Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 14 de septiembre de 2002
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Mundo
Una intervención unilateral en Irak podría afectar los consensos antiterroristas, advierte

México insiste en la ONU en una acción multilateral mediante Naciones Unidas

La decisión final, ahora en manos de países permanentes y rotatorios del Consejo de Seguridad

¿También serán atacados otros países que tienen armas sofisticadas?, pregunta legislador de EU

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York, 13 de septiembre. México de-claró hoy en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que toda respuesta a la situación de Irak debe realizarse por conducto de este organismo y su Consejo de Seguridad, y no por vía unilateral, pero no aclaró si acepta las condiciones y objetivos marcados por Estados Unidos, en particular sobre el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein.

"La única vía de acción legítima debe basarse en un enfoque multilateral que privilegia el acuerdo y la acción colectiva en beneficio de la comunidad internacional", ma-nifestó el gobierno mexicano.

Así, "refrenda su compromiso con la vigencia del sistema de seguridad internacional que otorga al Consejo de Seguridad de la ONU la responsabilidad de mantener la paz mundial".

El gobierno mexicano advirtió que "una acción militar unilateral y sin previa consulta al consejo socavaría los cimientos de la nueva arquitectura de seguridad internacional y podría afectar los consensos en favor de la lucha contra el terrorismo internacional".

La posición mexicana fue presentada por el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, quien agregó que su gobierno considera que el Consejo de Seguridad debe actuar con base a los principios de la Carta de la ONU "como la solución pacífica de las controversias".

Afirmó que México considera al Consejo de Seguridad como la "instancia privilegiada para adoptar las medidas necesarias que permitan alcanzar una solución duradera" a la cuestión de Irak.

"Por ello -añadió- valoramos el discurso pronunciado ayer por el presidente Bush al dar un reconocimiento a la importancia... del debate y decisión colectiva sobre el rumbo a tomar respecto de Irak".

Condena al incumplimiento

Al mismo tiempo, señaló Castañeda, "condenamos inequívocamente, como lo ha hecho la mayoría de las naciones, el continuo incumplimiento por parte de Irak de las resoluciones de ese órgano", e insistió en "que ese país cumpla inmediatamente y sin condiciones las resoluciones del consejo sobre el retorno de los inspectores de la ONU".

Pero también recordó que hay otros países que no han cumplido las resoluciones de la ONU en "otros momentos y otras latitudes".

También se dijo que México buscará que el cumplimiento o no de Irak de las resoluciones sea evaluado sobre la base de información más amplia y clara acerca de la verdadera capacidad armamentista

de ese país, de sus intenciones y capacidades de uso de armas, y una decisión colectiva entre los miembros del Consejo de Seguridad y otros directamente involucrados sobre qué hacer en caso de incumplimiento por parte de Irak.

Con esta presentación, un día después del discurso de Bush, México se sumó al aparente consenso internacional de que Estados Unidos debería actuar ante Irak sólo mediante la ONU y evitar la "tentación de la acción unilateral", como afirmó el canciller de Francia, Dominique de Villepin.

Sin embargo, México y otros países que han hablado ante la Asamblea General después del discurso de Bush no han tocado de forma directa el tema más espinoso del debate: cómo formular una resolución que no se preste, ni apoye, el objetivo final de Estados Unidos.

Bush no pudo ser más claro al marcar este objetivo, al declarar ayer que deshacerse del líder iraquí es "una gran causa moral, y un gran objetivo estratégico".

Algunos diplomáticos han insistido, como el canciller francés, en que "legitimar un cambio de régimen creará una inestabilidad sin fin en el escenario internacional", y preguntó quién decidiría cuál régimen es o no aceptable.

Por otro lado, los alemanes han reiterado que no participarán en ninguna guerra, con o sin aprobación de la ONU, contra Irak.

Pero ahora la bolita está en la cancha del Consejo de Seguridad de la ONU y sus 15 miembros, entre ellos México.

La próxima etapa del conflicto entre Estados Unidos e Irak se definirá allí, y hoy el secretario de Es-tado, Colin Powell, se reunió con los representantes de los cinco países miembros permanentes para iniciar el cabildeo de una resolución al gusto de Washington.

