La posición de Schroeder sobre Irak influyó
en la preferencia del voto: analistas
La triunfadora alianza PSD-Verdes tendrá estrecho
margen para gobernar en Alemania
Los socialdemócratas bajaron dos puntos en la
votación, respecto de 1998
GEORGINA SALDIERNA ENVIADA Y AGENCIAS
Berlin, 23 de septiembre. La alianza gobernante
alemana (socialdemócratas y verdes), encabezada por el canciller
federal Gerhard Schroeder, logró mantenerse en el poder, según
confirmaron este lunes los datos oficiales, pero tendrá un estrecho
margen para gobernar, al ver disminuida drásticamente su mayoría
parlamentaria.
De acuerdo con los resultados finales, las elecciones
celebradas el domingo para elegir la composición del Parlamento
federal dieron a la coalición gobernante 47.1 por ciento (38.5 de
los socialdemócratas y 8.6 de los Verdes), mientras la Unión
Cristiano Demócrata y sus aliados de la Unión Cristiana Social
de Baviera (UCD- UCS) obtuvieron 38.5 por ciento, mientras sus eventuales
aliados del Partido Liberal FDP llegaron a 7.4 por ciento, lo que sumaría
para la oposición derechista 45.9 por ciento.
Respecto
de las elecciones de 1998, los socialdemócratas registraron una
disminución de dos puntos en las preferencias electorales; la UCD-UCS
aumentó tres puntos; los Verdes dos puntos, y los liberales un punto.
En cambio, los ex comunistas del Partido del Socialismo Democrático
(PDS) decrecieron un punto, quedando en 4 por ciento, lo que les impedirá
tener presencia en el Parlamento, ya que no cumplen con el requisito legal
del 5 por ciento. Según analistas citados por agencias de prensa,
el PDS fracasó porque 12 años después de la reunificación
ha dejado de ser portavoz de los alemanes orientales, además de
que dos carismáticos líderes como Gregor Gysi y Lothar Bisky
han abandonado la política activa.
De acuerdo con las proyecciones en torno al número
de curules que cada partido tendrá, la socialdemocracia alcanzó
251, es decir, 47 menos de las que obtuvo en 1998; la oposición
conservadora 248, tres más que hace cuatro años; los Verdes
55, es decir, 8 más que en el anterior Parlamento, y los liberales
47, esto es, cuatro curules más.
Así, una jornada electoral que se caracterizó
por una participación de 79.1 por ciento de los electores -3 puntos
por debajo de la registrada hace cuatro años-, la sociademocracia
logró mantenerse gracias a la actuación de los Verdes, lo
que permitiría a la coalición alcanzar 306 curules contra
295 escaños de la oposición liderada por Edmund Stoiber.
Analistas de las principales firmas encuestadoras atribuyeron
la disminución de los simpatizantes socialdemócratas a que
durante su primer periodo de gobierno Schroeder no pudo resolver el problema
del desempleo, e identificaron que esa baja tuvo lugar principalmente entre
los trabajadores sindicalizados del este de Alemania, donde la falta de
empleo es más grave.
Sin embargo, recordaron que la reducción de las
preferencias electorales del PSD era mayor al inicio de año, pero
esta baja más acentuada se logró revertir con la actuación
que tuvo el canciller federal frente a las inundaciones de agosto, que
arrasaron con importantes localidades alemanas con la crecida del río
Elba, y en el debate sobre la eventual participación en la incursión
militar contra Irak.
Renate Koecher, de la encuestadora Allensback, recordó
que la oposición llevaba ventaja en las preferencias electorales
hasta julio, pero en la fase final de la contienda todo cambió.
Durante las inundaciones, Schroeder se mostró como un candidato
que podía enfrentar los problemas. Aunado a ello le beneficiaron
los debates televisivos y la posición que tuvo en torno al tema
de Irak: el canciller federal logró despertar la emotividad de la
gente, subrayó la analista.
A la pregunta de por qué un tema internacional
como el de Irak logró influir en las preferencias electorales, Dieter
Roth, del Grupo de Investigaciones Electorales, explicó que la mayoría
de los alemanes encuestados considera que Schroeder defiende mejor sus
intereses frente a Estados Unidos.
Incluso agregó que a pesar de los diferendos que
surgieron con el gobierno de Bush sobre el tema, 80 por ciento de los alemanes
opina que las relaciones con ese país siguen siendo buenas, esto
significa apenas ocho puntos menos de los registrados en sondeos anteriores.
Pero el ganador de las elecciones del domingo, según
expertos citados por Dpa, es Joschka Fischer, el político más
popular del país, cuyo partido ecologista se convirtió en
la tabla de salvación de Schroeder.
"Hemos conseguido nuestros tres objetivos: más
de 8 por ciento de los votos, seguir siendo tercera fuerza y continuar
la coalición", declaró Fischer, mientras el presidente de
los verdes, Fritz Kuhn, aseguró que "no discutimos sobre el número
de ministerios, sino sobre contenidos", de acuerdo con la agencia.
Horas antes, el secretario general de los socialdemócratas,
Franz Muentefering, había insinuado la disposición a otorgar
al socio menor de la coalición un cuarto ministerio, además
de las carteras de Relaciones Exteriores, Protección al Consumidor
y Medio Ambiente.
Fischer precisó que su partido, que ha pasado de
ser un partido de protesta a una fuerza ya establecida, negociará
con los socialdemócratas con base en ocho puntos, en los que primarán
los objetivos de la "ecología y la justicia social".
Fischer fue tan aplaudido tras la victoria, según
citó Afp, que Schroeder bromeó: "fue un error dejarle tantas
libertades en nuestra casa".
Pero muchos adelantan que las discusiones entre socios
no serán fáciles. Mientras los verdes proponen profesionalizar
las fuerzas armadas, los socialdemócratas prefieren el servicio
militar obligatorio; el partido Verde pugna por un segundo aumento de la
ecotasa sobre los combustibles, pero el PSD considera suficiente la que
entrará en vigor en 2001, destacan agencias de prensa.
Además de estas negociaciones entre socios, Schroeder
enfrenta ahora a la tarea de reformar la mayor economía de Europa
y la tercera del mundo, aquejada de excesivos impuestos , muchas regulaciones
y percibida en peligro de estancamiento. Además, la tasa de desempleados
permanece en más de 4 millones, casi en el mismo nivel que el socialdemócrata
heredó hace cuatro años.
También tiene que actuar con rapidez para reparar
las relaciones con Esdtados Unidos, deterioradas por la negativa alemana
a aventurarse militarmente en Irak. Y todo esto con una oposición
que ha logrado afianzarse y tener una votación similar a la de los
socialdemócratas.