Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 14 de septiembre de 2002
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Política
DESFILADERO

Jaime Avilés

Fox, PRI y PAN, atrapados sin salida

Si Estados Unidos invade Irak, destruyendo la legalidad internacional, Bush se convertirá en el Hitler del siglo XXI. México no debe apoyarlo

FIRMAS CONTRA ENRON. El sábado pasado, esta página invitó a sus lectores a sumarse a la campaña del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que pretende recabar millones de firmas en respaldo a una carta dirigida al Congreso de la Unión para impedir la privatización de la industria eléctrica.

La reacción del público fue impresionante. Llegaron tantos mensajes de aceptación que el buzón electrónico de este espacio quedó prácticamente saturado. Esto habla del estado de ánimo que domina el corazón del pueblo de México ante la iniciativa presidencial de Vicente Fox. Un ejemplo:

"Soy profesor de música en la Escuela Superior de Música del INBA, y vivo en Coyoacán, en una zona muy popular (pueblo de Los Reyes). Siguiendo la sugerencia que propuso en La Jornada, redacté un documento como lo sugirió.

"La respuesta de mis vecinos no sólo ha sido entusiasta sino hasta conmovedora, por la manera en que se han involucrado para conseguir las firmas que les he solicitado (el de la miscelánea, el herrero, el mecánico, el cohetero, etc., etc., etc.). En un solo día hemos recabado más de 150 firmas, y estamos seguros de que conforme pase el tiempo recabaremos muchas más. Pero la inquietud ahora es: ¿qué hacemos con ellas?

"Dado que usted propuso la iniciativa le ruego indicarme a dónde debo de entregar el documento con las firmas de apoyo correspondientes. Por favor: ¡indíquemelo a la brevedad posible!, pues no quiero quedar mal con mis vecinos, ya que los involucré y que han participado de manera tan entusiasta. Espero impaciente una respuesta rápida de su parte (entienda mi urgencia).

Saludos, Carlos Hinojosa

[email protected]"

En la inmensa mayoría de las comunicaciones recibidas se repite la pregunta formulada por el profesor Hinojosa. ¿A dónde hay que mandar las firmas? Otras quieren saber si no existe una página electrónica para obtener mayores informes y dirigir las adhesiones cibernéticas. Hablé al respecto con Ramón Pacheco Llanes, secretario del Exterior del SME, y esto fue lo que me dijo: "Estamos recibiendo las firmas en el SME, calle Antonio Caso 45, colonia Tabacalera, CP 06470, México DF, y sólo pedimos que lleguen a nombre del compañero Rosendo Flores Flores, secretario general del sindicato, o de un servidor. También contamos con el siguiente correo:

Y a las personas que deseen mantenerse al tanto de esta lucha, las invitamos a consultar nuestra página en www.sme.org.mx".

Asimismo, agregó Pacheco, el SME ha constituido, con múltiples organizaciones, el Frente Nacional de Resistencia Contra la Privatización de la Industria Eléctrica, que tiene representantes en cada estado del país y en los principales municipios. La semana próxima darán a conocer sus direcciones y teléfonos. Por lo pronto, hay que seguir sumando adhesiones, hablando con los vecinos, los amigos, los parientes, y explicarles por qué no debemos permitir que la industria eléctrica sea vendida a Enron y a los Amigos de Fox, para que no nos suceda lo mismo que a los argentinos.

Si usted vive en la ciudad de México y quiere hacer público su repudio a la iniciativa presidencial, acuda a Chapultepec, mañana domingo 15 de septiembre a las 11 de la mañana, y camine sobre Reforma hasta el Angel de la Independencia dentro de la manifestación convocada por Rosario Robles, el Comité Mexicano de la Campaña Continental Contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y desde luego el Sindicato Mexicano de Electricistas.

Confusión astronómica

Luis Felipe Bravo Mena, el pequeño presidente nacional del PAN, dice que vivimos "la primavera de la democracia". Las noticias, por el contrario, insinúan que atravesamos "el verano de nuestro descontento", y que -dado lo mal que pintan los proyectos del neoliberalismo para Fox y para los mafiosos del PRI- nos aguarda un otoño luminoso que necesariamente debe conducirnos al invierno del régimen de injusticias estructurales en que nos estamos ahogando.

De las diversas luchas políticas que hicieron crisis esta semana -los pueblos indios que exigen su verdadero reconocimiento constitucional, negado por la Suprema Corte; los maestros que piden el encarcelamiento de su líder vitalicia, a punto de ser investigada por múltiples asesinatos; los dirigentes petroleros que han emplazado a huelga dentro de 17 días, pero que podrían quedarse solos, acusados por el desvío de 42 millones de dólares- podrían surgir importantes alianzas para dar paso a un frente amplio que modifique la composición del Congreso, hoy dominado por la derecha, en las elecciones de 2003.

Antes de lanzar su iniciativa de reforma de la industria eléctrica, Fox destapó el asunto, cochinísimo, de los recursos de Pemex que el ex director de esa paraestatal, Rogelio Montemayor, entregó a la cúpula del sindicato petrolero, encabezada por Carlos Romero Deschamps, para alimentar la campaña electoral de Francisco Labastida.

