Este año se aplicarán $320 mil millones en la instrucción de 31 millones de estudiantes

Asegura Fox que su plan educativo permitirá dar un "salto cuántico"

El Presidente insiste en plantear que al final del sexenio se destinará 8% del PIB al sector

JOSE GALAN

El presidente Vicente Fox fustigó ayer a quienes sostienen que hay "mucho dispendio" en la educación, y anunció que este año el gobierno federal destinará 320 mil millones de pesos a la instrucción pública de 31 millones de estudiantes, lo que significa un gasto de 850 pesos por persona. Además subrayó que esa cifra no es suficiente, por lo que exhortó a la iniciativa privada a participar en un esfuerzo -que calificó "de todos"- para alcanzar, a finales de este sexenio, un gasto equivalente de 8 por ciento del producto interno bruto en educación.

Al inaugurar tres nuevas instalaciones de la Universidad Anáhuac, propiedad de los Le-gionarios de Cristo, Fox Quesada defendió la reciente firma del Compromiso Social por la Calidad de la Educación que, dijo, otorga una sólida plataforma para dar "un salto cuántico educativo" que exigen los nuevos tiempos.

Desafíos y participación social

Se trata, puntualizó, de un acuerdo "verdaderamente histórico" por la pluralidad de los participantes, la trayectoria, la representatividad de las organizaciones y los grupos que lo suscriben: gobiernos federal, estatales y municipales, diputados y senadores, al igual que la sociedad entera mediante agrupaciones empresariales, académicas, intelectuales.

"Ciertamente los desafíos que tenemos en educación son muy grandes, y sólo si formamos un frente común vamos a poder vencerlos", añadió ante la comunidad de esa universidad privada, una de las más caras del país. Para el mandatario, el compromiso sobre educación marca "un antes y un después" en el sector.

Al continuar con la reflexión sobre las políticas públicas en educación, dijo que ésta alcanza su sentido pleno cuando ayuda a mejorar la posición del país en relación con otras naciones que están a la vanguardia en tecnología, y también cuando impulsa la modernización de la planta productiva. Cobra su sentido pleno, subrayó, cuando contribuye a generar oportunidades de desarrollo para toda la población, cuando forma líderes con capacidad de salir y transformar la realidades "lacerantes" que enfrenta México.

Fox subrayó que las universidades son "los líderes", son "las máquinas que mueven el proyecto educativo nacional por lo mucho que pueden aportar y lo mucho que contribuyen para poner al día y a la vanguardia el proceso de enseñanza-aprendizaje entre universidad y empresa, y para tener métodos de evaluación rigurosos, transparentes y efectivos". Sostuvo que en esta era del conocimiento es importante, estratégico, que los centros universitarios mantengan vivo y acrecienten su compromiso con el desarrollo nacional.

Más adelantó defendió la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, (INEE) que, dijo, habrá de ser el elemento transformador del sector hacia la excelencia, una instrucción competitiva y distribuida a lo largo y ancho del país con los mismos estándares de calidad, que ponga en la ruta correcta al gobierno para medir con criterios uniformes el desempeño de cada escuela, de cada nivel de enseñanza, de cada sistema educativo en la comunidad, en el municipio y en el estado.

Advirtió que el establecimiento del INEE no es un esfuerzo "punitivo" porque, explicó, no se trata de señalar a las instituciones, escuelas, comunidades o municipios que se encuentren rezagados, sino de reconocer "ampliamente" a quienes van adelante, "a quienes construyen las historias de éxito", a quienes son un ejemplo de cambio y transformación hacia la excelencia educativa.

Con el INEE, complementó, se podrá comparar escuela con escuela, estado con estado, municipio con municipio, incluso a nivel internacional "y ver realmente qué terreno estamos pisando. Se trata, pues, de utilizar estas historias de éxito para cubrir el país entero de este avance en materia educativa".

Para el presidente Fox el reto es claro: se debe mejorar radicalmente la gestión del sistema educativo.