Ex líderes estudiantiles exigen a Carrillo Prieto pasar a la etapa de conclusiones
Ante fiscal, Martínez Domínguez se desdice; ya no culpa a Echeverría de la matanza del 71
VICTOR BALLINAS Y DAVID CARRIZALES ENVIADO Y CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 3 de septiembre. El ex regente capitalino Alfonso Martínez Domínguez presentó hoy aquí, por escrito y en privado, su declaración sobre las imputaciones que se le hacen sobre la matanza del 10 de junio de 1971. El fiscal especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, Ignacio Carrillo Prieto, recibió las seis hojas, a triple espacio, en las que el ex funcionario ratifica que ese día "la seguridad de la ciudad" no estuvo a su cargo y que él se encontraba en Palacio Nacional cuando ocurrieron los hechos -la matanza estudiantil.
Al igual que su ex jefe, Luis Echeverría Alvarez, Martínez Domínguez argumentó motivos de salud para no responder verbalmente la indagatoria. Hasta su domicilio, ubicado en la colonia Bosques del Valle, del metropolitano municipio de San Pedro, acudió el fiscal especial acompañado por peritos médicos de la Procuraduría General de la República (PGR) para verificar su estado de salud.
Las expectativas que el comité ciudadano y la parte acusadora se habían planteado quedaron diluidas: "La declaración de hoy dista mucho de la de 1979. Sólo son vaguedades y argumentos ya conocidos. No implicó directamente a Echeverría en los hechos del 10 de junio de 1971".
Más de 30 reporteros, camarógrafos y fotógrafos esperaron desde temprano al fiscal Carrillo Prieto, quien entró por la puerta principal pero a la salida eludió a la prensa utilizando una puerta lateral.
Carrillo Prieto permaneció en la casa del ex regente más de dos horas, junto con integrantes del comité ciudadano y la parte acusadora.
Esta última, en cambio, ofreció una conferencia de prensa, primero en el municipio de San Pedro, afuera de la casa del también ex gobernador de Nuevo León, y después en un hotel del centro de Monterrey.
Ahí, Jesús Martín del Campo y Enrique Avila Carrillo resaltaron que la declaración del indiciado fue vaga, incompleta y muy general. "Las viejas pandillas priístas se han vuelto a unir para tratar de evadir la justicia. Los viejos priístas se tapan unos a otros. Decepcionó que no haya ratificado lo que dijo a Proceso el 11 de junio de 1979."
En otra conferencia, Salvador Martínez Della Rocca y Tomás Pérez, del comité ciudadano asesor de la fiscalía especial, así como Jesús Martín del Campo y Enrique Avila, aseveraron que el indiciado no aportó nada nuevo en su declaración. "Sólo cita tres nombres de los responsables de la seguridad en la ciudad de México ese día: el coronel Angel Rodríguez García, Rogelio Flores Curiel y Manuel Díaz Escobar, y asegura que la seguridad en la capital estuvo a cargo del jefe del Ejecutivo."
En la declaración, rendida por escrito, el político nuevoleonés tampoco responsabiliza a Luis Echeverría Alvarez de los hechos. Muy al contrario de lo que afirmó a la revista Proceso, hoy fue escueto en los hechos, aseveraron los integrantes del comité ciudadano.
Della Rocca, Martín del Campo, Pérez y Avila demandaron que el fiscal especial pase ya a la etapa de conclusiones de la investigación de la matanza del 10 de junio de 1971. "Es necesario que integre el expediente con las responsabilidades correspondientes, pues ni Echeverría ni Martínez Domínguez refutaron las acusaciones ni demostraron lo contrario. Ellos son responsables de la masacre."
Della Rocca y Martín del Campo abundaron: "Basta de retrasos y dilaciones. No más argumentos de falta de recursos por parte del fiscal. Si requiere, que solicite al presidente Vicente Fox o a la Procuraduría General de la República los recursos que necesita, pero urge que dé el siguiente paso".
