Se recibe asistencia privada ''sobre la base de la deducibilidad de impuestos''

La IP no podrá participar de forma directa en las zonas arqueológicas, advierte Arroyo

Administrar, investigar y explorar esos sitios son tareas sólo del INAH, dice su director

En la prestación de servicios hay disposición para compartir proyectos, expresa

CESAR GÜEMES

La postura del titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Sergio Raúl Arroyo, es contundente: la iniciativa privada no podrá participar en la administración, investigación o exploración de las zonas arqueológicas nacionales mientras él se encuentre al frente de ese organismo.

Si bien las aportaciones económicas de grupos privados son importantes para el buen desempeño de algunos proyectos, Arroyo matiza: ''Desde hace tiempo el instituto recibe asistencia de la iniciativa privada sobre la base de la deducibilidad de impuestos. Ahora tenemos el caso de Tantoc, en San Luis Potosí, donde participa Fomento Cultural Banamex: ahí el dinero que se recibe no implica de nuestra parte ningún acuerdo adicional. Los recursos se aplican a la recuperación de la propia zona.

''Por eso quiero dejar claro que el instituto de ninguna manera piensa que las zonas arqueológicas puedan administrarse por instancias privadas, eso es fundamental. Por disposición de la ley no puede ocurrir. Considero que, en todo caso, la iniciativa privada puede tener mayor presencia arqueológica en el área de servicios. Hay algunos que la institución no puede prestar incluso por falta de recursos. Esos servicios se dan, por este orden, a partir de los gobiernos estatales y en un segundo momento por la iniciativa privada siempre y cuando se ajusten a la normatividad del INAH, pero de ninguna manera podemos dejar la administración de los centros arqueológicos en manos privadas.

''En términos de servicios hay una disposición enorme a compartir algunos proyectos, pero en cuanto a la investigación, exploración y administración de los centros no hay lugar en esta administración para la iniciativa privada."

Interés por preservar el patrimonio

-ƑCómo han manejado el binomio patrimonio cultural-turismo?

-Ese es uno de los renglones en que más hemos avanzado. De manera tradicional la relación entre el concepto de turismo y el patrimonio a cargo del INAH era tensa. En varios de los proyectos que se han comenzado a desarrollar, hemos tenido la posibilidad clara de establecer un diálogo con el ámbito del turismo, al grado de que en lo referido a las nueve ciudades declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO hemos establecido las condiciones y puesto en marcha la normatividad para que se tenga un proceso de recuperación en materia de manejo y operación de esos sitios. Todo esto lo ha respetado profundamente la Secretaría de Turismo. Tenemos una mesa de trabajo en la que permanentemente se presentan los proyectos. Hasta hoy no existe, desde mi punto de vista, un trabajo en que hayamos tenido una diferencia irreconciliable.

''Más bien esa dependencia ha tenido una disposición notable hacia nosotros, algo que no siempre había ocurrido. En este momento nos preocupan algunos ejemplos en Quintana Roo, que deberemos atender puntualmente.''

A un año y nueve meses de haber asumido el cargo, Sergio Raúl Arroyo hace el siguiente balance entre el estado en que encontró al INAH y las acciones emprendidas al respecto:

''Me enfrenté a varios problemas, producto de la inercia en el instituto. Algunos tienen que ver con la vida interna, académica y política, la relación con la comunidad y las delegaciones sindicales. Encontramos en diferentes niveles una relación muy ríspida. Hubo elementos, como la propuesta de ley por parte del Senado, que no tuvo la discusión que hubiéramos querido dentro del instituto.

''En aquel momento fue muy difícil entrar al terreno del diálogo porque se partía de posiciones ideológicas irreductibles, también creo que no se tuvo una relación sistemática entre la dirección del INAH y la comunidad, es decir, esa relación estuvo mediada por una serie de lagunas en cuanto a los problemas de la institución. Una de las tareas a las que nos hemos abocado es trabajar con una comunidad muy plural y politizada, que tiene una presencia clave dentro del organismo."

-Las delegaciones sindicales son, desde luego, necesarias.

-De acuerdo, sin ellas muchos de los grupos académicos que forman parte del instituto no podrían cumplir sus metas. Probablemente habrían sido avasallados por varias instancias gubernamentales federales, estatales o municipales. Así, ha prevalecido el interés público del instituto en los ámbitos de la protección y preservación del patrimonio.

Mejoras en el aspecto económico

En el terreno económico, se han logrado mejoras al modificar la forma en que se ejerce el presupuesto disponible. Explica Arroyo: ''Al inicio de la administración el presupuesto estaba acotado de forma ominosa: 81 por ciento de los recursos que se nos entregaban como parte del presupuesto total se iban en salarios y prestaciones y sólo 19 por ciento se podría utilizar en los proyectos. Sobre la base de diferentes trabajos e interlocuciones que hemos tenido ante el Congreso y la propia Secretaría de Hacienda, se logró que se modificara la ley de derechos este año y que los recursos autogenerados por el instituto se recuperaran en 70 por ciento. Esto nos ha permitido trabajar con 25 por ciento de los recursos, es todavía una cantidad reducida pero hemos avanzado en cerca de 6 puntos porcentuales. Estamos a la zaga en este aspecto y por ello una de las aspiraciones profundas que tenemos es llegar a 45 por ciento del recurso presupuestal dirigido estrictamente a investigación".

Uno de los renglones en los que mayor énfasis ha puesto la actual administración del INAH es el referido a declaratorias patrimoniales. Con ese tema, que en el sexenio pasado fue tratado con lentitud, concluye Arroyo y afirma:

''Hasta hoy se han hecho 25 declaratorias tanto de bienes arqueológicos como de monumentos históricos. Ese es el número más alto alcanzado por una administración en un tiempo tan corto. A lo largo del sexenio pasado sólo se emitieron 12 declaratorias, de las cuales 11 fueron en los últimos meses de ese gobierno. Alcanzamos la cifra de 25, esperamos contar con una docena más este año si bien las declaratorias no dependen sólo de nosotros. Presidencia de la República y la Secretaría de Educación han mostrado su disposición para apoyarnos y darle un mayor nivel de resguardo legal a los bienes patrimoniales."