José Antonio Rojas Nieto
Empresas eléctricas corruptas en California
Las conclusiones del organismo que regula el funcionamiento del mercado eléctrico en California -California Public Utilities Commission (CPUC)- son contundentes: los apagones ocurridos entre el primero de noviembre del año 2000 y último de mayo de 2001 en la cuarta economía más importante del mundo, pudieron ser evitados si las cinco más importantes compañías suministradoras (Duke, Dynegen, Mirant, Reliant y AES/Williams) no hubieran rehusado suministrar energía eléctrica para la que tenían capacidad disponible. ƑPor qué no lo hicieron? Es la pregunta central que, una vez descubierta la corrupta actitud de las empresas, se plantean los reguladores californianos, y cuya respuesta formulan con meridiana claridad: con su negativa y los consecuentes apagones, las cinco compañías contribuyeron a una inconsciente, injusta y absurda elevación de precios de electricidad durante un periodo de siete meses. Esta noticia fue proporcionada este miércoles 8 por The New York Times y desencadenó una consulta mundial al reporte de la CPUC (http://www cpuc.ca.gov).
La lectura de dicho reporte es contundente. El análisis de los datos sobre generación, transmisión, distribución, precios, tiempo de interrupción y apagones ocurridos durante esos siete meses de crisis eléctrica en nuestros vecinos del suroeste de Estados Unidos, y el análisis del comportamiento de las compañías durante ese periodo en el que hubo cortes y apagones durante 38 días, es definitivo. Los cortes se pudieron haber evitado.
šQué tremenda vergüenza para las orgullosas compañías eléctricas responsables de la desregulación en California! šQué golpe para los apologistas de un mercado competitivo que -teóricamente- debiera conducir a la eficiencia, a la productividad y a una ineludible disminución de precios de electricidad!
ƑCómo racionalizar y justificar que estas cinco importantes y evidentemente corruptas compañías ocultaran capacidad, la sometieran a mantenimientos ficticios y a fallas simuladas, como lo aseguran no los opositores al mercado y a la desregulación eléctrica, sino los reguladores del estado de California?
Lo paradójico es que esa misma mañana en que se daba a conocer la noticia y en la que, sin duda, miles de analistas de todo el mundo consultaban la página electrónica de la CPUC, sí, esa misma mañana, una vez más el secretario de Energía de México -sin aludir a ninguna experiencia internacional ni, mucho menos, a sus fallas y debilidades- hacía apología de la nueva definición gubernamental de servicio público de electricidad y de la segmentación de usuarios que se propone en la iniciativa de modificación del artículo 27 de la Constitución, en el borrador de la nueva Ley del Servicio Público de Electricidad y en otras tres nuevas leyes que completan la iniciativa presidencial de reforma del sector eléctrico nacional.
ƑNo conviene, de nuevo, preguntarse por la pertinencia de una opción cuyas experiencias internacionales conducen, una y otra y otra vez a lo mismo, es decir, a descubrir los inevitables y permanentes ánimos de los agentes privados por coludirse, hacer trampa, ejercer su poder de mercado, elevar precios, ganar excedentes injustificados, entre otras prácticas que ya hoy, sí, hoy mismo, constituyen historia cotidiana en muchas de las experiencias de desregulación eléctrica en el mundo? ƑPara eso se quiere cambiar la Constitución?
šSi algo no se puede defender ni justificar ni tolerar es la corrupción, y las experiencias de desregulación eléctrica en todo el mundo están plagadas de corrupción! ƑQuién se atreve a negarlo hoy? Nadie, simplemente nadie. Luego, el asunto de la reforma eléctrica en México (donde el próximo viernes celebramos 42 años de nacionalización de la industria eléctrica, que no se le olvide al gobierno, como otros años se le ha olvidado) es mucho más complejo -y curiosamente y a la vez más simple por la fortaleza de la CFE- que la redefinición del servicio público que se propone y la segmentación de usuarios que se postula. De veras.
rojasnyc@hotmail