Necesarias, reformas que favorezcan los consensos
No es momento de hacer una nueva Constitución, dice asesora de Creel
ALONSO URRUTIA
Aunque la Constitución requiere de un conjunto de reformas que favorezcan los acuerdos y la operación política para concretar los cambios estructurales que necesita el país, no estamos en un momento en el que se pudiera llamar a una modificación amplia de la Carta Magna, reconoció María Amparo Casar, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y coordinadora de asesores del secretario de Gobernación, Santiago Creel.
Durante la presentación del libro Gobierno sin mayoría, editado por Taurus y el CIDE, Casar puntualizó un conjunto de factores que inhiben la consecución de acuerdos en un contexto en que el partido del Presidente no tiene mayoría en el Congreso, entre los cuales subrayó la recurrente competencia electoral.
La lógica de los partidos en contienda es distinta a la de gobierno, lo cual llega a entorpecer la obtención de acuerdos firmes; por ello se requiere modificar los calendarios electorales, agregó.
Por su parte, el investigador del CIDE Ignacio Marván Laborde -quien junto con Casar coordinó la edición del libro- enfatizó que la Carta Magna da márgenes para la gobernabilidad.
Subrayó que la complejidad para gobernar sin mayoría en el Congreso no es una excepción en el régimen presidencial, más bien lo fue el sistema autoritario que prevaleció 70 años.
Las reformas "son efectivamente urgentes, no sólo teóricamente urgentes", para la consolidación de un estado democrático de derecho, añadió, aunque "los conflictos que actualmente se viven entre el Legislativo y el Ejecutivo simplemente son propios del sistema presidencial, de la división de poderes y de los pesos y contrapesos que de ello resulta".
A su vez, Casar señaló que el país requiere de reformas estructurales en diversos ámbitos -energético, laboral, fiscal, telecomunicaciones-, pero éstas "aquí y en cualquier parte llevan años para ser negociadas". En el tema energético, la dificultad estriba, entre otros aspectos, en que es un asunto "históricamente espinoso, por el antecedente de las nacionalizaciones y por como ha evolucionado en este caso la globalización".
Agregó que no se ha avanzado a la velocidad deseada, pues nuestra Constitución es la que más requisitos tiene para hacer una reforma estructural y éstas normalmente implican cambios a la Carta Magna.
-ƑHace falta renovar la Constitución?
-No estamos en un momento en el que deberíamos llamar a un constituyente permanente, o que éste pensara en la idea de diseñar una nueva Constitución a partir de cero. La Constitución sí requiere de un conjunto de reformas que la hagan más acorde con los nuevos tiempos de la pluralidad, pero tampoco es una modificación total de forma, al grado de que no la reconociéramos.
Se deben dar ciertos ajustes, abundó, por ejemplo, a los sistemas electoral y de partidos, en cuanto a los calendarios, y profundizar en el reforzamiento del Poder Legislativo, pero de igual forma en llenar lagunas importantes que dificultan acuerdos y el funcionamiento del Ejecutivo.
En el último rubro, Casar citó el caso del presupuesto, pues México es el único país con sistema presidencial donde no opera alguna válvula de escape cuando se carece de un acuerdo entre los partidos en torno al presupuesto.
De acuerdo con Marván y Casar, un elemento que contribuiría a mejorar el funcionamiento del Congreso y ampliaría los márgenes de rendición de cuentas del legislador al ciudadano es la instauración de la relección en el Legislativo.
"Esto es un tabú y un mito nacional. A lo mejor algunos se van a desgarrar las vestiduras, pero es algo que se tiene que discutir y evaluar sus efectos positivos."
Por otro lado, Marván consideró que parte de las reformas estructurales que requiere el país incluye el fortalecimiento del Poder Judicial, el cual ha resurgido en estos momentos, pero se da en un contexto de mayor disputa entre el Legislativo y el Ejecutivo, mismo que da el espacio al Judicial para dirimir diferencias.