El segundo al mando de la
transnacional en México hizo énfasis en la urgencia de
adoptar esquemas de trabajo y reducir el costo laboral de
la armadora para poder conseguir inversión del consorcio
y así fabricar en el país nuevos modelos, junto con el
desarrollo de proyectos que puedan repercutir en la
apertura de nuevas fuentes de empleo.
Empero, resaltó que los mercados nacional e
internacional aún no reaccionan y prevén dificultades
para una respuesta favorable en las ventas, y por ello
anunció que salvo un movimiento brusco de la economía,
saldrán en promedio otros 800 empleados sindicalizados
en lo que resta del año 2002 y hasta finales de 2003.
Francisco Bada manifestó que existe la disposición de
la empresa para evitar un conflicto que perjudique a
ambas partes, pero exhortó a los obreros a que también
flexibilicen sus pretensiones. Respecto al tema de
prestaciones, dejó en claro que Volkswagen no ofrecerá
un aumento en este renglón, pues el contrato colectivo
de trabajo vigente "está saturado", y un alza
adicional traerá como consecuencia señales que
mermarán la competitividad de la firma y la pérdida de
los proyectos del consorcio alemán.
Explicó que en México ninguna empresa tiene un contrato
colectivo con 57 días de aguinaldo, con la
participación de sus obreros en el reparto de utilidades
haya o no ganancias, y una prima vacacional de 30 días,
entre otras.
"Después de tantos años de estar instalados en
Puebla, el contrato está saturado, y un incremento más
sólo empeorará las condiciones de competitividad de
nuestra industria. Parte de los resultados ya se vio, en
el último año y medio han salido mil 200 empleados
eventuales y 350 sindicalizados, y conforme observamos el
escenario económico tenemos reportes de que los mercados
no reaccionan, y quién sabe si reaccionen, por lo que
tenemos que analizar a fondo esta situación",
subrayó tajante.
Eduardo Sotomayor Arechavaleta, director de Relaciones
Laborales de Volkswagen, agregó que el obrero no sólo
tiene un aguinaldo como en ninguna otra compañía, sino
además bajo un sistema de propuestas, si sugieren
mejoras en el proceso de la producción que aporten una
disminución a los costos de materiales, reciben un
incentivo.
Cuentan con el reparto de utilidades que equivale a 60
días de salario, y aun cuando no hay ganancias para la
compañía, los trabajadores reciben en promedio 34 días
de sueldo.
Esquemas de trabajo
Francisco Bada comentó que Volkswagen propuso a sus
empleados dos alternativas de trabajo, implementadas ya
en Alemania, con diferentes condiciones salariales y de
prestaciones, a fin de conseguir la titularidad de
diversos proyectos a realizarse en la planta Puebla.
"Uno de esos esquemas es el conocido como 5 mil por
5 mil, y su arreglo con nuestro sindicato va por buen
camino. éste se adoptaría para proyectos no
considerados aún en la vida de la empresa o para
proyectos que no son consecuencia de los actuales
productos de la planta", expuso.
El segundo esquema se denomina "insourcing", y
significa que el contrato colectivo de trabajo faculta a
la empresa entregar a terceros la posibilidad de llevar a
cabo los proyectos asignados a la fábrica, debido a que
las condiciones de "otros" son mejores que las
que puede ofrecer la fuerza laboral de Volkswagen.
Un tercer punto que se discute en las negociaciones con
el Sindicato Independiente de Trabajadores de la
Industria Automotriz, Similares y Conexos Volkswagen
(SITIAVW) consiste en la participación activa de los
obreros en los sistemas de productividad y
competitividad, pero de éste -dejó en claro- hay
elementos que no pueden ser aceptados bajo ninguna
condición en la vida del consorcio.
El directivo expuso que estas opciones deben entenderse
como estrategias hacia el futuro en busca de la
competitividad.
"Si analizan lo que ha pasado en otras empresas del
sector automotriz, como Ford, Chrysler y General Motors,
veremos que sus contratos colectivos los orillaron a
salirse de la ciudad de México y poner su fábrica en el
norte del país; una vez más, se demuestra que el costo
de los contratos colectivos jugó un papel fundamental en
el cierre de estas fábricas", indicó.
Resaltó que el consejo directivo de la planta en la
Angelópolis propuso esquemas laborales para reducir el
costo de la mano de obra, pero que no afectará a quienes
ya prestan sus servicios en las líneas de producción,
sino que se aplicará para las futuras contrataciones.
"Nuestra compañía no sólo compite con otras
industrias automotrices, también lo hace al interior,
por los proyectos del consorcio, así que tenemos que
competir contra plantas en Portugal, Hungría, República
Checa, Sajonia -parte de Alemania del este-; debemos
mostrar nuestra competitividad en todos los escenarios,
no sólo en materiales, sino también en los costos
laborales y de mantenimiento, de consumo de electricidad
y otros insumos utilizados para el ensamble de los
autos", explicó.
Abundó que el denominado 5 mil por 5 mil trajo
resultados positivos para una de las plantas ubicadas en
Alemania. Con éste, dijo, lograron llevarse el proyecto
para producir el modelo derivado del Golf, luego de que
además del método de contratación de empleados,
ofrecieron condiciones de disminución en el gasto por
materiales, incluso por mejores tasas de impuestos.
Más recortes de personal
El vicepresidente de Volkswagen informó que debido a
que los mercados nacional e internacional no reaccionan,
determinaron mantener el programa de reajuste de personal
y prevén que durante los últimos cuatro meses de 2002 y
hasta finales de 2003 saldrán en promedio otros 800
obreros de la planta, sindicalizados.
"Si las condiciones no cambian de manera dramática,
y no quiero ser pesimista, como no quise ser pesimista
hace un año y como no quisimos ser pesimistas hace año
y medio, no vemos la manera que cambie, saldrán otros
800 trabajadores", confirmó.
Francisco Bada manifestó que la intención de la empresa
es desarrollar la productividad y competitividad para
tener seguridad laboral en Puebla, pero dejó en claro
que no está en la cabeza del consorcio cerrar la planta
y trasladar la fábrica a otra región del país.
Aun a pesar de la complicada situación económica,
comentó, buscarán optimizar los costos de producción,
que incluye la solicitud a los proveedores de mejorar sus
precios para poder lograr un incremento en la
competitividad. Subrayó que esta estrategia también
incluye al personal de confianza, pues comenzó un
reajuste de este grupo de trabajadores, "para que no
se piense que sólo sufren los sindicalizados".
Dio a conocer que el próximo 17 de septiembre acudirán
a la junta de consorcio en Alemania, donde sabrán qué
proyectos puede conseguir Puebla para los próximos
años, pero para ello -agregó-, deberán mostrar mejores
condiciones laborales.
En la reunión que sostuvo con los medios de
comunicación, acompañaron a Francisco Bada el gerente
de Relaciones Laborales, Miguel ángel Guede; el director
de esa área, Eduardo Sotomayor; y el vicepresidente de
Relaciones Públicas y Asuntos de Gobierno, Thomas Karig.
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