Agrupación de empresas productoras de semillas defiende su utilización
Crece el cultivo de transgénicos en México
Con éste, mejor control de plagas, más alimentos y menor uso de pesticidas, argumenta
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El 40 por ciento del total de la soya que circula y se consume en México es transgénica, pues la producción de cultivos genéticamente modificados está creciendo en forma importante en nuestro país, aseguró Carlos Camacho Gaos, director de AgroBío México, y sostuvo que en muchos estados de la República, sobre todo en la parte sur, se recurre cada vez más a la biotecnología, e incluso en la Comarca Lagunera 85 por ciento del algodón que se produce es transgénico.
En tanto, Jaime Rodríguez López, representante de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, sostuvo que los legisladores tienen en sus manos cinco iniciativas de ley para el establecimiento de una regulación para la producción y el consumo de estos cultivos en México, las cuales apenas se van a revisar y estudiar, con el propósito de lograr establecer una normatividad en este rubro.
En la conferencia Beneficios derivados de la siembra de cultivos genéticamente modificados: estudios de caso en México y Estados Unidos, que ofreció ayer la asociación AgroBío -la cual agrupa a las empresas productoras de semillas transgénicas- se dieron a conocer testimonios de productores nacionales y un estudio elaborado en el National Center for Food and Agricultural Policy (NCFAP) de Estados Unidos. Todos defienden que "estos cultivos ayudan a controlar las plagas en las cosechas, generan una mayor producción de alimentos a costos más bajos y reducen el consumo de pesticidas".
Camacho Gaos señaló que en nuestro país se están desarrollando muchísimos productos, como papa, fresa, papaya y diversas semillas, y dijo que en algunas líneas de producción ya se tienen altos porcentajes de transgénicos, como es en la soya y el algodón, ya que, según planteó, "cada vez hay más productores que se interesan y convencen por este tipo de cultivos, y también cada vez hay más alimentos que se incorporan".
En este sentido, el productor Ramón Cinco Castro expuso que se ha elevado el uso de algodón transgénico en estados como Chihuahua, Baja California, Sonora y Tamaulipas, y de su producción dijo que en La Laguna 85 por ciento de la producción de este rubro se hace bajo el cultivo genéticamente modificado, porque sale mucho más económico a quienes lo cultivan y con un mayor rendimiento, además de que representa un importante ahorro en la volumen de insecticida que se tira al ambiente cada ciclo para evitar las plagas.
En entrevista, el diputado Jaime Rodríguez López apuntó que los legisladores tienen cuando menos cinco iniciativas de ley para regular el uso y consumo de los productos genéticamente modificados; "cada partido tiene su propuesta" y se van a revisar todas y analizar, e incluso hay varias comisiones encargadas de este tema. Sin embargo, como no se quiere "legislar al vapor" se llevará a cabo un foro para analizar la situación integral, al que acudirán representantes de todos los sectores.
Desde su punto de vista, este asunto se tiene que estudiar muy bien, porque "existe el riesgo de que el país se quede atrás en cuanto al desarrollo de cultivos". Recordó además que cuando se inventó el rayo láser nadie lo quería utilizar y ahora es de uso común, y que nuestro país importa grandes cantidades de productos agrícolas porque es insuficiente su producción interna.
El estudio realizado por el NCFAP habla del futuro de la biotecnología y sus repercusiones en el campo, y expone que para México es muy importante incursionar en este tipo de cultivos para reducir costos a los productores mexicanos y para que "el país no quede aislado de estas nuevas tecnologías", pero sobre todo para hacer frente a la demanda de productos agrícolas que se avecina a corto y mediano plazos.
Señala que en Estados Unidos los seis cultivos biotecnológicos aprobados allí (soya, maíz, algodón, papaya, calabaza y canola) producen 6 millones 350 mil toneladas adicionales utilizando el mismo espacio de cultivo, incrementan el ingreso agrícola en 2 mil 500 millones de toneladas y reducen el volumen de pesticidas en 73 mil 940 toneladas.