lunes 26 de agosto de
2002 |
Editorial Los abusos en San Lorenzo Almecatla |
Campesinos de San Lorenzo
Almecatla, comunidad del municipio de Cuautlancingo, en
varias ocasiones, mediante engaños o a la fuerza, han
sido obligados a vender sus tierras a empresas de la
industria automotriz a precios ínfimos -después son
comercializadas por intermediarios en grandes sumas de
dinero- y nunca han recibido beneficios reales a cambio
de sus predios. El caso de San Lorenzo Almecatla ilustra la forma despótica en que se ha tratado a campesinos en cuyas tierras se instalan empresas transnacionales. Ello explica y justifica las reacciones que en San Juan Atenco, en el estado de México, y en Tepeaca, en territorio poblano, han tenido labriegos contra la construcción del aeropuerto de Texcoco, en el primer caso, y contra el Proyecto Millenium, en el segundo, pues hay una larga lista de agravios cometidos contra comunidades rurales a las que les ofrecieron beneficios sociales a cambio de sus predios, y al final los afectados se quedaron sin tierras y en la pobreza. La narración que hoy hacemos de lo sucedido en San Lorenzo Almecatla también muestra cómo muchos vivales se han enriquecido -a costa de familias campesinas- con los procesos de expropiación de tierras o de compraventa de predios, y después se vuelven próceres de los organismos empresariales o del gobierno utilizando el discurso de la legalidad, la justicia social o el bien común. Si en este país se quiere aspirar a que haya un verdadero Estado de derecho, es necesario eliminar todas las leyes y mecanismos leoninos que se utilizan para favorecer a empresas de capital privado con la dotación de tierras, mediante procesos en los que siempre los campesinos son víctimas de fraudes, robos o actos de represión. |