Enojo en la Zona Rosa
El malestar de los restauranteros, antreros y clientes queda resumido en la declaración del empleado de la cervecería Kloster, Juan Avalos: "Las autoridades la volvieron a regar".
Por su lado, Hugo Caballero, gerente de la Tequilería Cielo Rojo, ubicada en la Zona Rosa, opinó: "No tienen cerebro los que prohibieron la venta de bebidas, pasaron a afectar a todos: al ciudadano que se quiere librar del estrés con unos tragos, y al turismo. Es absurdo que para el plebiscito exista una ley seca de 48 horas; el viernes, cuando suspendimos el servicio -a las 11 de la noche-, los clientes se mostraron molestos; a esa hora es cuando comienza la vida nocturna en la Zona Rosa. El domingo les voy a dar el día a los meseros para que voten, pero por el no a los segundos pisos, porque es una medida que beneficia sólo a unos pocos".
Ignacio Pineda, quien suspendió el servicio de venta de cerveza en el foro Alicia, comentó: "Nosotros creemos que la sociedad mexicana es madura, eso de que hagan una ley seca nosotros creemos que es una estupidez; por tomar unas cervezas no se van a ir los votos. El gobierno debe estar a la altura de los cambios sociales. Estamos de acuerdo en que hagan un segundo piso en el Periférico, pero que también hagan carriles para las bicicletas, que exista respeto al peatón".
El ambiente en la Zona Rosa era gris; la tequilería La Jima ni siquiera abrió, y sitios de reunión juvenil como el bar Boomers y La Taberna del Pacífico lucían sin gente; en el piano bar del hotel Aristos sólo había un grupo de turistas orientales con sus computadoras personales y botellas de agua. Bueno, hasta El Carrusel, lugar de encuentro-desencuentro de infinidad de jóvenes para degustar sus tradicionales yardas, cerró.
El jefe de piso del restaurante Konditori, Alonso Martínez, mencionó: "No estamos de acuerdo, porque es un lugar turístico; los clientes piden cerveza o nuestras tradicionales bebidas Mimosas, que contienen vino espumoso". Agregó que la reacción de la gente fue de sorpresa: "Muchos no sabían de la ley seca, de hecho nosotros tampoco estábamos al tanto. Las autoridades hacen lo que quieren, no nos avisan con tiempo, no tienen capacidad para planear".
El capitán del Friday, Alberto Ruiz, dijo: "La ley seca en viernes nos afectó mucho, la gente se mostró muy molesta cuando cortamos el servicio al cuarto para las 11, cuando comenzamos a trabajar aquí. Siempre vendemos un promedio de 180 mil pesos y ayer vendimos sólo 40 mil; los meseros son los principales afectados, porque viven de esto".
Otros lugares, como La Fondesa, y las cantinas Centenario y Tequila Maguey se vieron disminuidas en clientes. El encargado del restaurante Fiore Vela, Enrique Cárdenas, mostró su molestia: "Es una decisión arbitraria que afecta a mucha gente: a los consumidores, por su tiempo de relajamiento de fin de semana, y a los que nos mantenemos de esto, porque nuestros ingresos bajan considerablemente; además no es significativo, no es algo importante, porque al final van hacer lo que ellos quieran, y yo no voy a participar en ese fiasco". JORGE CABALLERO.