PEMEXGATE
Funcionarios de diversas dependencias no objetaron
la entrega de recursos al STPRM
Hacienda y Secodam avalaron transferencias de Pemex
Aprobaron a la paraestatal ampliaciones al presupuesto
para que cumpliera con los convenios
GUSTAVO CASTILLO, ROBERTO GARDUÑO Y RENATO DAVALOS
Las transferencias presuntamente ilícitas de recursos
de Petróleos Mexicanos (Pemex) al sindicato petrolero, investigadas
por la Procuraduría General de la República (PGR), fueron,
en su momento, aprobadas y consideradas legales por la secretarías
de Hacienda, Contraloría y Energía, que avalaron hasta cuatro
modificaciones al presupuesto de la paraestatal en 2000, sin violentar
el techo financiero establecido por el Congreso de la Unión.
Sin
embargo, a 10 meses y 12 días de que la PGR comenzó la investigación
de lo que hoy se conoce como el Pemexgate u Operación
Crudo, el resultado ha sido un ex funcionario preso -Manuel Gómezperalta
Damirón-, cinco prófugos (Rogelio Montemayor, Juan José
Domene Berlanga, Carlos Juaristi Septién, Alberto Gheno Ortiz y
Julio Pindter), una petición de desafuero contra dos legisladores
federales (Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana) y uno estatal (de
Tamaulipas, Jesús Olvera), todos implicados en los delitos de peculado
y ejercicio indebido. Además, dos averiguaciones previas en curso,
una por delincuencia organizada y lavado de dinero, y la otra por
delitos electorales.
En septiembre de 2000 la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público (SHCP) aprobó a Pemex una "cuarta
adecuación presupuestal" por 3 mil 13 millones de pesos, que incluyó
los "asuntos pendientes" del convenio que empresa y sindicato habían
firmado el 11 de ese mes.
Pemex, que entonces estaba bajo la dirección de
Rogelio Montemayor Seguy, se comprometió en ese convenio a pagar
mil 180 millones de pesos al gremio, para subsanar supuestos incumplimientos
patronales establecidos en el contrato colectivo de trabajo que databan
de 1997.
Esa entrega de recursos fue una de las bases a partir
de las que la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo
(Secodam) formuló su denuncia penal en contra de varios ex funcionarios
de Pemex y los principales dirigentes petroleros, argumentando que se había
desviado de manera ilegal ese dinero.
Sin embargo, de acuerdo con constancias documentales que
obran en la averiguación previa PGR/UEDO/102/2002, la transferencia
de recursos al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la RepúblicaMexicana
(STPRM) fue conocida y sancionada por los subsecretarios de Egresos, de
Hacienda y Crédito Público; de Normatividad y Control de
la Gestión Pública, de Secodam; por el oficial mayor de la
Secretaría de Energía; por los jefes de la Unidad de Política
y Control Presupuestal, de la Unidad de Contabilidad Gubernamental e Informes
sobre la Gestión Pública de la Unidad de Inversiones, y de
Desincorporación de Entidades Públicas, así como por
el director de Crédito Público, todos de la Secretaría
Hacienda; por el director adjunto de Energía, de Hacienda, y por
el director corporativo de Finanzas de Pemex.
No
sólo eso, los convenios y los montos acordados entre empresa y sindicato
fueron avalados por los titulares de Energía, Luis Téllez;
de Hacienda, José Angel Gurría; de la Contraloría,
Arsenio Farell Cubillas, como integrantes de la comisión intersecretarial,
responsable de supervisar el desempeño financiero de las entidades
públicas.
La investigación comenzó el 10 de diciembre
de 2001. La Secodam denunció a Montemayor y coacusados ante la PGR.
Presuntos desvíos e ilegalidad en los convenios administrativo-sindicales
celebrados entre Pemex y el STPRM el 8 de mayo, 5 de junio y 11 de septiembre,
fueron el resultado de una auditoría que realizaron más de
180 personas durante más de tres meses a partir de enero de 2001.
Según la denuncia de la Secodam, el 8 de mayo de
2000, mediante el convenio administrativo sindical número 9356,
se entregaron 350 millones de pesos al STPRM.
El 5 de junio, con base en lo establecido en la cláusula
246 del contrato colectivo, se autorizó un préstamo de 640
millones de pesos, a pagar en 20 mensualidades, y se dejaron como garantía
las cuotas sindicales. Para ello Pemex incluyó este monto como parte
de sus necesidades señaladas en la solicitud de la tercera adecuación
presupuestal.
Presuntamente las investigaciones de la PGR han descubierto
que de esos 640 millones de pesos, 500 millones fueron entregados mediante
10 cheques a empleados del PRI. que los trasladaron a la sede de ese partido
para ser utilizados en la campaña presidencial de Francisco Labastida,
mediante grupos con presencia en diversos estados, y para encubrir supuestos
ingresos por la realización del sorteo Milenio.
El 11 de septiembre, supuestamente después de una
larga negociación, se pactó la entrega de un monto de mil
100 millones de pesos por parte de Pemex al STPRM, por los incumplimientos
contractuales registrados de 1997 a 1999. De acuerdo con los documentos
de la indagatoria de la PGR, de los mil 100 millones la paraestatal descontó
el préstamo de 640 millones de pesos en su totalidad.
Según
las investigaciones de la Secodam y por las cuales la PGR inició
la averiguación previa PGR/UEDO/102, los convenios y los montos
pactados fueron ilícitos, pues se dispuso de recursos no presupuestados,
se distrajo dinero de partidas específicas y se confabularon funcionarios
públicos y dirigentes sindicales para distraer de su objetivo dinero
del erario.
Sin embargo, mediante el oficio 340-A-2015, del 29 de
septiembre de 2000, el director de Programación y Presupuesto de
Energía e Infraestructura de la SHCP, Jorge Collard de la Rocha,
informó a Mauricio Toussaint Ribot, subsecretario de Operación
Energética, que había sido autorizada la cuarta ampliación
presupuestal.
Mientras que las autoridades aseguran que los convenios
son ilícitos, el punto cuatro de uno de los acuerdos administrativos
entre empresa y sindicato establece que si bien se aceptó como concluido
el proceso de revisión contractual de 1999, se pactó que
durante el primer semestre de 2000 se revisarían los rezagos denunciados
por el STPRM y que se produjeron entre 1997 y 1999.
Por esa razón, presuntamente se pagaron los mil
100 millones de pesos el 11 de septiembre de 2000. Esto fue sancionado
por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que por
medio de Emilio Gómez Vives, coordinador general de Funcionarios
Conciliadores, registró ese convenio el 29 de septiembre de 2000.
Con ello, a ese pacto también se le dio carácter netamente
laboral.
Hasta el momento la PGR no ha podido acreditar que entre
los funcionarios de Pemex, los dirigentes del STPRM y miembros del PRI
hubo confabulación para disponer ilícitamente de recursos
de la paraestatal.
El reto del Ministerio Público Federal es obtener
las pruebas documentales que le permitan fincar los cargos de delincuencia
organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita a cada
uno de los implicados en el Pemexgate.