Los integrantes del comité asesor y la parte acusadora de la matanza de 1971 aseveraron que está en duda la voluntad política del presidente Fox de aclarar el pasado, pues el retraso, la dilación en la investigación, no hablan bien del proceso, por lo que urge pasar ya a la etapa de dictar responsabilidades a los funcionarios culpables de los hechos: Echeverría y Martínez Domínguez.
Martín del Campo fue insistente en ambas conferencias. Destacó que hay "complicidades y tácticas dilatorias de los viejos priístas, quienes sólo retrasan la justicia y si no se actúa rápido la evadirán".
Della Rocca manifestó que la declaración de Martínez Domínguez fue muy general, no satisface porque no aporta nada, pero lo esencial es que no niega lo que se le imputa, como tampoco desconoce lo que dijo en junio de 1979, cuando inculpó directamente a Luis Echeverría por la matanza del Jueves de Corpus.
Para el comité ciudadano y la parte acusadora, tanto el ex presidente Echeverría como el ex regente capitalino son culpables. "En sus argumentos, en su defensa y en sus declaraciones ministeriales no rebaten la acusación, sólo hacen tiempo y recurren a las tretas que utilizó el ex dictador Augusto Pinochet, quien cuando iba a ser enjuiciado sorpresivamente se enfermó, pero apenas regresó a Chile su estado de salud mejoró notablemente."
Los ex dirigentes estudiantiles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) señalaron que esta misma semana hablarán con el fiscal Carrillo Prieto para exigirle celeridad en la indagatoria, que se deje de retrasos y de argumentos de falta de recursos, pues con los testimonios y documentos aportados por la parte acusadora, que no fueron rebatidos por los indiciados, ya hay suficientes pruebas para proceder en su contra.
Ante la lentitud con que avanza la investigación, advirtieron, recurrirán a las instancias internacionales para que se haga justicia, pero insistieron en que próximamente el comité asesor se reunirá con Carrillo Prieto para analizar la situación, pues desde su punto de vista ya no hay por qué esperar más, ya que con los elementos disponibles se pueden fijar responsabilidades a los culpables.
Al término de la conferencia, ofrecida por la parte acusadora, hablaron los abogados de Martínez Domínguez, Raúl Cárdenas Rioseco y Raúl Guerrero Palma, así como Alfonso Martínez Cárdenas, hijo del también ex líder nacional del PRI.
La defensa del político justificó que la declaración se entregara por escrito: "En los últimos días don Alfonso ha registrado un agravamiento de su estado de salud, por ello se vio impedido para responder verbalmente al fiscal; incluso cuando debió firmar su declaración, no pudo hacerlo y tuvo que estampar su huella digital".
Cárdenas Rioseco abundó: "Los peritos de la PGR constataron el estado de salud de Martínez Domínguez. Asimismo, les manifestamos que estamos dispuestos a continuar colaborando, pero creemos que en este momento no se justifica una diligencia de careo con Luis Echeverría, pues no hay controversia en sus declaraciones".
En tanto, Alfonso Martínez Cárdenas expuso que su padre reiteró su inocencia en el escrito, pero directamente no señaló culpables por los hechos del Jueves de Corpus, aunque puntualizó que ha venido diciendo que fue quien tenía la responsabilidad del mando de las fuerzas armadas en la ciudad de México.
-ƑA quién se refiere? -se le preguntó.
-Ustedes lo saben, lo tienen en sus archivos.
Martínez Cárdenas agregó que su padre padece de infecciones renales que le han ocasionado problemas hasta para hablar, que se la pasa dormido la mayor parte del tiempo, se alimenta muy poco y padece un cuadro de anemia aguda.
Ambas partes coincidieron en señalar que Martínez Domínguez permaneció en cama durante toda la diligencia. También en que sólo la fiscalía y la parte acusadora -Jesús Martín del Campo- pudieron tener acceso a la declaración preparatoria.