miércoles 28 de agosto de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Incorrecto el procedimiento, se invadió facultad del Congreso: Flores Grande
Sólo la cabecera será "Puebla de los Ángeles", determinan los panistas del cabildo poblano

Fermín Alejandro García n

Sólo con el voto de 16 de representantes del Partido Acción Nacional (PAN) en el cabildo de Puebla, el cuerpo edilicio acordó cambiarle el nombre a la cabecera municipal, no a todo el municipio, para que ahora se llame "Puebla de los çngeles", desconociendo el nombre oficial de Heroica Puebla de Zaragoza que fue decretado por Benito Juárez en 1862. La decisión fue cuestionada por la oposición, e incluso por regidores panistas, ya que únicamente el Congreso del estado de Puebla tiene la atribución de cambiar la denominación de un municipio.

Después de una larga discusión, el resultado de la sesión fue confuso, pues según definieron los regidores panistas el cambio de nombre es desde el punto de vista "administrativo", y la frase "Puebla de los çngeles" solamente se utilizará en actos del ayuntamiento, papelería y sellos oficiales. Por tanto, se seguirá respetando la denominación de "Heroica Puebla de Zaragoza".
La oposición tachó de absurdo el acuerdo, ya que entonces las juntas auxiliares, inspectorías y rancherías estarán en la "Heroica Puebla de Zaragoza", y la ciudad en "Puebla de los çngeles". Ello únicamente creará graves lagunas jurídicas, advirtió el regidor priista Lázaro Jiménez Aquino.
Otra confusión es que los regidores panistas invocaron la autonomía municipal para no someter el cambio de nombre de la ciudad al Congreso local, pero al final de la sesión de cabildo, el alcalde Luis Paredes Moctezuma dijo en una entrevista que sí enviará el dictamen al Poder Legislativo, sin aclarar cómo ni cuándo. Anunció que el 29 de septiembre entrará en vigor la nueva denominación de la Angelópolis, día de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, según el calendario católico.

Las cargadas
Al más viejo estilo priista, ayer en la sesión de cabildo tanto el PRI como el PAN llevaron sus acarreados y al mismo tiempo estuvieron sentados en el centro del salón de Cabildo los dirigentes municipales de ambos partidos: por el tricolor, César Sotomayor Sánchez, y por el albiazul, Pablo Rodríguez Regordosa. Los priistas acapararon la mayor parte de las sillas, mientras los panistas se colocaron del lado izquierdo del recinto. ıstos últimos eran dirigidos por un hombre vestido con una playera amarilla y antes de que iniciara el acto protocolario aleccionó a sus seguidores para que le gritaran al diputado priista Javier López Zavala -quien estaba presente-: "Eres un ratero, tus obras ya no sirven".
Cuando el punto más álgido de la discusión llegó, un priista interrumpió la sesión y a gritos decía: "¡Yo soy pueblo, ustedes están tan preocupados por el nombre de la ciudad y se olvidan que las colonias no tienen servicios!"; entonces, el resto de los priistas comenzó a corear "¡obras, obras!", mientras los acarreados panistas, en especial el de amarillo, exclamaban: "Vienes de Zavala, vienes de Zavala, pinche Zavala ratero!". El secretario general del ayuntamiento, Humberto Guevara Herrera, junto con el personal de protocolos, obligó al priista a dejar el salón y cuando el funcionario municipal pasó frente al sujeto que vestía de amarillo, sonriendo le dio una palmada en el estómago.
Eso enfureció a la regidora priista Catalina López, quien se paró a increpar al hombre de amarillo y lo amenazó diciéndole que si no guardaba silencio haría que lo echaran del recinto.
El orden en la sesión de cabildo se rompió cuando Pablo Rodríguez y César Sotomayor, cada uno en su asiento, empezaron a discutir, al parecer por el tema de si era o no procedente que el Congreso conociera del cambio de nombre para la ciudad.
Los reporteros se avalanzaron intentando escuchar el diálogo entre ambos dirigentes, por lo que en casi cinco minutos la atención se centró en los rostros sonrojados de los líderes y nadie ponía atención a la disertación de los regidores, que en ese momento, especialmente los panistas, se empeñaban en sostener que el cambio de denominación para la ciudad no se debe a que sean antijuaristas y a que desconozcan el "hecho histórico de Ignacio Zaragoza". Sin embargo, algunos miembros del albiazul definieron que se dejó de usar el nombre de "Puebla de los çngeles por los gobiernos totalitarios que querían borrar las creencias de la gente".

Por la leyenda
Al inicio de la discusión del tema, la regidora Mayra Castro, presidente de la comisión de cultura, presentó el dictamen para justificar el cambio de nombre a la ciudad. Desde el punto de vista histórico, argumentó, desde el siglo XVI se llama a la ciudad "Puebla de los çngeles". Un dato que destacó es que en la Constitución de 1824, cuando se instituyó a Puebla como una entidad federativa, se le mencionó como "Puebla de los çngeles". Además, enfatizó, este nombre no ha sido transformado en cuatro siglos.
Señaló que aunque el 25 de septiembre de 1862 el presidente Benito Juárez García decretó el nombre de Heroica Puebla de Zaragoza, y el 4 de agosto de 1950 el Congreso ratificó esa denominación, no hay ningún obstáculo legal que impida cambiar la identificación de la Angelópolis. Llamó a respetar "lo sentimientos y la tradición, sobre todo la leyenda de que la ciudad fue trazada por unos ángeles", situación que llamó "tradición angelopolitana".
A continuación, el regidor del PVEM Eduardo Alcántara Montiel reconoció como un ejercicio democrático que el ayuntamiento haya realizado una consulta con una aplicación metodológica correcta, pero dijo que desde el punto de vista legal no procedía que en ese momento el cabildo aprobara cambiar el nombre de la ciudad, ya que ésa es una facultad exclusiva del Congreso del estado.
Minutos más tarde, el alcalde Paredes y la mayoría de los regidores panistas, con asombro, escucharon la intervención de su correligionario, Arturo Flores Grande, quien no estuvo de acuerdo con Mayra Castro, al señalar que es el Congreso la única instancia facultada para aprobar el cambio de nombre de un municipio. Llamó a evitar caer en un acto autoritario y recordó que la división de poderes es para evitar que alguna instancia de gobierno viole la ley.
El regidor priista Lázaro Cuauhtémoc Jiménez Aquino, señaló que en la justificación de los panistas se confunde el término de autonomía municipal con el de soberanía del Estado, ya que el primero de estos conceptos sirve para que un ayuntamiento se organice y el segundo es una figura que le da al Congreso local la facultad de solucionar todo tipo de conflictos o asuntos controvertidos de índole municipal.