las fuerzas políticas, y si es dinero lícito. En estos momentos hay la idea de que tanto el PAN como el PRI, en la campaña presidencial de hace dos años, utilizaron dinero ilícito, sospecha que parte no sólo de las acusaciones contra estos partidos, sino de la negativa de ambos institutos políticos de entregar toda la información del origen de su financiamiento. Todo esto lleva a que cada día aumente la desconfianza en los partidos y los políticos y, por ende, la gente tampoco confíe en las instituciones y el sistema de impartición de justicia, ya que hasta ahora nunca se ha procedido contra un dirigente partidista responsable de haber mal utilizado las prerrogativas que se entrega a las agrupaciones políticas. |