Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 12 de septiembre de 2002
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Capital

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Corporativismo sindical

PARA QUE NO quepa duda de quiénes se juntan y para qué, hay que echarle un ojo a la conjunción Fernando Espino-Francisco Hernández Juárez, quienes defienden, dicen, el sindicalismo del que han vivido, cada uno por su lado, cuando menos un cuarto de siglo. Nada más faltó Romero Deschamps, cuya presencia no era necesaria: está en el mismo saco.

NO CABE DUDA, el asunto del desafuero puso en la mesa de debates la situación de los sindicatos en el país y cuestiona la utilidad, para sus agremiados, de este tipo de organismos, sumidos en uno de los más profundos vicios del burocratismo sindical: el corporativismo.

PARA EL GOBIERNO de Vicente Fox y para su secretario de Trabajo la realidad sindical en el país y el estado de corrupción en que se desarrolla son los pretextos mejores para cambiar las leyes a favor de la visión patronal de esta gestión gubernamental.

Y ESO QUE parecería ser el fondo del asunto, los líderes aún no lo entienden y tratan de pasar, sin rendir cuentas a nadie, la mejor época de su vida al frente de centrales sindicales.

FRANCISCO HERNANDEZ JUAREZ, el mejor arropado de los líderes durante el sexenio de Carlos Salinas, decidió perpetuarse en el sindicato de telefonistas y mató de esa manera el supuesto con el que había arribado a la dirección del organismo: la democratización.

LA MANSEDUMBRE MANIFIESTA del líder, desde aquel sexenio, el de Salinas, lo ha metido en la lista de los dueños de las organizaciones que, además, no quieren perder el poder.

Y ASI HOY, frente a la posibilidad de quedar fuera de las estructuras de mando, buscan alianzas para salvar su estatus, aunque mañana vayan a entregar el sindicato a los patrones o peor, convertirse en comparsas del gobierno en turno para que se logren los cambios legislativos que les acomoden.

A ESA HISTORIA se atienen los liderazgos que ahora pretenden salvar a sus compinches, aun a costa de los malestares que pudieran infligir a una ciudadanía bastante castigada por la falta, eso sí, de una infraestructura de transporte bien organizada.

PERO LO MAS grave del asunto es que sí el Gobierno del DF cumple con todas o la mayoría de las exigencias de las cúpulas sindicales, Ƒcuál será el pretexto para ir al paro?

EN ESE CASO, cuando menos el sindicato del Metro tendrá que quitarse la máscara y aceptar que la demanda fundamental es la impunidad para Espino, y allí estará Hernández Juárez, como quien se amarra el dedo antes de la cortada, Ƒquién sabe por qué?

EL DESENLACE DE este episodio está a la vuelta de la esquina y, como decíamos ayer, podría convertirse en el parteaguas en la vida de los liderazgos sindicales, otra de las costras impenetrables, hasta hoy, de ese pasado que es presente.

Y EN ESTO también están implicados los gobiernos federal y local. Ya veremos cuál de los dos llega sin flaquear hasta el final. Ya veremos.

ciudadperdida

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