Aguirre Franco
La fe del Presidente debe influir en las políticas educativas
JOSE ANTONIO ROMAN\
La fe católica del presidente Vicente Fox ''debe influir'' en las políticas educativas de su gobierno, señaló el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco.
''No vamos a hacer que el Presidente se porte como ateo para decir que se respeta la laicidad de las leyes mexicanas; que se porte como es él'', dijo.
Entrevistado luego de oficiar la misa por la peregrinación anual de su arquidiócesis a la Basílica de Guadalupe, el prelado señaló que en la reciente visita del papa Juan Pablo II Fox dejó a un lado la ''simulación vergonzante'', y ahora se manifiesta abierta y libremente.
Aguirre Franco consideró que del presidencialismo del pasado se sustituyó por un legislacionismo, en el que el Congreso ''se va en galimatías, en críticas excesivas al Presidente, y no saca adelante las cosas, o de plano se pasan el tiempo tratando de llevar agua a su molino, sin importar los intereses de México".
Indicó que aun en medio de esas dificultades, Fox, en tanto jefe del Ejecutivo y hombre libre que es, necesariamente debe dar un ''tinte específico'' a su gobierno, en el que no debe estar ajena la profesión de su fe.
Respecto al recién creado Instituto Nacional para la Evaluación de Educación, el prelado indicó que la jerarquía eclesiástica no fue ''consultada oficialmente'', pero mediante la Comisión Episcopal de Educación ha entregado varias aportaciones, sobre todo en el sentido de que los padres de familia deben tener una intervención fundamental en la educación de sus hijos.
Y aunque dijo que la Iglesia católica no desea imponer ni presionar para que se imparta educación religiosa en las escuelas públicas, señaló que el Estado ''está obligado'' a atender las exigencias de los padres de familia, incluso si algunos de ellos piden que se impartan como materia optativa.
"Esto no va en contra del laicismo ni tampoco viola los derechos, por el contrario, con esta medida se estarían respetando los derechos de los padres de familia, situación que todavía no se da en México".
El arzobispo de Acapulco rechazó que la jerarquía eclesiástica podría aprovecharse de la fe católica del presidente Fox para avanzar en sus planteamientos. La Iglesia, agregó, no busca privilegios, sino sólo que se reconozcan plenamente los derechos que le asisten a los padres de familia en la educación de sus hijos.