Lunes en la Ciencia, 29 de julio de 2002


Madscience, otra forma de aprender

Mirna Servín

La ciencia cabe en una maleta que puede llegar a cualquier lugar: una escuela, una población rural o hasta un centro comercial. Esta será abierta por un madcientífico para exponer preguntas, hacer una demostración e interactuar con los niños(as) para que su curiosidad innata quede abierta a su entorno, experimenten, indaguen y sobretodo, se diviertan.

Este es el concepto de una empresa privada que hoy ocupa diversos nichos del mercado comercial y educativo -público y privado- en México y de 25 países más.

"No se trata de depositar la función de estas actividades sólo en la interactividad. Debe existir un mediador que le ayude a los niños(as) a ver qué sucede, a construir todas las hipótesis posibles y que no los limite sólo a las respuestas 'cmad_science_tulaorrectas' del libro de texto o de la escuela", detalla Almendra Carrillo, directora de desarrollo de la franquicia Madscience en México.

La empresa Madscience se reconoce como parte de una estrategia de divulgación, pero sin la formalidad "de ser escuela" aunque, señala Carrillo, también se les ha tachado de "payasos de la ciencia por no tratar a la ciencia con respeto y solemnidad, por ejemplo, divirtiendo a los niños con monstruos pegajosos para enseñarles qué son los polímeros".

Temas como el magnetismo, la materia, el misterio de la química, la ciencia atrás de los alimentos, antitabaquismo o un ecodesastres en el que los niños tienen que pensar como limpiar un derramamiento en el golfo de México son, entre muchos otros, parte del tipo de talleres que llevan a cabo.

Parte de estas actividades se realizaron durante dos meses en el programa de animación cultural de la Secretaría de Educación Pública en 40 escuelas marginales en los 6 grados escolares, lo que incluyó a mil 194 niños(as). Paralelamente, también se les aplicó una breve encuesta que reveló que, en general, éstos no habían recibido talleres de ciencia y aunque todos los niños asistían al cine, alrededor de 70 por ciento no había ido a un museo y sólo conocían el entorno más cercano a sus casas, "lo que nos da una idea de la gran necesidad que hay en la población de acercarles actividades científicas" puntualiza Almendra Carrillo

Madscience ha donado parte del costo de sus talleres a instituciones públicas, pero, de acuerdo con Carrillo, es indispensable que las actividades científicas para los niños sean apoyadas cada vez más por instituciones privadas y comerciales para poder llevarlas a más lugares.