Reiteran cancilleres de las naciones árabes su rechazo a un ataque a Bagdad
Comienza Bush consultas con líderes legislativos y países aliados sobre posible ofensiva en Irak
El sábado se reunirá con el premier británico y hablará con sus colegas ruso, chino y francés
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 4 de septiembre. El presidente estadunidense, George W. Bush, comenzó hoy un proceso de intensas consultas sobre Irak, que incluyó a líderes del Congreso y sus principales países aliados, para preparar el terreno a una ofensiva militar contra Bagdad.
El mandatario recibió en la Casa Blanca a los líderes republicanos y demócratas del Congreso para pedirles apoyo sobre una estrategia ante Irak, y prometió incluirlos en las deliberaciones y solicitar aprobación legislativa antes de cualquier acción militar contra el presidente Saddam Hussein.
Bush anunció que recibirá el sábado, en la residencia presidencial de descanso de Campo David, al primer ministro británico, Tony Blair, y que contactará por teléfono a sus homólogos ruso, chino y francés.
El lunes se reunirá, en Detroit, con el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, an-tes de pronunciar un discurso el jueves 12 de este mes ante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, sobre la necesidad de actuar contra Irak.
"Hussein representa una amenaza seria para Estados Unidos y para el mundo (...) no hacer nada frente a esta amenaza, simplemente no es una opción para Estados Unidos", declaró el presidente luego de reunirse con los líderes del Congreso.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, se mostró receptivo, al igual que otros dirigentes legislativos, a la demanda de Bush, e indicó que el voto de una resolución sobre Irak podría ocurrir antes de cinco semanas.
Bush afirmó que considera una estrategia gradual contra Irak, que no implica necesariamente -por lo menos en una primera instancia- el uso de la fuerza militar, y agregó que en Naciones Unidas hará notar la duplicidad de Hussein y expondrá "los medios para lograr que respete sus obligaciones".
"No se trata de un problema de inspectores, sino de desarme. El prometió no adquirir armas de destrucción masiva y yo hablaré de los medios para asegurarnos de que así sea", agregó Bush.
Los congresistas que participaron en la reunión de este miércoles con el gobernante indicaron luego que Bush no había revelado de qué manera pensaba deshacerse del dirigente iraquí.
"No pienso que en esta etapa haya un sólo medio", declaró el líder de la minoría de-mócrata de la Cámara de Representantes, Dick Gephardt, quien estimó que las explicaciones de Bush la semana próxima ante Naciones Unidas no llegarán "necesariamente hasta el uso de la fuerza militar".
Por su parte, Hussein afirmó en Bagdad que su pueblo quería evitar un enfrentamiento con Estados Unidos, pero "si se les impone una guerra los iraquíes combatirán de forma que alegrará a sus amigos e irritará a sus enemigos".
De su lado, los jefes de la diplomacia de los países árabes, reunidos en El Cairo, manifestaron su oposición a un ataque estadunidense contra Irak, y a la vez se declararon convencidos de las intenciones "agresivas" del mandatario estadunidense.
"Bush no podrá presentar a su pueblo una (sola) prueba de que Irak representa una amenaza para los intereses estadunidenses", declaró el canciller iraquí, Naji Sabri.
"Todos en la Liga Arabe nos oponemos a un ataque contra Irak", declaró el canciller sirio Farouk al Shara, durante la apertura de la reunión ministerial de la Liga Arabe.
Mientras, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, advirtió que un eventual ataque estadunidense tendría "graves repercusiones en Irak, en sus vecinos y en la estabilidad de toda la región".
De su lado, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, pidió a sus fuerzas de seguridad y de intervención rápida prepararse ante posibles represalias iraquíes a partir de noviembre, por considerar que será en ese mes que Estados Unidos atacará Irak.
Por otro lado, unos 110 paquistaníes en-carcelados en Afganistán serán liberados para ser repatriados por avión, según fuentes de Islamabad. Se trata de combatientes que apoyaron al talibán durante la guerra contra Estados Unidos en Afganistán.