Mañana elegirán a los tres ganadores del certamen

Compiten 46 artistas por los premios de la Bienal Tamayo

MERRY MAC MASTERS

Los nombres de los tres ganadores de la decimoprimera Bienal de Pintura Rufino Tamayo se conocerán mañana. El certamen fue fundado por el maestro oaxaqueño hace dos décadas, en su estado natal, para descentralizar la cultura y formar un acervo que ahora es parte de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.

De los 659 artistas que enviaron mil 720 trabajos a la bienal, ayer se enlistaron los 46 autores de las 59 obras seleccionadas, que ya cuelgan en las paredes de ese museo. Ellos son: Nora Adame, Marco Arce, Fernanda Brunet, Mauricio Cervantes, Virginia Chévez, Francisco Constantino, Dulce María de Alvarado, Gabriel de la Mora, Beatriz Ezban, Alfredo Falfán, Claudia Gallegos, Fernando García Correa, Manuela Generali, Jaime Gil Laffan, Rosario Guajardo, Fernando Guevara, Carlos Gutiérrez Angulo, David Kumetz, Alfredo Langarica, Francisco Larios Osuna, Ilán Lieberman, Jesús Lugo Paredes.

También figuran Ofelia Márquez Huitzil, Alfonso Mateo, Liliana Mercenario, Raúl Oscar Martínez, Ramiro Martínez Plasencia, Tatiana Montoya, Yolanda Mora, Mario Núñez, Lorena Orozco, Mario Palacios Kaim, Georgina Quintana, Ornella Pidone, Angel Ricardo Ríos, Víctor Rodríguez, Armando Romero, Betsabeé Romero, María Sada, Emilio Said, César Sánchez, José Luis Sánchez Rull, Elvira Sarmiento, Luciano Spanó, Carlos Vargas Pons y Manuel Velázquez.

Defensor de la pintura-pintura

Sin embargo, quedaron fuera ''nombres eminentes y muy buenos cuadros", afirmó Raquel Tibol, jurado de selección con Luis Carlos Emerich, Guillermo Santamarina y Luis Zárate. En su calidad de jurado internacional, la galerista neoyorquina Mary-Anne Martin llegó para la premiación final.

Al recordar Juan Carlos Pereda, coordinador del certamen, que ésta es la única bienal de pintura aún vigente dentro de la estructura del Instituto Nacional de Bellas Artes, Tibol apuntó que ese salón rinde ''cierta consideración intelectual a Rufino Tamayo que, hasta el último aliento de su larga vida, defendió la pintura-pintura, inclusive, en su condición bidimensional".

La crítica de arte señaló la necesidad de que la familia artística se ponga en contacto con el público que, al asistir, defina qué tanto le sigue gustando la pintura. Ese gusto de ''amplio espectro", que marca al espectador nacional, quedará satisfecho en la presente versión de la bienal. A pesar de tener diferentes criterios, continuó Tibol, el jurado de selección trabajó en armonía y el resultado es un salón con estética vigente.

Representadas están desde el hiperrealismo hasta la abstracción, con sus variaciones, un neo, pos, retro expresionismo también, así como un constructivismo con todos los prefijos aplicables, apuntó Emerich. Para Mary-Anne Martin hay muchas tendencias en el mundo, pero la base del arte será siempre el dibujo y la pintura.

Pereda anunció que en 2003 se hará un foro de discusión para estudiar la viabilidad de ampliar la Bienal Tamayo a otras disciplinas.