Obispo Arturo Lona
"¡Que Dios nos ayude, ya dieron el tiro de gracia!"
ALMA E. MUÑOZ
"¡Que Dios nos ayude! Nos dieron el tiro de gracia",
exclamó el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona, después
de conocer que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró
improcedentes 322 controversias constitucionales contra la reforma en materia
indígena.
El prelado repudió el fallo porque con ello, dijo,
los indios de México quedan totalmente desamparados. "Ahora lo que
se espera es violencia, porque a eso están incitando, aunque yo
no esté de acuerdo."
Lona, quien dedicó su trabajo pastoral a la defensa
de los derechos indígenas, lamentó la determinación
de los ministros. "Que no la amuelen. Esto está mal, es un retroceso.
Yo he pasado toda mi vida al lado de los indígenas y sé cómo
viven y cómo esperaban un fallo positivo para enfrentar la reforma.
Repudio esto ciento por ciento. Les están dando el tiro de gracia."
Después de dejar la titularidad del obispado de
Tehuantepec, Arturo Lona trasladó su hogar a la selva para continuar
luchando al lado de los chimalapas, y a estos indios evoca para mostrar
su enojo por la resolución de la Corte. "Viven en pueblos aislados
por completo, sin infraestructura elemental. Hasta sus selvas tropicales,
una de sus principales necesidades, están en peligro de extinción.
Hace 40 años sumaban 20 millones de hectáreas. Ahora sólo
quedan 2 millones que siguen siendo ambicionadas por talamontes, narcotraficantes
y muchos más."
Con los indígenas, planteó, está
el foro de la lucha agraria y por la supervivencia, pero eso no lo quieren
ver. "¿Qué nos espera después del rechazo a modificar
la ley indígena? No estoy por la violencia, pero a eso están
incitando, porque nos están dando el tiro de gracia. ¡Que
Dios nos ayude!"
El obispo, uno de los impulsores de la teología
de la liberación, hecho que le causó conflictos con la Conferencia
del Episcopado Mexicano y el Vaticano, expuso vía telefónica
que los chimalapas "han resistido milagrosamente el embate, pero con esto,
deveras, ¡que no la amuelen! Y aún nos falta el Plan Puebla-Panamá,
que terminará por darnos en la torre".
Todos, rememoró el religioso de 76 años,
se han aprovechado de los indígenas. Con el neoliberalismo, "hoy
hasta los ríos quieren privatizar. De por sí el problema
de la tierra es grave, y sin agua ¿qué? Andamos mal".
-¿Qué espera de parte del movimiento indígena,
especialmente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional,
ante la resolución de la Corte?
-Temo una reacción violenta. No estoy con ella
pero a eso nos orillan. Hoy más que nunca hay que defender los derechos
fundamentales de los indígenas.