Consolida la derechización, alertan docentes
Impulsa Estados Unidos un nuevo orden para controlar petróleo y agua
MIRIAM POSADA GARCIA
El 11 de septiembre del 2001 fue el paso para consolidar el proceso de derechización impulsado por Estados Unidos en el mundo, así como el nuevo orden petrolero global a través del que ese país busca controlar los energéticos e incluso el agua, advirtieron especialistas universitarios, al destacar que las reservas de energéticos estadunidenses son las más bajas del mundo, por lo que depende en 80 por ciento de las importaciones.
El profesor Alfredo Jalife Rahme y los miembros del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Miguel García Reyes y Leticia Campos, subrayaron que hasta la fecha Estados Unidos no ha presentado pruebas contundentes que justifiquen haber lanzado una guerra definitiva contra Afganistán ni para que ahora lance una guerra preventiva contra Irak.
En este sentido, precisó Leticia Campos, la administración Bush tendría que hablar de su interés por controlar los energéticos en Asia central, de su estrategia para salir de la recesión, de la importancia de su industria armamentista como vía de ingresos, e incluso de la necesidad de legitimar al presidente George Bush después de un proceso electoral dudoso.
Al igual que Leticia Campos, Miguel García Reyes y Alfredo Jalife coincidieron en que la amplia movilización militar estadunidense y la intensa campaña de Bush en contra de los musulmanes tienen como objetivo único justificar la entrada y permanencia de sus tropas en uno de los territorios más ricos en hidrocarburos y energéticos en general.
Es indudable, dijeron, que la mayor riqueza energética del mundo se concentra en Arabia Saudita, Irak, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait, pero también en gran parte de las ex repúblicas soviéticas que además son punto de partida y destino de los oleoductos y gasoductos más importantes de la región, repúblicas que tienen gobiernos derechistas y totalitarios interesados en asociarse con Estados Unidos.