Cuando la iniciativa de Fox llegó al Congreso, Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, presidente y secretaria del PRI, corrieron a Los Pinos y, traicionando los acuerdos de su partido, ofrecieron sacar adelante la reforma eléctrica a cambio de que el gobierno olvidara el caso Pemex. Pero entonces, los senadores del PRI se rebelaron contra sus "líderes" dejando en claro que no aceptaban el pacto. Fox, en consecuencia, solicitó el desafuero de Romero Deschamps y socios, para juzgarlos, no sólo por malversación sino por lavado.

Los sindicalistas, en respuesta, refrendaron su intención de estallar la huelga en la industria petrolera el primero de octubre. Al mismo tiempo, los diputados del PRI abandonaron el palacio de San Lázaro, cancelando la comparecencia del secretario de Gobernación. De inmediato, Madrazo y Elba Esther se presentaron en Bucareli a ofrecer disculpas, pero los senadores priístas los abuchearon, de nueva cuenta, por traidores.

Por su parte, en un discreto alarido de auxilio, socorro, dirigido al conjunto de la población, Pemex hizo visible, ayer, la máxima preocupación de Fox en estos momentos: si Romero Deschamps colocara las banderas rojinegras, el país dejaría de exportar un millón 400 mil barriles diarios, que representan un tercio de los ingresos del gobierno. Si la huelga se prorrogara 11 días, se agotarían las reservas nacionales de gasolina. Aun cuando el Ejército ocupara las instalaciones petroleras, los 43 mil empleados de confianza de la empresa serían incapaces de mantenerla en funcionamiento porque 34 mil son burócratas y sólo 9 mil trabajan con las manos sucias de aceite en los pozos, las refinerías, los puertos, etc. En pocas palabras, si estallara la huelga en Pemex, Fox, y con él millones de personas, se irían al desempleo.

Carente de operadores eficaces, el Ejecutivo no tiene tiempo ni oficio político para promover, entre las bases petroleras, el aislamiento de Romero Deschamps (aunque la izquierda sí puede hacerlo... sólo para ganar aliados). Por lo tanto, el conflicto se resolverá mediante algún tipo de arreglo que habrá de traducirse en un inmenso desprestigio político para las partes involucradas, y a la larga esto beneficiará al movimiento popular que está gestándose. No se aflija usted: es cuestión de paciencia...

¿Amigos de Hitler?

Dos días antes de la comparecencia de George WC Bush ante la ONU, un comunicado de Los Pinos definió la postura de Fox ante la eventual invasión de Irak por Estados Unidos: México se ceñirá en esta materia a lo que determine el Consejo de Seguridad del organismo que tan indignamente regentea Kofi Annan. Pero, con el doble lenguaje de la diplomacia, Ernesto Martens, secretario de Energía, informó que Pemex está listo -o más bien, estaba- para aumentar la exportación de crudo a Estados Unidos si estalla la guerra en Mesopotamia, o en cuanto la Casa Blanca truene los dedos.

Con la excepción de Tony Blair -el ídolo secreto de George. G. Castañeda-, ninguna de las grandes potencias económicas y militares de Europa, léase Alemania y Francia, está dispuesta a embarcarse con míster WC en una aventura que no sólo pondría en altísimo riesgo la seguridad mundial, sino que a la postre beneficiaría únicamente a Estados Unidos, pues la guerra lo convertiría en propietario exclusivo de los mayores yacimientos petrolíferos del planeta y en amo absoluto de la humanidad.

En esta página, por desgracia, no hay espacio para analizar con detenimiento los peligros que implica el delirio de Bush, pero es bien conocida la decisión del primer ministro de Israel, Ariel Sharon, de aportar su granito de arena disparando la bomba atómica contra Irak si fuera necesario. Basta recordar, sin embargo, que en 1939 Hitler invadió Polonia y más tarde a la mayor parte de Europa, tal como míster WC pretende ahora intervenir en Irak, y más tarde en Irán, Siria, Egipto, Arabia Saudita, Yemen..., es decir, violando todas las normas de la legalidad internacional. Hitler provocó la peor guerra de todos los tiempos, pero Bush podría superarlo: hay demasiadas armas nucleares en la región.

Si Bush lanza finalmente sus tropas sobre Irak se transformará en el Hitler del siglo XXI. ¿México va a actuar como pelele, perdón, "aliado" del nuevo Hitler? ¿Estamos los mexicanos resueltos a permitirlo? Tenemos un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU y podemos formar mayoría, junto con China y Rusia, para oponernos a Bush y contribuir a su aislamiento. Es probable que esa heroica actitud nos acarree consecuencias económicas a corto plazo, pero lo ayudaríamos a perder las elecciones legislativas que se acercan y a sacarlo de la Casa Blanca en 2004.

¿No le parece a usted relevante? Imagine lo contrario. En caso de ser atacados, los llamados "países árabes" -porque árabe-árabe sólo es Arabia Saudita- reaccionarían castigando al pueblo de Estados Unidos por la vía del terrorismo, y ¿quién podría asegurarnos que México no sería igualmente blanco de sus represalias? Por eso, porque la sumisión de Fox ante Bush pone en riesgo la seguridad nacional de México, entre las demandas del gran movimiento popular que está surgiendo en nuestro país no puede estar ausente la exigencia de una nueva política exterior... sin Castañeda.

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