lunes 29 de julio de
2002 |
Maestros Una gran simulación n Gustavo Santin Nieto |
La actuación política del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
y de Elba Esther Gordillo Morales, su líder real, da la
impresión de ser un acto de una gran simulación, ya que
critica la política gubernamental hacia los trabajadores
de la educación, y llama a través de un desplegado a
fortalecer la gobernabilidad de la nación. Lo importante
para quienes estén atentos al comportamiento del gremio
podría ser dilucidar lo que pretenden la dirigente y
organización y encontrar quién, a la postre, podría
resultar beneficiado con la actuación de la dirigencia
del gremio. El rechazo original a la propuesta de incremento salarial, el alargamiento de las negociaciones más allá del tiempo establecido por los usos y las costumbres, el desaire provocado por la ausencia del presidente constitucional el Día del Maestro, y la falta de respuesta en tiempo y forma al pliego petitorio por parte del gobierno, la aceptación bajo protesta al incremento salarial y la huelga trabajando mostraron facetas de lo que podría interpretarse como el endurecimiento de una postura sindical negada en los hechos con el comportamiento adoptado por quien también ahora se encuentra al frente de la secretaría general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Comisión de Acción Política del gremio magisterial. El llamado a la formación de lo que podría interpretarse como un nuevo frente único para fortalecer al gobernante en turno, en el que participarían entre otros integrantes del CEN del SNTE lo mismo que de los comités ejecutivos de las secciones en los estados -de filiación priista en su mayoría- y de manera muy personal la líder moral del magisterio, podría sin embargo no beneficiar al sector educativo en lo particular, al gremio magisterial y a su dirigencia, y mucho menos al partido del que se consideran parte, y muy en lo particular a Elba Esther y a sus muy personalísimas aspiraciones, y sí beneficiarán a las políticas impulsadas en otros ámbitos, como el de la apertura a la iniciativa privada del sector energético promovida por Vicente Fox Quesada, el amigo de Elba desde que fueran compañeros de legislatura y de aspiraciones en organizaciones civiles no gubernamentales. Cierto es que se requiere, como lo sugiere la iniciativa del SNTE, la formación de un frente único favorable al desarrollo de la educación en el país; un frente que garantice que por encima de los intereses del gobierno y su partido, que por encima de los intereses del gremio magisterial, de su dirigencia y de su líder moral, se encuentren los intereses educativos de la nación. Un frente que garantice que se destine al sector los recursos aportados actualmente al pago de la deuda, de sus intereses y de sus amortizaciones. Pero más que un frente de intereses políticos, la nación necesita, como lo propusiera un emisario del pasado en el exilio, de una política de estado favorable a la educación, cuyo cumplimiento por parte de las autoridades no tenga un carácter discrecional y caprichoso. |