ENTREVISTA /JULIO BOLTVINIK, INVESTIGADOR DE EL COLEGIO DE MEXICO
El presidente Fox creó un millón 300 mil pobres
HAY 65 MILLONES DE HABITANTES EN POBREZA, NO 53.7 MILLONES
El investigador, uno de los especialistas más reconocidos, analiza el informe dado a conocer ayer por el comité técnico de medición de la pobreza. Desmenuza, además, la política en la materia de la administración foxista que, dice, es la misma que la de Zedillo
VICTOR CARDOSO Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
En oposición a la cifra oficial dada a conocer ayer por el gobierno, Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México y colaborador de La Jornada, afirma que en el país hay 65 millones de habitantes en condiciones de pobreza, que representan dos terceras partes de la población nacional, lo cual debería obligar al gobierno de Vicente Fox a replantear toda su estrategia de política económica, que sólo el año pasado elevó en 1.3 millones el número de personas con ingresos menores a 52 pesos diarios.
Para Boltvinik, uno de los más reconocidos especialistas en el tema de la pobreza en México, el gobierno debe modificar tanto su política económica como su intención de combatir la pobreza con métodos "curativos y administrativos".
"Parece un juego de números, pero el año pasado aumentó en un millón 300 mil el número de pobres, que es la cifra de empleos que prometió Fox. No creó esos empleos, pero sí el número de pobres en su primer año de gobierno", afirma el catedrático, quien obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por su columna Economía Moral, que publica este diario.
Desde su punto de vista, el informe sobre la medición de la pobreza en México, presentado ayer, tiene dos cosas meritorias:
"Es la cifra más alta de pobres que el gobierno haya reconocido jamás. Admitir que más de la mitad de la población es pobre es un acto tremendo, porque tiene que llevar a replantear la estrategia económica de desarrollo del país." La otra "es que los trabajos se realizaron con apertura y transparencia".
Sin concesiones en su crítica, Boltvinik afirma que el método utilizado para la medición de la pobreza "es muy malo". Los integrantes de comité reconocen que "no es posible obtener en la actualidad una medida satisfactoria de la pobreza en México, debido a las limitaciones de los estudios disponibles sobre el tema y a la falta de la información estadística pertinente".
-ƑPor qué es muy malo? -se le pregunta.
-Lo más grave es que sólo toma en cuenta los ingresos monetarios necesarios para la alimentación, como ya lo habían hecho en 1993 el INEGI y la CEPAL en su estudio Magnitud y evolución de la pobreza en México 1984-1992.
"No consideraron otras dimensiones del bienestar de los hogares, como el acceso a la salud, vivienda, electricidad, agua, etcétera. Entonces, se identifica a la pobreza 'sólo con referencia al valor monetario de aquellos bienes y servicios que se consideran necesarios, debido a la gran simplicidad y claridad conceptual de este enfoqueƀ.
"O sea, es un método muy simplón. Con un argumento de simplicidad contra complejidad dejaron fuera el acceso a salud, educación, vivienda con todas sus características y todos los indicadores que por tradición analítica en este país siempre hemos analizado y asociado con la pobreza."
Por ejemplo, añade, no se atacan sus causas, lo cual tiene que hacerse básicamente desde la política económica. Esta debe ser "más agresiva, que promueva más el crecimiento para que se generen más empleos; una política de salarios que permita recuperar el poder adquisitivo perdido y una política fiscal que impulse una redistribución más amplia de la riqueza."
Contundente, va más allá: "No es la educación, como mucha gente cree, la que resuelve la pobreza. La educación ayuda si las condiciones económicas son adecuadas, ayuda a los individuos que están mejor situados, pero si no, no sirve de nada. En México tener hoy más educación no es garantía de haber dejado de ser pobre, justamente por el deterioro de los salarios, que es brutal, y la competencia en el mercado de trabajo bajo exigencias educativas mínimas más y más altas que imponen las empresas".
Además, considera que si la política económica actual "es la misma del sexenio pasado, de recortes al gasto, de freno a la actividad productiva y políticas monetarias restrictivas, no vamos a resolver nunca la pobreza". Augura: "El vaticinio para este gobierno es de un aumento de la pobreza a lo largo de todo el sexenio, a menos que les ocurra un milagro y empiecen a crecer a pesar de la mala política económica que está en práctica".
RECURSOS CONTRA LA POBREZA
Boltvinik no quita el dedo del renglón. Considera que los programas de política social tienden a ser "compensatorios" y, si acaso, a muy largo plazo tendrían algún efecto positivo. Sin embargo, apunta que estos programas "administrativos" -porque únicamente administran la pobreza- tienen algunas otras cualidades. Por ejemplo, "ayudan a dimensionar el mísero apoyo que se les está dando a los pobres".
Ejemplifica: "Si la línea de la pobreza es un ingreso de 52.17 pesos por persona -que es lo que realmente definió el comité técnico-, la beca promedio que otorga el programa Oportunidades debe estar en alrededor de 300 pesos por familia con un promedio de cinco miembros. Son 60 pesos por integrante al mes, que resultan dos pesos diarios para cada uno y sólo les están dando 4 por ciento del ingreso que necesitan para no ser pobres. Esto es marginal.
"Ahora, en la línea más baja de pobreza, que es de casi 21 pesos, incluye sólo el costo de la canasta alimentaria básica, les están dando 10 por ciento. Para alguien que está en situación de hambre aguda, no lo saca de la barranca ni de chiste."
-Con este enfoque, Ƒestos programas no constituyen un barril sin fondo?
-No. Los programas de ayuda contra la pobreza son programitas. Si se comparan con los recursos que se destinan por ejemplo al IPAB o el subsidio al Seguro Social, te mueres de la risa. El costo de la reforma al IMSS de 1995 ahora es de 60 mil millones de pesos. La suma total de lucha contra la pobreza es de 50 mil millones de pesos al año; el (programa) Oportunidades anda entre 12 mil o 14 mil millones de pesos, que no se convierten en un barril sin fondo. Son un barrilito sin fondo.
EL CAMPO Y LA CIUDAD
Añade que el gobierno nunca ha reconocido la verdadera dimensión de la pobreza, porque no tiene recursos suficientes para atender a los 65 millones de mexicanos en estas condiciones.
Si bien el gobierno mantiene los programas que considera necesarios para apoyar a los más pobres, éstos se han renfocado hacia el campo, en detrimento de los pobres en las zonas urbanas.
"El método empleado por el comité técnico es el que yo llamo de la pobreza alimentaria, porque sólo identifica la población que puede o no satisfacer sus necesidades de alimentos y lo que menos están diciendo es que dos terceras partes de la población es pobre alimentaria, no pobre en las demás necesidades y parecen no darse cuenta de las consecuencia.
"Otro asunto muy serio es la ubicación urbano-rural de la pobreza. Se crea el Progresa y se va al campo, mientras que en las ciudades nos quitan el subsidio a la tortilla y se reduce la cobertura a Liconsa y Fidelist. No se han dado cuenta que las líneas de pobreza que usaron, sobre todo la más alta, significa que dos terceras partes de los pobres que hay en el país viven en la ciudad y eso quiere decir que se deben replantear las estrategias de los programas de lucha contra la pobreza".
Concluye: "Si la economía no crece en este sexenio vamos a terminar con 9 millones más de pobres. Si decreciera, la cosa se ve mucho peor".