Anoche un alto funcionario estadunidense comentó que lo que busca el gobierno de Bush es "una resolución que, por lo menos inicialmente, deje claro que Irak está en violación (de las resoluciones anteriores de la ONU); que Bagdad tiene que hacer algo al respecto, y que deje claro que si no lo hace habrá consecuencias".

La posición de México ante los deseos expresados por Estados Unidos, más allá de la insistencia de la ONU como único canal para la acción internacional contra Irak, todavía está por definirse.

"En este momento no podemos tomar una posición, ni tomar una decisión, precisamente porque se carece de información", declaró hoy el presidente Vicente Fox al diario New York Times.

"En verdad es sumamente im-portante conocer cuáles son las ac-tividades de Irak en torno al terrorismo, en torno a las armas de destrucción masivas.... Para mí, y para México, necesitamos primero mu-cha información, mucha objetividad y reflexión profunda, y entonces podremos dar una opinión".

Fox subrayó que "éste es un asunto que debería canalizarse por medio del Consejo de Seguridad de la ONU", y añadió que "las consecuencias de un ataque sobre Irak no son predecibles. Me parece que tendría efectos muy amplios a escala global sobre muchas cosas y tendría efectos muy amplios sobre asuntos bilaterales y temas en la agenda de América Latina".

Todos entienden que el poder real de la ONU reside en el Consejo de Seguridad, y que dentro de esa instancia de 15 miembros la decisión está en las manos de los cinco miembros permanentes (Es-tados Unidos, Francia, Rusia, Gran Bretaña y China). Sin embargo, el consejo intenta funcionar por consenso (o por lo menos proyectar esa imagen) más que sobre mayoría (los cinco permanentes son los únicos con poder de veto).

Aquí existe el espacio de influencia para los 10 países no permanentes (rotatorios por un periodo de dos años), entre los cuales se habla de que tres podrán presentar más dificultades al gobierno de Bush en su esfuerzo contra Irak: México, Siria y Noruega. Las otras naciones no permanentes son Co-lombia, Irlanda, Mauricio, Singapur, Bulgaria, Camerún y Guinea.

Según fuentes de la ONU, los elementos que están bajo consideración en una resolución deberán in-cluir una especie de demanda para que se cumpla con resoluciones previas en torno al desarme de Irak y, según el secretario general Kofi Annan y casi un consenso total, permitir el reingreso de los inspectores.

El gran nudo de esto es cómo se formulará la resolución si Irak no cumple con estas mínimas condiciones, y si se definirá alguna autorización para el uso de fuerza; o sea, hablar explícitamente de una intervención militar en el país.

No lo ven ni lo oyen

Mientras, el representante demócrata liberal Dennis Kucinich ha insistido en que Bush aún no ha presentado pruebas para sostener sus acusaciones de que Irak es una amenaza inmediata con armas de destrucción masiva, y ha preguntado por qué sólo Irak, ya que hay una decena de países con capacidad para usar estas armas, y si eso implica que Estados Unidos lanzará una guerra contra todos esos.

Paul Krugman, columnista del New York Times, dice que la Casa Blanca ha cambiado tantas veces su justificación para lanzar una guerra contra Irak que provoca serias dudas sobre intención real.

Primero, recordó, se dijo que Hussein podría ser uno de los autores del 11 de septiembre, luego se le acusó de los ataques con ántrax, después que está al borde de obtener armas nucleares y es un "hombre malvado", todo lo cual indica que, para Bush, es "una obsesión en búsqueda de una justificación".

Ahora le toca a México y a los otro 14 miembros del Consejo de Seguridad evaluar esto y decidir si la ONU se subordinará al ultimátum de Bush, o si buscará negociar una resolución que exprese sus re-servas e imponga limitaciones ex-plícitas al objetivo "estratégico" de Washington de deshacerse de Saddam Hussein, o si demuestra cierta autonomía y se apega de forma estricta al mandato de usar todos los caminos para buscar la resolución pacífica del conflicto, arriesgando con ello, claro, que Washington declare que esta instancia ahora es "irrelevante".

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