CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Campaña contra el GDF
POCO A POCO, pero con fechas fijas y bien previstas, los sindicatos del Gobierno del Distrito Federal han tratado una y otra vez de descarrilar la administración de Andrés Manuel López Obrador, sin mayor éxito.
PARECIERA, AUNQUE NO es posible probarlo -por el momento-, que existe una confabulación de los órganos de dirección de las agrupaciones sindicales para crear cierto tipo de caos en los servicios que presta el gobierno, pero con la idea de hacer que sea López Obrador quien resulte responsable.
LA INTENCION, HAY que decirlo, ha fracasado y no se debe únicamente o nada más a las acciones de la administración actual, sino a la situación que guardan estos sindicatos frente a la opinión pública.
CUALQUIER PERSONA DEL signo político que se quiera o, para decirlo mejor, cualquier ciudadano de la capital, militante o no de los partidos políticos actuantes, sabe perfectamente qué clase de trabajadores se mantienen en los sindicatos del gobierno de la ciudad.
TODOS, DE UNA u otra manera, hemos sido víctimas de la burocracia sindical. Las raterías, los malos tratos, la impunidad arropada por los liderazgos sindicales, crearon un concepto sobre estos servidores públicos que hoy hacen fracasar las buenas y las malas intenciones de sus organismos cupulares.
ƑQUIEN NO HA sido víctima de la mordida para agilizar un trámite? ƑQuién no ha tenido que pagar hasta dos veces los impuestos para el uso de vehículos porque los comprobantes no existen y los que hay son falsos? ƑQuién se atrevería a negar que coyotes y empleados en las ventanillas de pago de impuestos conformaron mafias que impiden al ciudadano común hacer sus trámites con normalidad mientras no se les otorgue una dádiva?
Y POR FIN, Ƒquién puede creer que gente como el líder de los trabajadores del Metro, Fernando Espino, esté hoy preocupado por la seguridad de los usuarios de ese sistema de transporte, si no lo ha hecho en los últimos 20 años?
EN CUALQUIER OTRA circunstancia, Andrés Manuel López Obrador tendría que estar preocupada por la opinión de los trabajadores, pero en la situación actual el jefe de Gobierno sabe que las acciones sindicales no tendrán eco entre la gente, porque los liderazgos sindicales, hasta hoy priístas en su mayoría, sólo obtienen un calificativo entre la gente: corruptos.
POR ELLO LA decisión del gobierno central de pedir a la Cámara de Diputados un juicio de procedencia para desaforar a Espino Arévalo, si bien no hallará eco en la instancia legislativa -porque los priístas y algunos panistas lo impedirán-, sí marca distancias entre el quehacer del gobierno y las cuentas que entregó el PRI.
LOS TIEMPOS ELECTORALES se les han venido encima y tanto a panistas como a priístas les urge restar popularidad al gobierno de López Obrador, porque las encuestas indican, sin equivocación, que el triunfo del PRD en la capital será catastrófico para ellos.
LO MALO DEL instrumento que han escogido para descalificar a López Obrador es que está muy dañado y todos lo saben.
ciudadperdida